Constancia de la Mora Maura.-a



Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes



(n. Madrid; 28 de enero de 1906 - f. Guatemala; 26 de enero de 1950) fue una aristócrata española que apoyó firmemente la causa republicana durante la Guerra Civil. Casada con el jefe de las Fuerzas Aéreas Republicanas, fue la directora de la Oficina de Prensa Extranjera de la República.

Biografía

Nacida en enero de 1906 en una acomodada familia de la alta burguesía emparentada con la aristocracia, vivió sus primeros años en el seno de la alta sociedad madrileña. Su padre era Germán de la Mora —hijastro y sobrino de Germán Gamazo— y Abarca y su madre Constancia Maura Gamazo —hija de Antonio Maura y sobrina de Germán Gamazo—; ambas familias presentan un importante grado de interrelación endogámica—

Entre las hermanas de Constancia destaca Marichu de la Mora, muy próxima a la Falange.

Estuvo casada en primeras nupcias con el malagueño Manuel Bolín (hermano de Luis Bolín) con quien tuvo una hija y posteriormente fue la mujer del general de la aviación republicana Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro.
Constancia unió su suerte a la de la España republicana durante la Guerra Civil española. Su matrimonio con Hidalgo de Cisneros, jefe de las Fuerzas Aéreas Republicanas, envolvió a la pareja en una aureola de leyenda.
Fue nombrada jefa de la Oficina de Prensa Extranjera republicana. Tras la derrota de la República en la Guerra civil, Constancia de la Mora se exilió a México y publicó su autobiografía In place of Splendor (Doble esplendor, en su traducción al español); Eleanor Roosevelt presentó este libro en Nueva York. Murió a los 44 años de edad en un accidente de tráfico en Guatemala. 

Durante la Guerra Civil

1910

Las vidas de Constancia y Marichu de la Mora Maura, representan con el máximo de expresividad el enfrentamiento entre los dos sectores en los que se dividió la sociedad española durante la guerra civil. Y también el terrible contraste entre las consecuencias posteriores que padecieron quienes se mantuvieron fieles a la República frente al triunfo de quienes se unieron a las fuerzas que se alzaron contra ella.
Constancia y Marichu de la Mora Maura eran hermanas. Nietas de Antonio Maura, siguieron sin embargo caminos distintos.
Constancia, que era la hermana mayor, se divorció a los 25 años de su primer marido, muy próximo al grupo que preparaba la rebelión contra la República, (su ex cuñado, Luis Bolín, corresponsal en Londres, fue quien fletó el avión Dragon Rapide que llevó a Franco de Canarias a Marruecos el 18 de julio de 1936). Fue una de las primeras mujeres en acogerse a la ley del divorcio aprobada por la República, con el fin de contraer segundas nupcias con Hidalgo de Cisneros, relevante aviador republicano, que fue más tarde jefe de las Fuerzas Aéreas Republicanas. Constancia abrazó, junto a su marido, la causa republicana durante la guerra civil, ingresando en el Partido Comunista de España, y trabajando en la Oficina de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno republicano. Destacó en la vida intelectual madrileña, de la época anterior a la Guerra Civil, manteniendo posiciones feministas y relacionándose con escritores como Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí.
Por contraste Marichu de la Mora, que era amiga personal de José Antonio Primo de Rivera y de su hermana Pilar, formó parte del núcleo inicial de Falange y durante la guerra civil contribuyó a organizar la Sección Femenina en la zona sublevada.

Tras la guerra

Durante la última parte de la guerra civil Constancia de la Mora vivió durante varios meses en Barcelona, acompañando a las fuerzas republicanas en su retirada final hacia los Pirineos, separándose allí de su esposo que volvió a España para contribuir a la defensa del último reducto republicano. Constancia partió hacia Estados Unidos para recabar ayuda para la República. En América trabó amistad con Eleanor Roosevelt, Ernest Hemingway, Jay Allen, Paul Elliot y Martha Gellhorn, a alguno de los cuales ya había tratado en España. A los 33 años escribió en inglés su autobiografía (In place of Splendor), publicada en Nueva York. En 1939 se instaló en México, exiliada, donde perteneció a la Unión de Mujeres Españolas, que recogía fondos para los presos antifranquistas, y más tarde a la Junta del Comité de Ayuda a los Refugiados. Hasta que terminó la segunda guerra mundial, en 1945, no pudo reunirse con su hija, que fue una de las niñas evacuadas a Rusia durante la Guerra Civil. Y en enero de 1950, la víspera de cumplir 44 años, Constancia murió en un accidente de tráfico en Guatemala.
Pablo Neruda, gran amigo suyo, asistió a su entierro, pronunciando un sentido discurso que comenzaba:

“Constancia, tu partida nos ha caído en medio del corazón y en medio de nosotros como un rayo negro, como una sombra terrible”… Pablo Neruda (ante la tumba de Constancia en Cuernavaca, Morelos)
Por contraste, Marichu de la Mora y Maura, se convirtió en una relevante política, escritora y periodista en la España posterior a la guerra civil. Solo era un año más joven que su hermana Constancia, y ambas recibieron idéntica educación, en los mismos centros de enseñanza, pero sus destinos fueron muy distintos.

Marichu de la Mora se casó en 1929 con Tomás Chávarri y Lignes, siendo uno de sus hijos el director de cine Jaime Chávarri. Antes de la guerra colaboró estrechamente con Pilar Primo de Rivera en la organización de la Sección Femenina, quien la nombró secretaria de la organización. Posteriormente fue delegada nacional de Prensa y Propaganda. Dirigió la revista Y en la que colaboraron escritores y poetas falangistas relevantes como Eugenio d’Ors, Dionisio Ridruejo, Eugenio Montes, etc. y, según muchos informadores, fue la mujer que inspiró a Dionisio Ridruejo gran número de sus poemas.
Fue la primera mujer española con carné de periodista. Junto con la princesa Smijlia, promovió en Ibiza la moda ad-lib y fue la primera presidenta del Círculo de Escritores de Moda. Además de colaboradora del diario Madrid, fue subdirectora de La Actualidad Española y colaboró con Semana cuando era director el académico Manuel Halcón.
Marichu de la Mora falleció en su casa de La Mata del Pirón, en Segovia, el 1 de noviembre de 2001, a los 94 años de edad.

Doble esplendor

La autobiografía de Constancia de la Mora, Doble esplendor, constituye un interesante documento sobre la historia de una mujer española en la primera mitad del siglo XX, concretamente sobre la vida de una mujer que se rebela contra las convenciones sociales propias de su clase. Comienza una mañana de marzo de 1931 cuando una joven de la alta sociedad española que regresa a Madrid procedente de Málaga, que acababa de separarse de su marido y venía dispuesta a "empezar una nueva vida", se da cuenta de que "España entera se disponía a hacer algo muy parecido", al proclamarse la República.
La primera parte del libro describe cómo una joven de la aristocracia madrileña se convierte en una rebelde con simpatías republicanas, enfrentada a su familia, se refugia en la amistad de intelectuales como Zenobia Camprubí o Juan Ramón Jiménez, y se casa por lo civil con un oficial de aviación republicano.
La segunda mitad del libro contiene un relato minucioso de la guerra civil española vista desde una perspectiva comprometida, incluyendo sucesos de Madrid, Alicante, Valencia y Barcelona, ciudades donde la autora vivió durante la guerra.
El libro es citado por autores anglosajones de la talla de Edward Malefakis, Gabriel Jackson, Burnett Bollotten o Hugh Thomas, pero es menos conocido en España porque su primera edición (1939) fue publicada en Estados Unidos,​ en inglés. Educada en Inglaterra, Constancia de la Mora hablaba un buen inglés, por haber pasado una larga temporada en Cambridge, pero algunos investigadores sostienen que para escribir el libro Constancia contó con la colaboración de una periodista norteamericana.
In place of Splendor: the autobiography of a Spanish woman consiguió una gran aceptación por parte de los lectores y los críticos, y fue traducido a numerosos idiomas. Richard Collins intentó su adaptación cinematográfica en 1946, con el mismo título que el libro, aunque con menos éxito.
Cuando Constancia de la Mora se estableció en México, escribió la versión española del libro (Doble esplendor) que fue publicada en dicho país. También se hicieron traducciones al francés, alemán, italiano, checo,rumano y ruso, pero la obra tuvo una mínima difusión en España por la situación política. En 1977 se hizo una edición española, que no se reeditó. En 2004, se publicó una nueva edición en España, con prólogo de Jorge Semprún Maura.

Memoria de Constancia de la Mora

En los últimos años se han publicado varios libros sobre Constancia de la Mora, y también sobre su esposo Ignacio Hidalgo de Cisneros. "La roja y la Falangista. Dos hermanas en la España del 36", de Inmaculada de la Fuente, que narra dos vidas enfrentadas, las de Constancia y Marichu de la Mora Maura. "Constancia de la Mora. Esplendor y sombra de una vida española del siglo XX", de Soledad Fox Maura, traducción de una obra editada en Estados Unidos. En realidad se han publicado en inglés dos ediciones con distinto título, "Constancia de la Mora, in war and exile", en 2007 y "A spanish woman in love and war", en 2011, ambas de Soledad Fox. "Dos aristócratas republicanos. Constancia de la Mora y Maura e Ignacio Hidalgo de Cisneros", de Arturo del Villar. 

“Dos mujeres modernas: Isabel Oyarzábal Smith (1879-1974) y Constancia de la Mora Maura (1906-1950)", en Memoria, escritura y voces de mujeres, Universidad de Málaga, 2011. El propio "Doble esplendor", reeditado en España en 2004. Y las memorias de su esposo Hidalgo de Cisneros, "Cambio de rumbo", publicadas en el extranjero en dos tomos, en 1961 y 1966, que no fueron reeditadas en España hasta 1977. Sobre su esposo se ha filmado recientemente un documental, "Camarada General", que también se refiere a Constancia de la Mora.

En la localidad de San Juan, en Alicante, el Ayuntamiento ha dado el nombre de Constancia de la Mora a una calle, en conmemoración a la labor que realizó durante la Guerra Civil en la evacuación y el cuidado de niños para protegerles de los bombardeos. El homenaje a Constancia de la Mora fue aprobado en el pleno 3 de abril de 2004, y recuerda la época en que Constancia se estableció en Sant Joan al cuidado de los niños evacuados de Madrid, que se instalaron en la finca Villa Amparo. Posteriormente, Constancia también instaló y atendió en San Juan una residencia para aviadores heridos en combate.

Cuando se reeditó "Doble esplendor", Rafael Alberti le dedicó a Constancia de la Mora un poema, en el que revivía los años de lucha común por la libertad :

"Constancia de la Mora, compañera y amiga:
tantos años pasados y aquí estás nuevamente,
aquí tu vida clara, el difícil camino
valeroso, leal y puro que elegiste.

Tantos años pasados pero que no han pasado.
Revives en tu ejemplo y contigo el de España,
aquel pueblo sencillo viril que acompañaste,
miliciana hasta el día de tu imprevista muerte.

Que no fue servidumbre a temores oscuros
la de tu corazón en las horas amargas.
Fue amor, ciega esperanza, entrega luminosa,
hasta borrar las huellas próceres de tu origen."


La herencia de Connie

Connie, como era conocida Constancia de la Mora por sus amigos americanos, se instaló definitivamente en México, porque por su militancia comunista le fue denegado el visado cuando quiso regresar a Estados Unidos. En México tradujo su obra al español, y la publicó con el título "Doble esplendor". Dedicó gran parte de sus esfuerzos a apoyar a los exiliados de la República y a los presos políticos que se encontraban en las cárceles españolas.
Su marido, Ignacio Hidalgo de Cisneros, se reunió con ella en México, pero finalmente se separaron en 1941 y él regresó a Europa, donde continuó realizando una relevante actividad política, como dirigente del Partido Comunista en el exilio, hasta su fallecimiento en 1966.
Su hija se reunió con ella en México en 1945, cuando terminó la segunda guerra mundial, y la acompañó hasta su fallecimiento. Luli Bolín de la Mora, se casó en México con Severiano Caraballo, y tuvieron ocho hijos. Una de las hijas de Luli, María Constancia Caraballo Bolín, (Cony), nieta de Connie, siguió los pasos de su abuela como mujer rompedora y revolucionaria. Era una mujer estudiosa, inteligente, filósofa, con estudios en la Sorbona de París, poliglota, profesora en la Universidad de Colima, integrante del Círculo de Estudio y Reflexión (CER). 

También una mujer consciente, valiente, convencida y acomodada económicamente, que, siguiendo la herencia de su abuela, se transformó en militante revolucionaria y guerrillera urbana al principio de los años setenta del siglo XX, siendo finalmente una de las personas dadas por "desaparecidas", con ocasión de sus enfrentamientos con el Gobierno mexicano, en diciembre de 1973.








La agitada vida de Constancia de la Mora.

La nieta de Antonio Maura narra en 'Doble esplendor' cómo pasó de ser una niña rica a militar en el partido comunista

Constancia de la Mora terminó de escribir Doble esplendor (Gadir) en julio de 1939 en Nueva York. En él cuenta su vida (hasta ese momento). Cuenta, por tanto, su salida de España cuando las tropas franquistas avanzaban como una apisonadora sobre Cataluña y la gente salía como podía hacia Francia, hacia el exilio, hacia cualquier parte. La guerra no había terminado aún, pero como si lo hubiera hecho: todo era desolación, pérdida, dolor, todo era derrota.
Había nacido en enero de 1906, un día que hacía frío en Madrid. Murió en 1950 en Guatemala atropellada por un coche. La vida de Constancia de la Mora fue corta. Le tocó habitar la España de principios de siglo en una familia acomodada. Un ambiente cerrado, atento a naderías, donde reinaba el aplastante código de las buenas maneras y los temores hacia la vida que generaba una Iglesia poderosa y que mangoneaba en los aspectos más íntimos del día a día.
Esta mujer era nieta de Antonio Maura, jefe del Partido Conservador y varias veces presidente del Gobierno con Alfonso XIII. La educaron para ser impecable, pero no terminó de encontrarse a gusto y siendo adolescente viajó a Londres en 1920 para salir de la atmósfera asfixiante de la España de entonces. Volvió en 1923, reclamada por su familia para cumplir con la obligación de casarse: eligió a un hombre que parecía moderno, se instalaron en Málaga, tuvieron una hija. Pero aquello fue un desastre, llegó un momento en que no tenían nada que decirse.
Con la llegada de la República en 1931, Constancia de la Mora participó del fervor de una sociedad que cambiaba profundamente. Se enamoró de Ignacio Hidalgo de Cisneros (que luego sería el jefe de la aviación republicana durante la guerra), con el que se unió cuando pudo divorciarse, y se implicó a fondo en las tareas de transformación social que se desencadenaron entonces. La gente de la clase en la que había nacido la miraba con desconfianza.
El hispanista Edward Malefakis, Miguel Núñez (un antiguo combatiente en la guerra civil que padeció cárcel en el franquismo y que fue diputado con el PSUC cuando llegó la democracia) y la historiadora y diputada Mercedes Cabrera (a través de un texto que leyó Javier Santillán, editor de Gadir, porque ella no pudo asistir) presentaron en Madrid Doble esplendor, la autobiografía de Constancia de la Mora.
Recordaron las peripecias de su vida, hablaron de la fuerza expresiva de su libro, reconstruyeron los intensos dramas que vivieron los hombres y mujeres de una España que se rompió en 1936 con el alzamiento y la Guerra Civil. Constancia de la Mora, que ya militaba entonces en el Partido Comunista, defendió con uñas y dientes la República ante el avance del fascismo. Todos coinciden en señalar que ese periodo es el que está más cargado de contenidos políticos de todo su libro. No es casual: trabajó como responsable de prensa del Gobierno republicano y, como todos los comunistas, se empeñó en ganar la guerra por encima de todo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 2005

Biografía de Real Academia Historia.

Mora y Maura, Constancia de la. Madrid, 27.I.1906 – Guatemala, 26.I.1950. Jefa de la Oficina de Prensa Extranjera del Gobierno republicano durante la Guerra Civil, miembro del Partido Comunista de España, escritora.

Constancia de la Mora y Maura dio sus primeros pasos en un edificio de la madrileña calle Génova conocido como el palacete Gamazo. Era la hija primogénita de Germán de la Mora Abarca, presidente de la compañía Electra, y de Constancia Maura Gamazo. Nieta, por tanto, de Antonio Maura y Montaner, el ministro conservador y presidente del Consejo predilecto de Alfonso XIII antes del golpe militar de Miguel Primo de Rivera, Constancia de la Mora creció en un entorno privilegiado. En su interior se agitaba, sin embargo, una rebeldía y una capacidad de transformación que iban a desembocar más adelante en un compromiso ideológico con la Segunda República y en un destino alejado de su origen.

Después de unos años en manos de institutrices inglesas e irlandesas, en 1915 asistió al Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Madrid, un centro de elite para niñas inspirado en el ideario de los jesuitas.

A los catorce años, sus padres le permitieron completar estudios en un internado de Cambridge regentado por religiosas católicas, el St. Mary’s Convent.

Allí permaneció desde 1920 a 1923. La joven De la Mora definió el tiempo de Cambridge como el período más feliz de su infancia y adolescencia. La nieta de Maura se sintió afín a aquella atmósfera brumosa y reglada en la que la individualidad progresaba y se avistaban horizontes de independencia. De la Mora pidió a sus padres prolongar su estancia inglesa con un pretexto innovador: trabajar en una tienda de modas londinense, no en vano había visto a jóvenes inglesas acomodadas ganarse la vida, algo insólito en la alta burguesía española. Su familia rechazó la propuesta y Constancia, a quien llamaron Connie desde su estancia en Reino Unido, volvió a Madrid para ser presentada en sociedad.

Su regreso coincidió con las secuelas de la derrota de Marruecos y las consiguientes críticas a la denominada dictablanda de Primo de Rivera. En mayo de 1926, contrajo matrimonio con Manuel Bolín y se instaló con él en Málaga, donde nació su hija María Lourdes (Luli). Bolín mantuvo de casado un estilo de vida ocioso y mundano y el matrimonio se separó. De la Mora se trasladó a Madrid, pero en vez de residir en casa de sus padres, como era habitual entre las hijas de clase alta que se separaban, alquiló su propia casa para vivir con su hija y empezó a trabajar en la tienda de Arte Popular de Zenobia Camprubí, esposa de Juan Ramón Jiménez. Fue el comienzo de su metamorfosis: “Llegué a Madrid en marzo de 1931 para empezar una nueva vida, y me di cuenta de que España entera se disponía a hacer algo muy parecido”, cuenta en su autobiografía.

Al tiempo que se identificaba con la naciente República, conoció a Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro, un militar de aviación de lealtades republicanas.

Pocos meses después, De la Mora se convertiría en la primera española de clase alta que estrenaba la recién aprobada Ley del Divorcio de 1932 para volver a casarse con Hidalgo de Cisneros. A esta boda, convertida en piedra de escándalo para los conservadores y en símbolo para los progresistas, asistieron los ministros Indalecio Prieto y Marcelino Domingo y el poeta Juan Ramón Jiménez.

De la Mora residió en Roma y Berlín de 1933 a 1935, al ser nombrado Hidalgo de Cisneros agregado de aviación en ambas embajadas españolas. A raíz del golpe militar de julio de 1936, Constancia y su marido se pusieron a disposición de la República y radicalizaron sus posiciones. En el otoño de 1936, ingresaron en el Partido Comunista. En los primeros meses del enfrentamiento civil, De la Mora se ocupó de evacuar niños de orfanatos madrileños a las colonias de Alicante y fundó un hospital de descanso para militares convalecientes. Más tarde se encargó de la Oficina de Prensa Extranjera y de la censura de la información que mandaban los corresponsales a sus respectivos países.

Figura poliédrica, cuando la derrota republicana era inminente, viajó a Nueva York para solicitar ayuda. Allí le sorprendió la victoria franquista. De la Mora publicó ese año In place of Splendor (Doble esplendor. Autobiografía de una mujer española), un vivo relato de su infancia y juventud “en la España tradicional” y de su despertar durante la República. A finales de 1939 se instaló en México, donde dedicó sus esfuerzos a los refugiados y trabajó como secretaria y traductora en la Embajada soviética. Su muerte, acaecida en un accidente de tráfico en Guatemala en 1950, la víspera de cumplir cuarenta y cuatro años, cerró de modo trágico una vida de leyenda.

 

Obras de ~: In place of Splendor: the autobiography of a Spanish woman, New York, Harcourt, Brace and Co., 1939 (London, Michael Joseph, 1940; 1.ª ed. en español: Doble esplendor. Autobiografía de una mujer española, México, Atlante, 1944 [Cuba, Venceremos, 1966; Barcelona, Crítica, 1977; Madrid, Gadir, 2004; pról. de J. Semprún, Madrid, Marcial Pons, 2017]); con A. Seghers, Tell the story of the Joint Anti-fascist Refugee Committee, New York, Alba (Archivos de la Brigada Abraham Lincoln); Mexico is theirs (inéd.).

 

Bibl.: A. Barea, La forja de un rebelde, México, Ediciones Montjuich, 1959; P. Neruda, Confieso que he vivido, Barcelona, Seix Barral, 1974, págs. 223-224; J. R. Jiménez, “Un esplendor confuso”, en Guerra en España, ed., introd. y notas de Á. Crespo, Barcelona, Seix Barral, 1985, págs. 316-322; Z. Camprubí, Diario 1. Cuba (1937-1939), Madrid, Alianza, 1991; E. Poniatowska, Tinissima, México, D.F., Era, 1992 (2003); P. V. Greene, “Constancia de la Mora’s In place of Splendor and the persistence of Memory”, en Journal of Interdisciplinary Literary Studies (University of Nebraska-Lincoln), 5. 1. (1993); Z. Camprubí, Diario 2. Estados Unidos (1939-1950), Madrid, Alianza, 1995; A. Arnáiz, Retrato hablado de Luisa Julián. Memorias de una guerra, Madrid, Compañía Literaria, 1996; N. Samblancat, “Navegando contra Leteo. La memoria transterrada: Constancia de la Mora y Clara Campoamor”, en M. Soler (ed.), El exilio literario español de 1939. Actas del primer congreso internacional (Bellaterra, 27 de noviembre-1 de diciembre de 1995), vol. I, Sant Cugat del Vallès, Associació d’Idees/GEXEL (Serpa Pinto, 1), 1998; B. Bravo Cela, “Doble esplendor de Constancia de la Mora: La idealización de la II República española”, en M. Aznar Soler (coord.), Las literaturas del Exilio Republicano de 1939, Actas (VI-II) del II congreso internacional, vol. 1, Bellaterra, 1999; I. Martínez de Pisón, Enterrar a los muertos, Barcelona, Seix Barral, 2005; I. de la Fuente, La roja y la falangista: Dos hermanas en la España del 36, Barcelona, Planeta, 2006; S. Fox Maura, Constancia de la Mora. Esplendor y sombra de una vida española del siglo XX, trad. de L. Depestre, pról. de P. Preston, Sevilla, Renacimiento, 2008; A. Quiles Faz, “Dos mujeres modernas: Isabel Oyarzábal Smith (1879-1974) y Constancia de la Mora Maura (1906-1950)”, en M.ª J. Jiménez Tomé y A. Quiles Faz (eds.), Memoria, escritura y voces de mujeres, Málaga, Universidad, 2011 (col. Atenea. Estudios sobre la mujer, 74), págs. 93-118; I. de la Fuente, “Los múltiples espejos de Constancia de la Mora Maura”, en Revista de Occidente, n.º 390 (noviembre de 2013), págs. 65-81; S. Fox Maura, Connie. Biografía de Constancia de la Mora, pról. de P. Preston, Sevilla, Renacimiento, 2017; M. Aznar Soler y J. R. López García (eds.), Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 3, Sevilla, Renacimiento, 2016, págs. 354-355.

Mora y Maura, María de la. Marichu de la Mora. Madrid, 8.V.1907 – Sotosalbos (Segovia), 1.XI.2001. Escritora, periodista y enfermera.

Nieta de Antonio Maura, compaginó la vocación literaria con la educación de sus cinco hijos, uno de los cuales es el conocido director cinematográfico Jaime Chávarri.
Fue secretaria general de la Sección Femenina durante la ausencia de Dora Maqueda que permanecía aún en zona frentepopulista tras el comienzo de la Guerra Civil.
Cuando Dora se reincorporó, Marichu de la Mora se hizo cargo de la Regiduría de Prensa y Propaganda, desde donde fundó y dirigió a partir de 1936 la revista de la Sección Femenina Y. Además, fue directora de La Moda en España y de Ventanal, también de la Sección Femenina.
Fue miembro desde 1943 de la Asociación de la Prensa. Dentro de su dilatada carrera profesional (trabajó hasta los setenta años), colaboró asiduamente en las revistas Semana y La Actualidad Española y en el diario Madrid. Destacó por su extensa obra y labor periodística, dedicada casi exclusivamente a temas de la mujer. La Moda en España recoge numerosos artículos de sociedad firmados por Marichu de la Mora. Muy populares fueron también sus diálogos de Radio Nacional, calificados por Isabel Calvo de Aguilar de breves e ingeniosos.

Es autora de Condesa de Bureta (1945) y El gran sueño de Laura (1960). Escribió también cuentos infantiles, como “La vuelta al mundo de Consuelito y Verdeola” (inserto en la revista Y durante el año 1938) y La venganza del mar: cuento fantástico (1939). Tradujo Cómo educar y cuidar a tu marido de Marianne Antoine (1966).

Sus cuentos y relatos se encuentran dispersos por los principales semanarios y revistas madrileñas, tales como La Moda en España, revista Y, Ventanal, entre otros.

 

Obras de ~: “La vuelta al mundo de Consuelito y Verdeola”, en la revista Y, serie (1938); “Pena de daño y pena de sentido o las checas de Barcelona”, en Y, n.º 14 (marzo de 1939), pág. 11 (reed. en I. Díez, Antología de cuentistas madrileñas, Madrid, Ediciones La Librería, 2006, págs. 107-109); La venganza del mar: Cuento fantástico, Madrid, Hymsa [¿1939?]; “Cenicienta 1941”, en J. Romo, Cuentistas españoles de hoy, Madrid, Editorial Febo, 1944, págs. 195-201; Condesa de Bureta, Madrid, Editora Nacional, 1945; “Aquel recuerdo”, en Ventanal, n.º 3 (abril de 1947), págs. 8 y 26; “Una historia cualquiera (relato)”, en La Moda en España (revista de modas, sociedad, arte y decoración), n.º 135 (noviembre de 1950), págs. 16-17; “Bodas de plata”, en I. Calvo de Aguilar, Antología biográfica de escritoras españolas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1954, págs. 601-609; El gran sueño de Laura, Barcelona, Ferma, 1960; M. A. Florence Rémy, Cómo educar y cuidar a tu marido, trad. de ~, Barcelona, Moguer, 1966.




Los Maura: una estirpe española de intelectuales con espíritu independiente.


La familia Maura es una de las dinastías más conocidas en la historia de nuestro país. Desde el político liberal-conservador Antonio Maura (1853-1925), cinco veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII, hasta la actriz Carmen Maura, una de sus descendientes vivas más populares, han sido muchos los nombres que, en virtud de su apellido, han conformado la historia política y cultural de España. A propósito de la reciente publicación de La isla del ayer (Renacimiento), las memorias de Manuel Maura Salas, hijo del pintor Francisco Maura y sobrino del mencionado político, y con la ayuda de la escritora Soledad Fox Maura, encargada de la edición del manuscrito, completamos la genealogía de esta familia de origen mallorquín.
El carácter se adquiere y el apellido se arrastra. La identidad es ineluctable, nadie puede escapar de sus raíces. Pero las familias convergen y nacen nuevos nombres, individuos que construyen su propia personalidad, no siempre en la misma dirección de los valores que asentaron sus antepasados. Al calor del apellido Maura, los descendientes albergan la historia de una familia imprescindible en la vida pública de nuestro país desde que en 1853 naciera Antonio Maura. Cinco veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII, su nombre ha marcado el recorrido de toda una dinastía, testigo de los hechos más trascendentales en España desde el último tercio del siglo XIX.
Es conocido el linaje aristocrático de los Maura, pero no todos saben que su origen es burgués. Bartolomé Maura y Margarita Montaner, los padres de Antonio Maura, eran propietarios de una tenería en la calle Calatrava de Palma de Mallorca, la cuna familiar. No hay nada distinguido en el recuerdo que evoca Manuel Maura Salas (Palma, 1892) en La isla del ayer, las memorias estivales de su infancia en Mallorca, cuando se refiere al hedor insoportable que desprendían las reses muertas, listas para curtir sus pieles. La escritora Soledad Fox Maura, nieta del autor y encargada del rescate del manuscrito, recuerda cómo su abuelo nunca mostró pudor alguno en asumir sus orígenes. Así, el libro presenta numerosas alusiones a personas allegadas a la familia, procedentes de un estatus social inferior, por las que manifiesta un profundo respeto.
La isla del ayer (Renacimiento) es un canto melancólico a la infancia perdida. Manuel Maura debió escribir estas memorias en la década de los 50, casi medio siglo después de los acontecimientos que en ellas se narran, escandalizado por aquello que llamaban 'turismo' y que, según Maura Salas, se trataba de "una invasión incruenta, pero invasión al fin y al cabo". El autor, que exhibe una prosa deliciosa y cargada de lirismo muy acorde con el contexto espacial, lamenta cómo el progreso se había llevado por delante la esencia de su isla, desde el paisaje -evoca los pinares de Bellver como "un paraje entonces apenas profanado"- hasta sus tradiciones: numerosas referencias en el libro a las cocas y otros elementos gastronómicos propios de Mallorca.
Antonio Maura fue testigo de todo lo narrado por su sobrino en La isla del ayer, un texto veraniego que evoca los momentos más felices de la infancia: la caza, la pesca, los baños junto a la casa de Porto Pi, los paseos por el campo, las visitas a la refinería... Durante las pocas escapadas que su cargo como cabeza del gobierno le permitían, el presidente formaba un gran equipo junto a su sobrino y el pintor Francisco Maura, padre de Manuel y hermano de Antonio. Les unía una hermosa relación fraternal y aficiones comunes como la pintura y la fotografía. Si hubiera escrito Antonio sus memorias coincidiría con su sobrino en el amor profesado hacia la isla de Palma. Habría de contar su llegada a Madrid sin saber prácticamente una palabra de castellano y cómo sus compañeros de colegio se burlaban de su acento mallorquín.
Antes su madre, Margarita Montaner, había educado a todos sus hermanos en el sacrificio del trabajo para que "el hijo elegido" pudiera cursar sus estudios en Madrid. El tiempo confirmaría que había acertado en su apuesta. Su primera intención fue estudiar ciencias pero pronto comprendió que la estabilidad económica que su familia demandaba pasaba por la jurisprudencia. Estudió Derecho poco antes de casarse con Constancia Gamazo, descendiente de una familia de industriales. De la mano de su cuñado Germán llegó a las filas del Partido Liberal Fusionista, dirigido entonces por Sagasta, en plena Restauración borbónica. Tras el asesinato de Cánovas del Castillo, Francisco Silvela dirigió el Partido Liberal Conservador hasta la llegada de Maura, que asumiría el cargo de Presidente del Consejo de Ministros con la confianza del rey.
Desde 1903 hasta 1922, coincidiendo con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, Antonio Maura fue presidente hasta en cinco ocasiones. Su política, conservadora, se basaba en la "reforma del sistema desde arriba" y propuso la descentralización administrativa con el objetivo de eliminar la oligarquía y el caciquismo, lo que le granjeó no pocos enemigos. La Semana Trágica de Barcelona en 1909, que le costó el puesto tras la represión contra las manifestaciones que protestaban por el sistema de reclutamiento de tropas para la Guerra de Marruecos, fue el momento más difícil de su vida política, por no hablar de los intentos de asesinato que contra él perpetraron los anarquistas. Con todo, su figura política hoy tiene más partidarios que detractores.
No es hasta el ascenso político de Antonio Maura, la figura central del árbol genealógico, cuando puede enmarcarse a la familia en la aristocracia española. Manuel Maura recuerda en sus memorias la llegada del primer automóvil a Mallorca y cómo su tío apareció un día con uno de los primeros Mercedes -"de amplias proporciones", subraya en el texto- que se vieron en España. El primer ducado que asumió la familia fue concedido por Alfonso XIII a Antonio Maura, pero éste lo rechazó y pasó a su hijo Gabriel. Desde este momento, los Maura-Gamazo es una de las estirpes predominantes en la vida pública española, con relaciones en las más altas esferas políticas y financieras.
Jaime Pérez-Maura, bisnieto de Antonio Maura -nieto del duque Gabriel-, contrajo matrimonio con Elena García Botín, prima del mítico director del Banco Santander. Fruto de este matrimonio nació el periodista Ramón Pérez-Maura, el tercero de los hijos. Desde 1989 forma parte del diario ABC y en el año 2000 pasó a ser adjunto al director. Su tío, Ramiro Pérez-Maura, es heredero del ducado e hijo del matrimonio entre Gabriela Maura y Ramiro Pérez de Herrera, que poseen una de las fortunas más importantes del país. Fue embajador español en diez países desde 1982 hasta el 2000.

Los 'descarriados'

Es procedente retroceder en el tiempo para dar cuenta de que no todos los miembros del linaje Maura adoptaron posturas conservadoras ni asumieron posiciones políticas y sociales como las mencionadas hasta el momento. Miguel Maura, el propio hijo de Don Antonio Maura -así se referían a él en su familia y en su entorno profesional-, pasó de ser monárquico a ser republicano ("Abran a la República", diría), aunque militó en el Partido Conservador, llegando a ser Ministro de Gobernación durante la II República. No obstante, los casos más radicales corresponden a los sobrinos de Miguel: Jorge Semprún (1923-2011) y Constancia de la Mora (1906-1950), hijos de sus hermanas Susana y Constancia Maura, respectivamente. Ambos son ejemplos de trasgresión y valentía para sobreponerse a la moral implantada por una familia tan tradicional.
En el libro Ida y vuelta. La vida de Jorge Semprún, publicado en la editorial Debate, Soledad Fox Maura elabora un completísimo perfil sobre la figura del nieto de Antonio Maura. Hijo de Susana Maura y José María Semprún, Jorge no asumió los preceptos familiares bajo los que fue educado, "en un entorno acogedor y lleno de facilidades", según señala la escritora en el libro. Su exilio en Francia tras el estallido de la Guerra Civil española lo llevó a unirse a la resistencia francesa, por lo que fue capturado por la Gestapo y deportado a Buchenwald, un campo de concentración nazi. Aquella experiencia fue narrada en algunos de sus libros cuando, años más tarde, triunfó como escritor y fue reconocido con numerosos premios de gran prestigio.
Antes militó en el Partido Comunista Español, tomó el nombre de Federico Sánchez para el desempeño de su cargo como agente clandestino y fue expulsado en 1963 por desavenencias con la dirección. En los años inmediatamente posteriores fue nominado al Oscar de la Academia de Cine Norteamericana como guionista en películas dirigidas por Alain Resnais y Costa-Gavras. Francia siempre fue la patria que mejor lo acogió, pero cuando Felipe González lo llamó para ser ministro de Cultura en 1988, aceptó y ocupó el cargo hasta 1991, aunque nunca llegó a ser militante del PSOE.
El nombre de Constancia de la Mora, "Connie", ha sido relegado a las páginas más intrascendentes de los libros de historia. Sin embargo, leyendo su biografía no cabe la menor duda de que fue una figura importante en la primera mitad del siglo XX español. Su nombre alcanzó el momento de mayor celebridad tras la publicación de sus memorias como directora de la Oficina de Prensa Extranjera durante la II República. In Place of Splendor, que se convirtió en libro de culto en Estados Unidos, narra los contactos de Connie con los periodistas internacionales como Hemingway que cubrían la guerra: vales para gasolina, pases para el frente, etc.

La familia Maura Salas

"La causa republicana dependía de que el mundo se enterara de los hechos", dijo, por lo que era necesario mantener buenas relaciones con la prensa. 
Al mismo tiempo que su labor profesional y política resultó trascendental -tras la guerra se encargó de ayudar a los refugiados políticos en campos de concentración franceses-, Constancia de la Mora rompió con todos los moldes que exigía la moral machista que imperaba en su época. El divorcio de la nieta de Antonio Maura fue uno de los primeros en España y su trabajo en una tienda de muebles y artesanía junto a Zenobia Camprubí, la esposa de Juan Ramón Jiménez, supuso un escándalo en la familia.
La personalidad de la hermana de Connie, Marichu de la Mora, sí se correspondía con la actitud conservadora de la familia. Perteneció a la Sección Femenina durante el franquismo, época en la que tuvo cinco hijos. Uno de ellos es el aclamado director de cine Jaime Chávarri, que siempre ha mostrado especial interés por las raíces familiares y el concepto de identidad. Muestra de ello son el documental sobre los Panero, la familia de poetas, y la película Bearn o la sala de las muñecas, una crónica costumbrista sobre la aristocracia mallorquina. Marisol Maura, hija de Manuel Maura Salas, alude a la película de Chávarri en el prólogo de La isla del ayer, las memorias de su padre.
La hija de Marisol, Soledad Fox Maura, ve en su madre a "la memoria histórica de la familia" y, como Chávarri, ha manifestado su inquietud por la identidad familiar a través de las biografías de Constancia de la Mora, publicada por Renacimiento, y la mencionada de Jorge Semprún. La edición de La isla del ayer, pasada a máquina por su tía Marisa, hermana de Marisol, es su proyecto más personal. "No quiero ser cómplice del silencio de las historias", dice quien ha crecido ante un discurso familiar que obviaba temas como el de la guerra civil o la posguerra.
"La investigación sobre la familia ha sido el eslabón que me ha llevado a otros muchos lugares, conocer mundo y situaciones fascinantes", asegura Soledad Fox Maura. 
Así, recuerda el momento en que conoció por primera vez en Nueva York a la actriz Carmen Maura, por quien siente una especial admiración. La actriz, bisnieta de Bartolomé Maura, hermano de Don Antonio, asegura que supo de su procedencia cuando comenzó su carrera y sus papeles excéntricos escandalizaron a la familia.
No es la única figura viva de la dinastía Maura que ha provocado más de un quebradero de cabeza a sus progenitores. Eduardo Maura, tataranieto del antiguo presidente, ostenta el acta de diputado en el Congreso como miembro de Podemos. 
"No hago política para estar a la altura de mi apellido", responde a quienes le recuerdan su linaje conservador. 
Su tío Fernando Maura ha pasado por tres formaciones políticas -Alianza Popular, PSOE y UPyD- hasta recalar en Ciudadanos. En la reciente moción de censura que acabó con el mandato de Rajoy, los diputados fueron nombrados por orden alfabético para que expresaran su conformidad o su negativa. Resulta curioso el momento en el que Fernando, de Ciudadanos, revela que "No" e inmediatamente después Eduardo, de Podemos, dice "Sí". Días más tarde Soledad Fox Maura se mostraba orgullosa de pertenecer a una familia llena de miembros "con un espíritu tan independiente".


Escudo de Armas de Maura.


Escudo del ducado de MauraBlasonadoEscudo cuartelado: 1º, en azur, una cruz de oro a todo trance, 2º, en plata, dos fajas de gules, 3º, en plata, cinco cetros de sable puestos en aspa, 4º, en azur, tres áncoras de oro bien ordenadas."

El ducado de Maura es un título nobiliario español que el rey Alfonso XIII concedió en 1930 al político e historiador Gabriel Maura Gamazo, ennoblecido en atención a los méritos de su padre Antonio Maura y Montaner, cinco veces presidente del gobierno. El escudo de armas del ducado de Maura se compone de un campo de plata con cinco cetros de sable puestas en palo, colocados en aspa por los 5 gobiernos de Antonio Maura y en campo de plata dos fajas de gules rojas, por los dos atentados contra su persona.
El matrimonio del I duque de Maura con Julia de Herrera y Herrera, V condesa de la Mortera, unió en la misma familia ambos títulos, usándose últimamente el condado de la Mortera por los primogénitos del duque de Maura.

Historia de los duques de Maura

Gabriel Maura y Gamazo (1879-1963), I duque de Maura.
Casó con Julia Herrera y Herrera, V condesa de la Mortera (1884-1968). Le sucedió su hijo:
Ramón Maura de Herrera, II duque de Maura (1912-1968), VI conde de la Mortera.
Casó con María de la Concepción Rivera de Azpiroz (f. 20.05.1987). Le sucedió su hermana:
Gabriela Maura de Herrera (1904-1972), III duquesa de Maura.
Casó con Ramiro Pérez de Herrera (f.1972). Le sucedió su hijo:
Ramiro Pérez-Maura de Herrera (1934-2001), IV duque de Maura, VII conde de la Mortera.
Casó con Doña Mercedes Lucía de la Peña y González-Camino (n.1937). Le sucedió su hijo:
Ramiro Pérez-Maura y de la Peña (n.1963), V duque de Maura, VIII conde de la Mortera. Actual titular.
Casó con Doña María de Cabanyes y Treviño (n.1965)


Comentarios

  1. UNA IMPORTANTE mujer española política, romántica y famosa, que murió joven, en centroamericana

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    1. Pues yo creo que como buena comunista goza del infierno, prefiero a su hermana Maricón,que también luchó, pero en el lado de Dios

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    2. Maricón Maura siempre luchó en lado de Dios

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