La Verdadera Destreza es una escuela de esgrima española. a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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Guardia de ángulo recto. |
El sistema de esgrima española llamado Destreza es un método global de lucha con espadas con un fuerte componente matemático, filosófico y geométrico, fruto de la educación renacentista de sus inventores.
El padre de la Destreza española fue Jerónimo Sánchez de Carranza, si bien quien lo condensó, expandió y perfeccionó fue Luis Pacheco de Narváez.
Este sistema fue documentado por primera vez en 1582, al publicarse el tratado De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y la Aggression y Defensa Cristiana, y, aunque su época de máximo esplendor se circunscribe al siglo XVII, hay manuales que llevan el estudio de este sistema hasta 1862.
El método de esgrima español se extendió hasta el imperio español en el Nuevo Mundo. El mismo Carranza ejerció el puesto de gobernador de Honduras. Hay autores de tratados sobre Destreza, así como maestros documentados en México, Perú, Ecuador, y las Filipinas.
La Verdadera Destreza no se centra en las técnicas concretas, sino en intentar entender y explicar la esgrima como un corpus de conocimiento completo, ayudado de técnicas geométricas, y tratando el conjunto como ciencia de las armas. Su intención es ser un método de lucha universal aplicable a todas las armas, incluyendo espada, daga, espada y broquel, espada a dos manos, etc.
La acepción Ciencia no tiene aquí el sentido por el que hoy en día es más conocida, sino el sentido que se le atribuía en la época: el de un cuerpo de conocimientos ordenados y dotados de una coherencia interna, en este caso aquellos que se utilizan para explicar lo que ocurre en la frase de armas.
Tradicionalmente se ha considerado un sistema complejo y difícil de entender e interpretar, lo cual ha llevado a ideas preconcebidas y erróneas sobre su teoría y práctica.
Historia y desarrollo
Los orígenes de este sistema están en la obra de Jerónimo de Carranza. Existe alguna evidencia que señala el trabajo del teórico de esgrima italiano Camillo Agrippa como fuente de inspiración del trabajo de Carranza. Pacheco hace la afirmación de que Carranza basó su texto en la obra de Camillo Agrippa en una carta al duque de Cea en Madrid el 4 de mayo de 1618. Esta afirmación se ve reforzada por un uso común de la geometría y el movimiento circular en ambos sistemas.
Sea cual sea su inspiración, el trabajo de Carranza representa una ruptura con una tradición más antigua de la esgrima, la llamada destreza vulgar o destreza común. Esa tradición más antigua, con raíces en la Edad Media, estuvo representada por las obras de autores como Jaime Pons (1474), Pedro de la Torre (1474) y Francisco Román (1532). Los maestros de la Verdadera Destreza tomaron gran cuidado en distinguir su "verdadero arte" de la Destreza Vulgar o Destreza Común. La escuela más antigua continuó existiendo junto con la Verdadera Destreza, pero fue influida cada vez más por sus formas y conceptos.
Después de que Carranza sentó las bases para la escuela con su trabajo inicial (publicado en 1582), Pacheco de Narváez continuó con una serie de otros libros que se extendieron en los conceptos de Carranza. Aunque originalmente Pacheco siguió estrechamente los preceptos de Carranza, se separó gradualmente de ellos en aspectos significativos. Esta divergencia finalmente causó una división entre los seguidores de Carranza (Carrancistas) y los de Pacheco (Pachequistas) , lo que resultó en la existencia de tres escuelas diferentes de esgrima en España.
Estos nuevos métodos de esgrima se extendieron rápidamente hacia el Nuevo Mundo. Debe tenerse en cuenta que Carranza fue gobernador de Honduras. Distintos autores y maestros de la Verdadera Destreza pueden ser documentados en México, Perú, Ecuador y Filipinas. Un cierto grado de influencia en las artes marciales filipinas (Eskrima) es altamente probable, aunque esta es un área que requiere mayor investigación.
Con el tiempo, la esgrima ibérica llegó a ser cada vez más influenciada por los métodos de esgrima de las escuelas italiana y francesa. La presión se hizo particularmente intensa en el siglo XVIII, y la Verdadera Destreza comenzó a declinar en popularidad en favor de la escuela francesa dominante. Esto dio lugar a cambios técnicos que se hacen cada vez más evidentes a comienzos del siglo XVIII. En el siglo XIX, los textos de esgrima en España empiezan a mezclar conceptos de la Verdadera Destreza con las ideas y técnicas extraídas de la metodología francesa e italiana.
Aunque la Verdadera Destreza conoció un cierto renacimiento en el siglo XIX, parece haber desaparecido casi totalmente a comienzos del siglo XX.
Características
Algunas características de la Verdadera Destreza serían las siguientes:
Visualización de las acciones, distancia y movimientos de los oponentes empleando círculos y líneas imaginarios entre ambos.
El uso de desplazamientos fuera de las líneas a fin de obtener un ángulo favorable para ataques y heridas.
Evitar los movimientos directos hacia el oponente.
Extensión del brazo armado en línea recta como forma de obtener una adecuada defensa, mientras se alcanza distancia de herida al mismo tiempo.
El uso de una distancia inicial lo más cercana posible al oponente, mientras se permanece fuera de su alcance (medio de proporción).
Una mentalidad muy conservadora en sus acciones (mantenimiento de la defensa en todo momento).
Uso del atajo como forma de controlar el arma del oponente.
Empleo de acciones de corte (tajo, revés) y estocada.
Existencia de una acción característica (movimiento de conclusión) como modo de acabar el combate desarmando al oponente.
Diferencias con otras escuelas contemporáneas de espada ropera
Quizá la diferencia más importante con otras escuelas de la época radicaba en su aproximación al juego de pies. Durante siglos, la esgrima europea funcionó generalmente con un juego de pies lineal, similar al de la esgrima moderna. Por el contrario, la doctrina de la Verdadera Destreza enseñaba que moverse directamente hacia el oponente era peligroso, y fomentaba un juego de pies lateral, a derecha o izquierda, para ganar un ángulo de ataque más favorable.
Otra diferencia es su aproximación al valor relativo del corte frente a la estocada. La longitud de las espadas roperas en Europa mostraba una clara preferencia por la estocada, relegando el corte a un distante segundo lugar. La Verdadera Destreza, por otra parte, rehusó hacer tal distinción, manteniendo que el corte podría ser tan útil como la estocada dependiendo de la situación, adaptando las armas en consecuencia. Aunque los tiradores españoles desarrollaron reputación por usar armas muy largas, las armas usadas en la Verdadera Destreza fueron generalmente más cortas que las roperas usadas en cualquier otro sitio.
Gradualmente, la esgrima en Europa fue influenciada por el trabajo de Camillo Agrippa y sus sucesores, centrándose en el empleo de cuatro posiciones primarias de mano y hoja (prima, seconda, terza, quarta), con énfasis en las dos últimas. La Verdadera Destreza, por otra parte, se centró casi exclusivamente en una posición de la mano similar a la "terza" (pulgar a las doce en punto).
En Europa, los maestros enseñaban generalmente una variedad de guardias mucho mayor que los maestros de la Verdadera Destreza, que se centraban en el famoso "ángulo recto", una posición con el brazo extendido directamente desde el hombro, formando una línea recta desde el punto de la espada hasta el hombro izquierdo.
La Verdadera Destreza usa una graduación más fina de los grados de resistencia de la espada. Donde otras tradiciones generalmente reconocían dos grados de resistencia (forte y debole), que en ocasiones eran expandidos a tres o cuatro, los autores de la Verdadera Destreza describieron 9, 10, o hasta 12 "grados" o segmentos en la espada.
Los maestros de la Verdadera Destreza prestaron mucha atención a los métodos de sus colegas contemporáneos, tanto en la península ibérica como fuera de ella. Pacheco argumenta específicamente contra los trabajos de muchos autores italianos en su texto Nueva Sciencia. Del mismo modo, el trabajo de Thibault incluye una sección donde rebate las técnicas de Salvatore Fabris. El trabajo de Francisco Lórenz de Rada también contiene abundante cobertura de cómo un diestro debería combatir a un oponente italiano usando espada y daga.
Luis Pacheco de Narváez
(Baeza, 1570- †Madrid, 1640) fue un noble y militar español, así como figura primordial de la escuela de esgrima española denominada Verdadera Destreza.
Biografía
Nacido en Baeza, cursó la carrera de las armas, llegando a ser sargento mayor en las islas Canarias, más concretamente en Fuerteventura y Lanzarote.
En 1624, se convierte en maestro mayor de esgrima de Felipe IV. Tal cargo llevaba aparejada la potestad de ser el examinador de los postulantes a ser maestros en el arte de manejar la espada, así como Maestro Mayor del Reino.
Es incierto el momento en el que Pacheco entra en contacto con la obra de Jerónimo Sánchez de Carranza. Sin embargo, no llegó a ser alumno suyo, como se ha especulado.
Inspirado por Carranza, escribe hasta once tratados sobre esgrima, siendo el más conocido y popular el “Libro de las grandezas de la espada en que se declaran muchos secretos del que compuso el comendador Jerónimo de Carranza” (año 1600). En la misma temática tiene “Las Cien conclusiones o formas de saber de la verdadera destreza” (1608), “Al duque de Cea” (1618), “Modo fácil y nuevo para examinarse los maestros en la destreza de las armas” (1625), “Engaño y desengaño de los errores que se han querido introducir en la destreza de las armas” (1635), “Advertencias para la enseñanza de la filosofía y destreza de las armas así a pie como a caballo” (1639), aparece como obra póstuma “Nueva Ciencia y Filosofía de la destreza de las armas” (1672).
Estaba considerado como una de las mejores espadas de Europa, y su nombre era sinónimo de buen esgrimidor.
La ciencia de las armas
El trabajo realizado por Luis Pacheco de Narváez presenta todo un sistema conceptual y metodológico, denominado Verdadera Destreza, recogido de forma fehaciente y perfectamente explicado en los textos de la época, pero además se constituye en un auténtico camino para el desarrollo personal del esgrimidor.
El corpus terminológico y conceptual asociado a las acciones prácticas que constituyen la teoría de la esgrima, su sistema teórico mediante el que se explican todas las acciones y toda la realidad presente en un combate con espadas es lo que denominamos Ciencia.
La acepción Ciencia no tiene aquí el sentido por el que hoy en día es más conocida, sino el sentido que se le atribuía en la época que estudiamos: el de un cuerpo de conocimientos ordenados y dotados de una coherencia interna, en este caso aquellos que se utilizan para explicar lo que ocurre en la frase de armas.
Enemistad con Quevedo
Según el biógrafo de Quevedo Pablo Antonio de Tarsia, en 1608, en la casa del presidente de Castilla, entre las personas que allí se encontraban estaban el poeta y el maestro de armas. Acababa de ver la luz la obra de este último “Cien conclusiones sobre las armas” y se charlaba acerca de su contenido. Quevedo objetó que se afirmaba en la obra que un determinado lance era imparable y sin posibilidad de respuesta, siendo tal cosa falsa y se ofrecía a demostrarlo. La concurrencia les invitó a que probasen con las armas en la mano quién tenía la razón, y Pacheco se mostró remiso arguyendo que la ciencia que emanaba del libro era incontestable de todo punto y que en esa reunión se estaba para hablar y no para usar la espada, pero la presión de la concurrencia hace que los dos acaben desenvainando. El lance termina inmediatamente con un golpe de la espada de Don Francisco de Quevedo en el sombrero del maestro, descubriéndole y dejándole en vergüenza ante toda la reunión.
Otra versión de esta historia, en lo que con seguridad parece ser un mito, añade que Quevedo estaba sentado y que había pedido permiso para batirse así por su cojera. En todo caso, no hay pruebas documentales fidedignas que respalden estas versiones. Teniendo en cuenta que Quevedo, en ese año, apenas había publicado obras relevantes y que no era una persona de importancia alguna aún (a excepción de los títulos que ostentaba y sus protectores), mientras que Pacheco disfrutaba de la amistad de la mayoría de los intelectuales de Madrid y nobles de la Corte, resulta una anécdota poco convincente. Ni siquiera hay pruebas que demuestren la presunta habilidad de Quevedo en esgrima (en este caso, «Destreza vulgar»), mientras que Pacheco era un reconocido maestro de armas en todos los ámbitos, nacionales e internacionales y que pocos años después, en 1624, fue nombrado por el rey, Maestro mayor de Armas del reino de España.
No está claro si este lance pudo ser el que provocó que entre ambos sucediera un odio irreconciliable (más bien parece que la rivalidad es anterior); aunque lo único seguro es que Quevedo ridiculizaba a Pacheco y la Verdadera Destreza en varios de sus escritos, siendo la obra más notoria, su novela, El Buscón. Sea cual fuere la causa de tal enemistad, como respuesta, Pacheco fue uno, entre muchos, de los que denunciaron a Quevedo ante la Inquisición por sus escritos irreverentes y blasfemos.
Historia y desarrollo
Movimientos y rectitudes. |
Los orígenes de este sistema están en la obra de Jerónimo de Carranza. Existe alguna evidencia que señala el trabajo del teórico de esgrima italiano Camillo Agrippa como fuente de inspiración del trabajo de Carranza. Pacheco hace la afirmación de que Carranza basó su texto en la obra de Camillo Agrippa en una carta al duque de Cea en Madrid el 4 de mayo de 1618. Esta afirmación se ve reforzada por un uso común de la geometría y el movimiento circular en ambos sistemas.
Sea cual sea su inspiración, el trabajo de Carranza representa una ruptura con una tradición más antigua de la esgrima, la llamada destreza vulgar o destreza común. Esa tradición más antigua, con raíces en la Edad Media, estuvo representada por las obras de autores como Jaime Pons (1474), Pedro de la Torre (1474) y Francisco Román (1532). Los maestros de la Verdadera Destreza tomaron gran cuidado en distinguir su "verdadero arte" de la Destreza Vulgar o Destreza Común. La escuela más antigua continuó existiendo junto con la Verdadera Destreza, pero fue influida cada vez más por sus formas y conceptos.
Después de que Carranza sentó las bases para la escuela con su trabajo inicial (publicado en 1582), Pacheco de Narváez continuó con una serie de otros libros que se extendieron en los conceptos de Carranza. Aunque originalmente Pacheco siguió estrechamente los preceptos de Carranza, se separó gradualmente de ellos en aspectos significativos. Esta divergencia finalmente causó una división entre los seguidores de Carranza (Carrancistas) y los de Pacheco (Pachequistas) , lo que resultó en la existencia de tres escuelas diferentes de esgrima en España.
Estos nuevos métodos de esgrima se extendieron rápidamente hacia el Nuevo Mundo. Debe tenerse en cuenta que Carranza fue gobernador de Honduras. Distintos autores y maestros de la Verdadera Destreza pueden ser documentados en México, Perú, Ecuador y Filipinas. Un cierto grado de influencia en las artes marciales filipinas (Eskrima) es altamente probable, aunque esta es un área que requiere mayor investigación.
Con el tiempo, la esgrima ibérica llegó a ser cada vez más influenciada por los métodos de esgrima de las escuelas italiana y francesa. La presión se hizo particularmente intensa en el siglo XVIII, y la Verdadera Destreza comenzó a declinar en popularidad en favor de la escuela francesa dominante. Esto dio lugar a cambios técnicos que se hacen cada vez más evidentes a comienzos del siglo XVIII. En el siglo XIX, los textos de esgrima en España empiezan a mezclar conceptos de la Verdadera Destreza con las ideas y técnicas extraídas de la metodología francesa e italiana.
Aunque la Verdadera Destreza conoció un cierto renacimiento en el siglo XIX, parece haber desaparecido casi totalmente a comienzos del siglo XX.
Características
Algunas características de la Verdadera Destreza serían las siguientes:
Visualización de las acciones, distancia y movimientos de los oponentes empleando círculos y líneas imaginarios entre ambos.
El uso de desplazamientos fuera de las líneas a fin de obtener un ángulo favorable para ataques y heridas.
Evitar los movimientos directos hacia el oponente.
Extensión del brazo armado en línea recta como forma de obtener una adecuada defensa, mientras se alcanza distancia de herida al mismo tiempo.
El uso de una distancia inicial lo más cercana posible al oponente, mientras se permanece fuera de su alcance (medio de proporción).
Una mentalidad muy conservadora en sus acciones (mantenimiento de la defensa en todo momento).
Uso del atajo como forma de controlar el arma del oponente.
Empleo de acciones de corte (tajo, revés) y estocada.
Existencia de una acción característica (movimiento de conclusión) como modo de acabar el combate desarmando al oponente.
Diferencias con otras escuelas contemporáneas de espada ropera
Quizá la diferencia más importante con otras escuelas de la época radicaba en su aproximación al juego de pies. Durante siglos, la esgrima europea funcionó generalmente con un juego de pies lineal, similar al de la esgrima moderna. Por el contrario, la doctrina de la Verdadera Destreza enseñaba que moverse directamente hacia el oponente era peligroso, y fomentaba un juego de pies lateral, a derecha o izquierda, para ganar un ángulo de ataque más favorable.
Otra diferencia es su aproximación al valor relativo del corte frente a la estocada. La longitud de las espadas roperas en Europa mostraba una clara preferencia por la estocada, relegando el corte a un distante segundo lugar. La Verdadera Destreza, por otra parte, rehusó hacer tal distinción, manteniendo que el corte podría ser tan útil como la estocada dependiendo de la situación, adaptando las armas en consecuencia. Aunque los tiradores españoles desarrollaron reputación por usar armas muy largas, las armas usadas en la Verdadera Destreza fueron generalmente más cortas que las roperas usadas en cualquier otro sitio.
Gradualmente, la esgrima en Europa fue influenciada por el trabajo de Camillo Agrippa y sus sucesores, centrándose en el empleo de cuatro posiciones primarias de mano y hoja (prima, seconda, terza, quarta), con énfasis en las dos últimas. La Verdadera Destreza, por otra parte, se centró casi exclusivamente en una posición de la mano similar a la "terza" (pulgar a las doce en punto).
Académie de l'Espée por Girard Thibault, fig. xiii, 1628. |
La Verdadera Destreza usa una graduación más fina de los grados de resistencia de la espada. Donde otras tradiciones generalmente reconocían dos grados de resistencia (forte y debole), que en ocasiones eran expandidos a tres o cuatro, los autores de la Verdadera Destreza describieron 9, 10, o hasta 12 "grados" o segmentos en la espada.
Los maestros de la Verdadera Destreza prestaron mucha atención a los métodos de sus colegas contemporáneos, tanto en la península ibérica como fuera de ella. Pacheco argumenta específicamente contra los trabajos de muchos autores italianos en su texto Nueva Sciencia. Del mismo modo, el trabajo de Thibault incluye una sección donde rebate las técnicas de Salvatore Fabris. El trabajo de Francisco Lórenz de Rada también contiene abundante cobertura de cómo un diestro debería combatir a un oponente italiano usando espada y daga.
Luis Pacheco de Narváez
(Baeza, 1570- †Madrid, 1640) fue un noble y militar español, así como figura primordial de la escuela de esgrima española denominada Verdadera Destreza.
Biografía
Nacido en Baeza, cursó la carrera de las armas, llegando a ser sargento mayor en las islas Canarias, más concretamente en Fuerteventura y Lanzarote.
En 1624, se convierte en maestro mayor de esgrima de Felipe IV. Tal cargo llevaba aparejada la potestad de ser el examinador de los postulantes a ser maestros en el arte de manejar la espada, así como Maestro Mayor del Reino.
Es incierto el momento en el que Pacheco entra en contacto con la obra de Jerónimo Sánchez de Carranza. Sin embargo, no llegó a ser alumno suyo, como se ha especulado.
Inspirado por Carranza, escribe hasta once tratados sobre esgrima, siendo el más conocido y popular el “Libro de las grandezas de la espada en que se declaran muchos secretos del que compuso el comendador Jerónimo de Carranza” (año 1600). En la misma temática tiene “Las Cien conclusiones o formas de saber de la verdadera destreza” (1608), “Al duque de Cea” (1618), “Modo fácil y nuevo para examinarse los maestros en la destreza de las armas” (1625), “Engaño y desengaño de los errores que se han querido introducir en la destreza de las armas” (1635), “Advertencias para la enseñanza de la filosofía y destreza de las armas así a pie como a caballo” (1639), aparece como obra póstuma “Nueva Ciencia y Filosofía de la destreza de las armas” (1672).
Estaba considerado como una de las mejores espadas de Europa, y su nombre era sinónimo de buen esgrimidor.
La ciencia de las armas
El trabajo realizado por Luis Pacheco de Narváez presenta todo un sistema conceptual y metodológico, denominado Verdadera Destreza, recogido de forma fehaciente y perfectamente explicado en los textos de la época, pero además se constituye en un auténtico camino para el desarrollo personal del esgrimidor.
El corpus terminológico y conceptual asociado a las acciones prácticas que constituyen la teoría de la esgrima, su sistema teórico mediante el que se explican todas las acciones y toda la realidad presente en un combate con espadas es lo que denominamos Ciencia.
La acepción Ciencia no tiene aquí el sentido por el que hoy en día es más conocida, sino el sentido que se le atribuía en la época que estudiamos: el de un cuerpo de conocimientos ordenados y dotados de una coherencia interna, en este caso aquellos que se utilizan para explicar lo que ocurre en la frase de armas.
Enemistad con Quevedo
Según el biógrafo de Quevedo Pablo Antonio de Tarsia, en 1608, en la casa del presidente de Castilla, entre las personas que allí se encontraban estaban el poeta y el maestro de armas. Acababa de ver la luz la obra de este último “Cien conclusiones sobre las armas” y se charlaba acerca de su contenido. Quevedo objetó que se afirmaba en la obra que un determinado lance era imparable y sin posibilidad de respuesta, siendo tal cosa falsa y se ofrecía a demostrarlo. La concurrencia les invitó a que probasen con las armas en la mano quién tenía la razón, y Pacheco se mostró remiso arguyendo que la ciencia que emanaba del libro era incontestable de todo punto y que en esa reunión se estaba para hablar y no para usar la espada, pero la presión de la concurrencia hace que los dos acaben desenvainando. El lance termina inmediatamente con un golpe de la espada de Don Francisco de Quevedo en el sombrero del maestro, descubriéndole y dejándole en vergüenza ante toda la reunión.
Otra versión de esta historia, en lo que con seguridad parece ser un mito, añade que Quevedo estaba sentado y que había pedido permiso para batirse así por su cojera. En todo caso, no hay pruebas documentales fidedignas que respalden estas versiones. Teniendo en cuenta que Quevedo, en ese año, apenas había publicado obras relevantes y que no era una persona de importancia alguna aún (a excepción de los títulos que ostentaba y sus protectores), mientras que Pacheco disfrutaba de la amistad de la mayoría de los intelectuales de Madrid y nobles de la Corte, resulta una anécdota poco convincente. Ni siquiera hay pruebas que demuestren la presunta habilidad de Quevedo en esgrima (en este caso, «Destreza vulgar»), mientras que Pacheco era un reconocido maestro de armas en todos los ámbitos, nacionales e internacionales y que pocos años después, en 1624, fue nombrado por el rey, Maestro mayor de Armas del reino de España.
No está claro si este lance pudo ser el que provocó que entre ambos sucediera un odio irreconciliable (más bien parece que la rivalidad es anterior); aunque lo único seguro es que Quevedo ridiculizaba a Pacheco y la Verdadera Destreza en varios de sus escritos, siendo la obra más notoria, su novela, El Buscón. Sea cual fuere la causa de tal enemistad, como respuesta, Pacheco fue uno, entre muchos, de los que denunciaron a Quevedo ante la Inquisición por sus escritos irreverentes y blasfemos.
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