General Enrique Líster Forján; Pedro Prado Mendizábal.-a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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Pedro Prado Mendizábal Pedro Prado Mendizábal (Lugo, 29 de junio de 1902- Madrid, 21 de septiembre de 1985). Fue un marino y militar español. Nacido en Lugo en 1902, se diplomó como oficial del Cuerpo General de la Armada. En 1931, poco después de la proclamación de la Segunda República, fue ayudante personal del ministro Santiago Casares Quiroga. Desde febrero de 1936 fue secretario técnico del Ministerio de Marina,5 a las órdenes del ministro José Giral. Tras el estallido de la Guerra civil fue nombrado Jefe de operaciones navales de la Marina de guerra republicana.67 Se trasladó a Málaga, instaló su cuartel general en el hotel Cataluña, desde donde organizó las operaciones contra las plazas sublevadas del sur de España y norte de África. (Entre otras actuaciones, cabe destacar los bombardeos de Ceuta (25 de julio) y Algeciras (7 de agosto de 1936). Prado preparó una operación combinada terrestre-naval contra la bahía de Algeciras;8 9 A pesar de su insistencia y de tener sobre su mesa de operaciónes la totalidad de fuerzas que compodrían la operación: (De la ciudad de Málaga:Regimiento infantería Vitoria n.º 8, dos compañías de guardias civiles, dos de carabineros, dos de guardias de asalto y cuatro compañías de milicianos; acompañadas de seis mil efectivos integrantes de personal del Ejército, Guardia civil, carabineros y Marina provenientes de las fuerzas republicanas establecidas en el Levante español con la incorporación de diez aviones de bombardeo, cuatro cazas y cuatro de observación y la fuerza naval en la que se incluía el acorazado Jaime I, cruceros Libertad y Miguel de Cervantes, cinco destructores, cuatro mercantes y cuatro hidroaviones, esta, finalmente no tuvo lugar y los franquistas acabarían forzando el paso del Estrecho de Gibraltar. Por otro lado, durante las primeras semanas de la contienda Prado Mendizábal encontró una situación muy precaria en la organización de la armada. Llegó a establecer su puesto de mando en el crucero Libertad.11 Tuvo varios enfrentamientos con el ministro de Marina Indalecio Prieto, Prado se opuso frontalmente a la orden emitida por el ministro de enviar la Escuadra republicana al Cantábrio en septiembre de 1936. En noviembre de 1936 fue nombrado comandante del crucero ligero Méndez Núñez, mando que ejercería durante una parte de la contienda. Por una orden ministerial de Prieto con la intención de apartarlo de la Flota, donde poseía gran influencia entre las dotaciones, fue enviado en septiembre de 1937 hasta Francia para coordinar las reparaciones de los submarinos C-2 y C-4. Salió airoso de esta misión y los dos submarinos comandados por oficiales soviéticos pudieron regresar a Cartagena. En abril de 1938 fue nombrado jefe de Estado Mayor de la Armada republicana, cargo que ejerció hasta enero de 1939.15Destituido del cargo, pasó a formar parte del Estado Mayor Central, a los órdenes directas del general Vicente Rojo. En febrero de 1939 fue nombrado por el presidente del Consejo de Gobierno, Juan Negrín, como coordinador del paso del Ejército del Ebro a través de la frontera francesa. Persona de filiación comunista, tras el final de la contienda se exilió en la Unión Soviética. Fue alumno y después profesor en la Academia del alto Estado Mayor soviético Voroshílov. Tras el final de la guerra mundial, en 1948 abandonó el servicio militar con el rango de vicealmirante. Fue elegido miembro del Comité Central del Partido Comunista de España en 1954. Ejerció como bibliotecario en la Editorial de Lengua Extranjera de Moscú y fue el autor del primer diccionario PoliTécnico español-ruso. Posteriormente, en 1961 —tras el triunfo de la revolución cubana— se trasladó a Cuba como asesor militar junto a otros antiguos militares republicanos,a país donde empleó el nombre de «Juan Lamela».Permaneció en la isla caribeña durante algún tiempo. En el libro “Bajo cinco banderas. Biografía de Pedro Prado Mendizábal”, editado por la Editorial Siníndice, Luis Miguel Cerdera presenta un detallado estudio sobre la azarosa vida del personaje investigado, tanto en España como en otros países. Pedro Prado Mendizábal nació en Lugo en 1902. Su abuelo paterno, Joaquín Prado Seijas, era natural de Friol y su esposa, Dominga López Fernández, de Lugo capital. El matrimonio tuvo dos hijos, Manuel, que se quedó en tierras gallegas como agricultor, y Juan, padre de Pedro, que ingresó en el ejército ante las dificultades existentes por entonces para sobrevivir del campo. La madre de Pedro, María de la Esperanza Mendizábal, pertenecía a una familia tradicional navarra y contrajo matrimonio con Juan Prado López en Pamplona en 1892. La familia Prado-Mendizábal tendría diversas residencias motivadas por los distintos destinos del marido: A Coruña; Logoño, donde nacería el hijo mayor; Pamplona; Barcelona y Lugo. Residiendo en Madrid, a finales de 1918 Pedro Prado Mendizábal aprueba el ingreso en la Escuela Naval Militar. Se incorpora el 10 de enero de 1920 a la Escuela Naval de San Fernando en Cádiz, embarcando en diferentes buques hasta 1924. Como alferez de navío, participó hasta 1926 en numerosas acciones militares, destacando el desembarco de Alhucemas. Su formación militar continuó satisfactoriamente por aquellos años, destacando especialmente su adiestramiento en submarinos y barcos de guerra. De talante racional e ilustrado, su formación ideológica se fragua entre 1926 y 1930 con lecturas de textos políticos, complementados con poesías de autores españoles y latinoameticanos, lo que le llevaría a tener algunos problemas por sus posiciones progresistas y agnósticas. En su destino en la base naval de Cartagena conoció a Elisa Fernández Meroño, con quien contrajo matrimonio en 1928, fruto del cual nacieron tres hijos. Durante la Segunda República ocupó destacados puestos como Ayuntamte y Secretario del ministro de Marina, sorprendiéndole la sublevación militar en Madrid con el grado de teniente de navío. Como precisa igualmente el autor del libro, tras una destacada actuación, junto con otros compañeros, consigue mantener la mayoría de los buques a favor del Gobierno, por lo que sería nombrado Jefe de Operaciones navales de la Marina republicana. Su primer destino fue Málaga, donde se encontraba la mayor parte de la flota gubernamental. Con el control del estrecho, se consigue inicialmente mantener aisladas al grueso de las tropas africanistas, no pudiendo los militares insurgentes dar el salto por mar a la península y llevar a cabo el golpe fulminante que habían previsto. Sin embargo, la Orden de Indalecio Prieto de 21 de septiembre de 1936 de trasladar la Escuadra republicana al Cantábrico haría que el esfuerzo inicial de contención no tuviera posteriormente los resultados deseados. Después de las consecuencias nefastas de esa operación, se intentó culpar a Prado, que, como demuestra el autor del libro, se opuso abiertamente a la Orden de Prieto. Fue forzado a dimitr de su cargo y, tras varios destinos, fue enviado a Francia para encargarse de las reparaciones de los submanirinos C-2 y C-4. Tras remodelarse el Gobierno, Juan Negrín le designa Jefe de Estado Mayor de la Marina en abril de 1938 cuando la guerra estaba práctamente perdida. Su labor se aprecia igualmente en la fase final de la contienda, ya que es nombrado Coordinador del Ministro de Defensa, a las órdenes directas del general Vicente Rojo, para organizar el paso a Francia de las tropas republicanas. Una vez finalizada la Guerra Civil, Prado marcha a Francia y consigue localizar a su esposa e hija. Seguidamente, se exilia en Rusia donde estaban sus otros dos hijos, a los que había enviado con anterioridad ante los constantes y brutales bonbardeos franquistas sobre Barcelona. Se integra plenamente en aquel país por pertener al Partido Comunista, al que se había afiliado durante la Guerra Civil por considerarlo como el más idóneo para luchar contra el nacismo y el fascismo. Primero fue alumno y luego llegó a profesor de la prestigiosa Academia Militar del Alto Estado Mayor, “Voroshílov”. Posteriormente, ostentaría los cargos de capitán de navío de la flota soviética durante la II Guerra Mundial y miembro del Sevicio de Inteligencia de la Marina. En 1948, Pedro Prado al ser retirado de las filas del ejército soviético, al igual que otros españoles, desempeña el cargo de Bibliotecario en la Biblioteca Estatal de Literatura Extranjera, participando en la edición de varios diccionarios, tanto militares como uno politécnico español-ruso, gracias a sus conocimientos militares y a los cuatro idiomas que dominaba. En 1960 se traslada a cuba con su familia, donde permanecería dieciséis años. Allí sería profesor-instructor del Ejército y de la Marina, así como creador y director de la revista Información Técnica y Científica Naval. Tras diversas gestiones, Pedro Prado Prado Mendizábal pudo volver a España como exiliado en 1977, falleciendo en Madrid en 1985. El autor del libro ha basado su texto en adecuadas fuentes primarias de investigación que fundamentan el estudio llevado a cabo, incluyendo igualmente numerosas reproducciones de documentos y fotografías que ilustran la cuestión tratada. Entre ellas, el carnet del Ministerio de Defensa, Cuartel General de la Armada, reconociendo a Pedro Prado Mendizabal con la categoría de CAPITÁN DE NAVÍO RTD., documento que la familia recibió dos días después de su fallecimiento. Por último, cabe destacar que Luis Miguel Cerdera ha podido conocer a familiares directos del personaje analizado que le han ayudado en la investigación efectuada, especialmente a Jorge Prado Fernández, hijo de Pedro Prado Mendizábal, que ha realizado el Prólogo de la obra. Nota Situaciones. Orden Ministerial núm. 51/78 (D).—En virtud de expediente incoado al efecto, de acuerdo con lo informado por la Dirección de Justicia,y por hallarse comprendido en el artículo tercero. dos del Real Decreto-Ley 10/1976, de 30 de julio (D. O. núm. 177), se dispone que el ex Teniente de Navío don Pedro Prado Mendizábal pase a la situación de "retirado" a los efectos de percibir los haberes pasivos previstos en las Leyes de 12 de julio de 1940 y 13 de diciembre de 1943, quedando complementada en este sentido la Orden Ministerial de 22 de noviembre de 1939 (D. O. núm. 14), por la que fue dado de baja en la Armada. Madrid, 13 de enero de 1978. Por delegación: EL ALMIRANTE JEFE DEL DEPARTAMENTO DE PERSONAL, Fernando Moreno de Alborán y Reyna Excmos. Sres. . |
uno de grandes generales de guerra.
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