Conde de Peñalver; nobleza cubana y las plantaciones de esclavos.-a


Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy


Ancestros 

Todos los Peñalver cubanos tienen su origen en el Dr. don Diego Peñalver, natural de Valdés Olivos donde fue alcalde por la nobleza en 1558. Eran sus armas de oro, con una roca sobre la cual hay un águila con las alas extendidas. Estaba casado con doña Ana Sánchez de Ángulo y fueron padres del Dr. don Diego Peñalver y Ángulo que se casó con doña María de Arias, teniendo por hijo a Sebastián Peñalver que fue el primero que vino a América.
El más antiguo ancestro, registrado en América, Gabriel Peñalver Angulo y Arias, natural de villa de Valdeolivas, Cuenca, España, fue Gobernador español de Jamaica (1637-1639), y al ser ocupada esa isla por Inglaterra en 1655, sus descendientes se radicaron en Santiago de Cuba.
El hijo de este, el Capitán Diego de Peñalver Angulo y Menéndez, natural de Jamaica, fue alcalde ordinario de Santiago de Cuba, en 1670, y pasó a la Habana donde ocupó los cargos de Tesorero Contador, Juez Oficial de la Real Hacienda en 1681, y Alcalde ordinario en 1701.

Élite cubana 

En los años siguientes acumularon riquezas y gozaron de prestigio en la élite habanera, entre las seis familias más importantes en 1840 (O'Farrill, Calvo, Herrera, Pedroso, del Castillo y Peñalver).
Amantes de los títulos nobiliarios obtuvieron cinco de la realeza española: marqués de Casa Peñalver y marqués de Arcos; y condes de Santa María de Loreto, San Fernando de Peñalver y el último, conde de Peñalver.

 II Conde de Peñalver

Descendiente de una antigua familia habanera, el II Conde de Peñalver hizo fortuna de la explotación esclavista y a raíz de la abolición de la esclavitud (1880-1886) traspasó al exterior la mayor parte de su riqueza. En 1888, más del 90 por ciento de un millón y medio de pesos que el noble atesoraba, ya estaba en España donde sus herederos, también habaneros, escalaron en la política.


Narciso José de Peñalver y Peñalver, nacido en esta capital en 1828, muy joven recibió de herencia el título de Conde de Peñalver y propiedades esclavistas, en primer término un ingenio azucarero.
Ya era a los 21 años, Caballero de Montesa (1849) y tuvo, además, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, otorgadas por España. El ingenio Narciso, que llevaba su nombre, con 400 esclavos, estaba en Banagüises, (Municipio de Colón, provincia cubana de Matanzas), a un centenar de kilómetros al Este de esta capital.
Tres sucesos ocurrieron en la vida de Narciso José al comenzar la década de 1850, el más importante la muerte de su padre Nicolás Peñalver y Cárdenas (1791-1852), I Conde de Peñalver, el 20 de septiembre de 1852.
Su único hermano Nicolás Peñalver y Peñalver, hijo primogénito, falleció soltero en Madrid el 11 de diciembre de 1851. Era Comandante del Regimiento de Dragones de Matanzas y Caballero de la Orden de Montesa.
El 16 de febrero de 1853 casó en la Habana con María de los Dolores Zamora y Quesada; su hijo mayor, a quien nombró Nicolás, nació en esta capital el 4 de diciembre de ese año, y el segundo, Enrique, el 7 de marzo de 1857. Fue nieto del también habanero Nicolás Peñalver y Cárdenas (1754- 1818), Alcalde ordinario de la Habana en 1784 y Caballero de la Orden de Carlos III. Este personaje tuvo 11 hijos, el noveno es el citado I Conde de Peñalver.
El II Conde de Peñalver, hombre sin escrúpulos, como todo esclavista clásico criollo, defendió con uñas y dientes el régimen de plantaciones cañeras; vivió en confortables viviendas , en sus tiempos libres publicó obras de filosofía y religión y fue Capitán de las llamadas milicias disciplinadas de la plaza habanera.
En la década de 1870 vivió en Paris, en condición de rentista, lejos del infortunio que podría causarle la guerra independentista cubana.


En 1823 contrajo matrimonio con María de la Concepción de Peñalver y Peñalver (tío y sobrina carnales), unidos por lazos endogámicos usuales en esta familia y otras habaneras para conservar el patrimonio. Ella era viuda de su tío Antonio María -hermano de su nuevo esposo- con quien había casado el 7 de agosto de 1820. Nicolás Peñalver y Cárdenas fue de aquellos habaneros presentes en la expansión de la plantación azucarera esclavista y el tendido de líneas férreas en las fértiles tierras al este de la Habana, que cubrieron gran parte de la provincia de Matanzas en la primera mitad del siglo XIX.
El I Conde de Peñalver recibió el título en 1836 y fue alcalde ordinario de la Habana (1846), gentilhombre de cámara de su majestad y caballero de la orden de Carlos III. Ocupó la alcaldía habanera, casualmente, tras la sangrienta represión denominada Conspiración de la Escalera (1844).
Ese suceso, fue presentado como vasta conspiración de esclavos, pero en realidad resultó ser una confabulación de la oligarquía negrera criolla con las autoridades coloniales españolas.
Aquella represión estuvo destinada a neutralizar a los blancos abolicionistas, liquidar la influencia económica y social alcanzada por negros y mestizos libres y a la vez una manera de escarmentar a los esclavos que en 1843 realizaron algunas inconexas revueltas en el occidente cubano.
En 1841 Nicolás Peñalver estuvo entre los directores de la Empresa del Ferrocarril de Júcaro, creada con un capital de $436 mil pesos, en unión del marqués de Villalba, Joaquín de Arrieta y Pedro Diago, entre otros.
Con el fin de exportar la producción, los primeros seis kilómetros enlazaron Banagüises y Pijuán; en 1842 las vías llegaban hasta los muelles (48 kilómetros), y en 1844 se prolongaban con un ramal a Sabanilla, completando 50 kilómetros.
El ingenio azucarero Narciso, en Banagüises, fue fomentado en 1840 e hizo su primera zafra en 1842.
Poco después ocurren protestas de esclavos en varios ingenios y el 20 de febrero de 1844 algunos hacendados de la región solicitan al Gobernador político de Matanzas la constitución de una fuerza, que provista de armas, haga frente a futuras sublevaciones.
La carta, escrita por el I Conde de Peñalver y Joaquín de Arrieta, expresa 'nada será más conveniente y seguro que poseyéramos una fuerza armada (...) proceda por el Teniente Gobernador de Cárdenas, al nombramiento de 100 vecinos de buena nota en cada una de las capitanías pedáneas de Guamutas y Palmillas'. Esa fuerza, autorizada por el Gobernador de Matanzas, fue integrada por propietarios rurales, mayorales y demás trabajadores blancos.
Los temerosos dueños de las plantaciones matanceras pronto hicieron alianza con Leopoldo O'Donnell (1809-1867), gobernador y capitán general de Cuba (1843-1848). O'Donnell recibió confidencias del hacendado esclavista Esteban Santacruz de Oviedo sobre una supuesta conspiración de grandes proporciones y en el batey de la finca Estancia de Soto, próxima a Matanzas, comenzó la oprobiosa carnicería.

La Comisión militar de Matanzas dictó sentencias de prisión y destierro a casi dos mil reos, 78 de ellos condenados a muerte, incluido el célebre poeta mestizo Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido (1809-1844).
Más de 300 negros y mestizos, esclavos y libres, perecieron debido a los métodos empleados durante las investigaciones pues ataban a los presuntos sospechosos a unas escaleras para ser azotados hasta arrancarles una supuesta confesión o la vida.
Después de propinar aquel escarmiento y libres de todo peligro, los esclavistas incrementaron el número y explotación de sus dotaciones, entre estas la del Narciso a 400 esclavos en la década de 1850; ese año el ingenio produjo ocho mil cajas de azúcar, a razón de 20 cajas por esclavo; en 1855, 10 mil (25 por hombre), cifras que mantuvo en el período 1857-1859.

HEREDEROS
II Conde de Peñalver, Nicolás

El hijo mayor del II Conde de Peñalver, Nicolás (1853- 1916), habanero radicado en España, fue miembro del Partido Conservador Español; III Conde de Peñalver (1881) y IV Marqués de Arcos (1903), por fallecimiento del titular pariente suyo.
Hizo carrera política: tres veces alcalde de Madrid (1892, 1895-1896, y 1907-1909), diputado por Oviedo (1891, 1896 y 1898); senador por la provincia de Matanzas (1884-1885), no juró el cargo; y nuevamente por Oviedo (1899-1911) y vitalicio en 1914.

Biografía

Peñalver y Zamora, Nicolás. Conde de Peñalver (III), marqués de Arcos (V). La Habana (Cuba), 4.XII.1853 – Madrid, 5.II.1916. Alcalde de Madrid, diputado y senador.
Fueron sus padres Narciso José Peñalver y Peñalver y María Dolores Zamora Quesada, casados en La Habana el 16 de febrero de 1853. Nicolás fue bautizado el 21 de diciembre en la parroquia del Espíritu Santo de la capital cubana. Su formación universitaria la llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Además de III conde de Peñalver, en el que sucedió por fallecimiento de su padre el 20 de enero de 1881, fue el V marqués de Arcos a partir de 1903.
Fue elegido diputado por Oviedo en tres ocasiones: del 14 de febrero de 1891 al 5 de enero de 1893; del 23 de abril de 1896 al 26 de febrero de 1898 y del 22 de abril de 1898 al 16 de marzo de 1899.
Fue senador por Matanzas (Cuba) en la legislatura de 1884-1885, aunque no llegó a jurar el cargo, y por Oviedo entre 1899 y 1911. En 1914 fue elegido senador vitalicio.
El conde de Peñalver fue en tres ocasiones (del 1 de diciembre al 14 del mismo mes de 1892; del 26 de marzo de 1895 al 13 de febrero de 1896 y del 28 de octubre de 1907 al 23 de octubre de 1909) alcalde de Madrid.
Durante su mandato se impulsó la apertura y construcción de la Gran Vía de la capital. Así, además de reordenaciones menores en la calle Preciados y en la plaza de Neptuno, la apertura de una gran arteria trazada desde la calle Alcalá hasta la plaza de España y la estación del Norte fue la gran apuesta urbanística del comienzo del siglo xx en la capital. Aunque la primera piedra se puso un año después de finalizar su mandato (1910), bajo la alcaldía de José Francos Rodríguez, siendo presidente del gobierno, José Canalejas, y asistiendo el rey Alfonso XIII, las arduas deliberaciones del proyecto resultante se habían tomado durante su mandato y siguiendo el proyecto de los arquitectos Salaberry y Octavio. De hecho, el primer tramo de la obra, el comprendido entre la calle Alcalá y la calle Montera recibió, entre 1924 y 1936, en su honor el nombre de calle Conde de Peñalver, denominación que perdió al dedicarle el Ayuntamiento, en la posguerra, su nombre a una importante avenida en el barrio de Salamanca, denominación que se mantiene hoy.
Administrativamente, durante su mandato se decretó el carácter fijo de los funcionarios municipales, estableciéndose su inamovilidad. También se impulsó los edificios municipales en los distritos históricos de la capital como en el de Palacio, Universidad, Inclusa o Latina.
Un dato curioso es la novedad que supuso la expedición de permisos de circulación para bicicletas, deporte que comenzaba a hacer furor por esos años en la capital.
De su matrimonio con María del Socorro García de Paredes y Argüelles (nacida en España el 15 de enero de 1852), dama de la Real Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa, no hubo descendencia y sus títulos nobiliarios recayeron en su hermano Enrique.
Del 27 de junio de 1881, se conserva un Real Despacho por el que se le concede indulto al haber contraído matrimonio sin pedir licencia.
El compositor asturiano Dionisio Méndez le dedicó, en 1928, el pasodoble titulado Peñalver, pasodoble asturiano, en recuerdo de la creación, durante su alcaldía, de la Banda Municipal de Música de Madrid.

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico nacional, Consejos, 8971, A.1881, exp. 42; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 105 n.º 36, 109 n.º 37 y 111 n.º 37; Archivo del Senado, Exps. personales, HIS- 0337-04.
Ayuntamiento de Madrid, Alcaldes de Madrid, 1820- 1936, Madrid, Caja de Ahorros de Madrid, Telefónica, Correos y Telégrafos, 1985.

El Condado de Peñalver

El Condado de Peñalver es un título nobiliario español, creado el 1 de septiembre de 1836, con el vizcondado previo de la Concepción, durante el reinado de Isabel II por la reina regente, su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, a favor de Nicolás de Peñalver y Cardenas-Vélez de Guevara.
Origen: Castellano. de las montañas de Santander. Una rama pasó a Cuba. Donde en 1836 a D. Nicolas de Peñalver y Cardenas, caballero de la orden de Carlos III, le fue concedido por la Reina Gobernadora Dª Maria Cristina de Borbón, en nombre de Isabel II, el título de Conde de Peñalver.
En campo de oro, una peña al natural, superada de un águila, de sable.

Escudo de Armas: En campo de oro una peña al natural superada de un águila de sable con las alas desplegadas.

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