El Monte de El Pardo.-a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
El Monte de El Pardo es una zona boscosa situada al norte del municipio español de Madrid, en el que se encuentra totalmente integrado, junto con su apéndice, el Monte de Viñuelas. Supone más de la cuarta parte (el 26,4 %) del término municipal de la capital. Está considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid y uno de los mejor conservados de Europa, tanto en lo que respecta a su flora, con 120 especies catalogadas, como a su fauna, con aproximadamente 200 especies vertebradas. Se extiende alrededor del curso medio del río Manzanares, a lo largo de 16 000 hectáreas. A pesar de ello, su gestión corresponde enteramente al Patrimonio Nacional, organismo estatal que regula las posesiones que estuvieron en manos de la Corona, que mantiene una política altamente proteccionista y restrictiva en relación con el bosque. La Ley de 16 de junio de 1982, que define la actividad del Patrimonio Nacional, establece, en su artículo cuarto, su integración en la citada entidad. La mayor parte de su área (aproximadamente 15 100 hectáreas, el 94,4 % de la superficie total) se encuentra cercada, mediante una valla que recorre su perímetro, a lo largo de 66 kilómetros. La visita a esta zona está totalmente prohibida. Las 900 hectáreas restantes (el 5,6 %), donde se localizan algunas áreas urbanas como los barrios de El Pardo y Mingorrubio y deportivas como el complejo de Somontes, poseen un valor ecológico inferior. Aquí sí es posible el acceso, a través de diferentes sendas y caminos, habilitados a efectos recreativos. Además de su riqueza medioambiental, el Monte de El Pardo reúne un rico patrimonio histórico-artístico, fruto de su estrecha relación con la monarquía española. |
Situación del Monte de El Pardo en el término municipal de Madrid. |
Su utilización histórica como coto privado de caza por parte de varios reyes españoles —y también, en el siglo xx, por Francisco Franco— ha preservado sus valores medioambientales hasta nuestros días. A ello se une la citada existencia de una valla a lo largo de todo su perímetro, así como una gestión proteccionista caracterizada por la prohibición de las visitas en las zonas de máxima protección y la vigilancia permanente de las mismas, a manos de guardas forestales.
El Monte de El Pardo perteneció antaño al antiguo municipio de El Pardo. Actualmente es parte del distrito de Fuencarral-El Pardo, después de que la mencionada localidad fuera absorbida por Madrid.3 Sin embargo, el ayuntamiento madrileño no tiene potestad sobre el espacio que queda dentro de la valla, administrado íntegramente por Patrimonio Nacional. Sí, en cambio, sobre los lugares situados más allá de la tapia, mucho menos extensos y menos importantes en términos ecológicos.
Límites urbanos
El Monte de El Pardo limita al norte con los municipios de Tres Cantos y Colmenar Viejo, al noroeste con Hoyo de Manzanares y Torrelodones y al oeste con Las Rozas de Madrid. En los restantes puntos cardinales, la linde la marcan distintos barrios de la capital, entre los que destacan los de Valverde (distrito Fuencarral-El Pardo) y Aravaca (distrito Moncloa-Aravaca).
La carretera que une Torrelodones con El Pardo se corta en este punto, denominado Puerta del Hito, situado en la valla que rodea el perímetro del monte. |
Pese a ello, en los últimos años han surgido conjuntos residenciales construidos casi al borde mismo de la tapia, caso de Peñascales Tikal, en Torrelodones, y de algunas urbanizaciones de Aravaca.
Patrimonio arquitectónico
El convento del Cristo de El Pardo, desde el valle del río Manzanares. |
El Palacio Real ha servido de residencia temporal a varios monarcas españoles y, de forma estable, a Francisco Franco. Actualmente se utiliza como lugar de alojamiento para las visitas de Estado y para ciertos actos relacionados con la Casa Real. La Casita del Príncipe y el convento del Cristo de El Pardo (oficialmente, convento de los Padres Capuchinos), donde se conserva una talla de Gregorio Fernández, del siglo xvii, son otros edificios notables.
Pocos kilómetros hacia el sur, siguiendo la carretera que une esta localidad con la M-30, se sitúa el Palacio de la Zarzuela, cuyas obras se iniciaron en el siglo xvii, a iniciativa de Felipe IV, si bien el edificio actual es fruto de numerosas reformas y transformaciones posteriores. Es la residencia oficial de los reyes de España. En sus proximidades, se ha construido un palacete, donde viven los príncipes de Asturias.
En el Monte de Viñuelas —adscrito al Monte de El Pardo—, cerca de la linde con Tres Cantos, está el castillo del mismo nombre, cuyas primeras referencias datan del año 1285.
Historia
Jabalíes en El Pardo. Los reyes españoles frecuentaban el lugar atraídos por su riqueza cinegética. |
El origen de su nombre parece bastante claro. El vocablo hace referencia al color de la tierra (el color pardo), que domina todo el paisaje. Pese a ello, algunos investigadores vinculan el topónimo al oso pardo, muy abundante en tiempos pasados. El rey Alfonso XI así dejó constancia en el Libro de la montería, escrito hacia 1340:
El Pardo es un buen monte de puerco e invierno, et en tiempo de panes. Haber matado dos osos un sábado, antes de mediodía, que nunca vi dos osos mayores ni ayuntados en uno.
A diferencia de otros topónimos madrileños (caso de guadarrama), el del pardo no ofrece dudas sobre si fue primero el monte o el pueblo en llevar este nombre. Mucho antes de la aparición de la localidad, el bosque ya era conocido con su actual nombre, si bien se le designaba como dehesa y no como monte. Después pasó al palacio y, por último, al pueblo de El Pardo, que surgió alrededor de este edificio.
Los orígenes de la valla que rodea la mayor parte del Monte de El Pardo se remontan al siglo xviii. En 1750, el rey Fernando VI ordenó realizar un muro para cercar El Pardo, con la intención de prevenir el furtivismo y contener a la fauna herbívora, que dañaba los cultivos adyacentes. La Puerta de Hierro se erigió en este momento como puerta de acceso al monte. La tapia actual está construida, en algunos tramos, en piedra de granito y, en otros, en ladrillo. A ello se añade la existencia de varias alambradas.
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