Las curiosidades de ciudad de Nueva York.-a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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Policía montada de ciudad de Nueva York |
1.-La gente saluda con un how are you. Cuando entras a cualquier tienda o restaurante, te saludan con un Hi, how are you? (Hola, ¿qué tal?). Lo curioso es que no se trata de una pregunta retórica: lo habitual es responderla y preguntar a la otra persona, también, cómo está.
Incluso hay quien te preguntará cómo va el día, si has hecho algo interesante… ¡Como si os conocierais de toda la vida aunque solo vayas a por un café!
2.-…y se despide deseándote un buen día. Cuando te marchas de un lugar, en lugar de decir bye, lo habitual es decir Have a great day o Have a good one (que tengas un buen día). ¡Optimismo a tope!
3.-Las banderas estadounidenses ondean en todas partes. En la calle, frente a los hogares, en los comercios…Tras el ataque al World Trade Center, la venta de banderas creció muchísimo, y hoy en día verás la Stars and Stripes (estrellas y barras) por toda la ciudad.
4.-La gente come fuera a diario. Pásate por un restaurante cualquier día de la semana y lo encontrarás tan bullicioso como si fuera sábado. Los neoyorquinos, en especial los jóvenes, cocinan poco (las cocinas diminutas de los pisos no ayudan), y comer fuera de casa es muy habitual.
5.-Los repartidores de comida pedalean por las calles a todas horas. Si comer fuera es típico, pedir que te traigan comida a casa (take-out) a través de webs como Seamless lo es todavía más. Los repartidores suelen usar bicicletas, y muchas veces circulan por la acera o en dirección contraria para ir más rápido. Atento a la ley de la jungla, ¡o acabarás atropellado y cubierto de pizza y noodles!
6.-Las sirenas de las ambulancias ensordecen. Y las de los camiones de bomberos, también. El sonido es tan exageradamente alto que puedes oírlo a manzanas de distancia.
Las calles están (muy) sucias. Como te decíamos en el artículo de 10 cosas que las guías de Nueva York no te cuentan, quien espere encontrar las calles impolutas de las pelis se sorprenderá con aceras llenas de bolsas de basura y porquería. En ese aspecto, en la Gran Manzana nos queda un laaargo camino por recorrer.
8.-Hay pocos supermercados y muchos delis. Sí, existen cadenas como Whole Foods o Trader Joe’s, pero, en comparación a muchas ciudades, Nueva York cuenta con pocos supermercados grandes y con variedad de productos. En cambio, en cada esquina encontrarás un deli o bodega, mini supermercados muchas veces abiertos 24 horas que venden desde alimentación hasta objetos de primera necesidad.
9.-Sin embargo, hay miles de pharmacies, grandes cadenas que venden a la vez medicamentos, productos de belleza y estética, productos del hogar y algunos alimentos industriales. Suelen ser más caras que los supermercados, pero están por todas partes. Las cadenas más famosas son Duane Reade, CVS, Walgreens y Rite Aid.
10.-Todo el mundo camina con una taza de café en la mano. Aunque no tenga prisa, la mayoría de gente se compra el café to go, para llevar. Verás a muchísimas personas dando sorbos a su bebida en la calle, en el metro…
11.-Las cafeterías son oficinas. Mientras unos piden el café para llevar, otros plantan el portátil en una mesa y convierten la cafetería en su oficina. La primera vez que entramos a una cafetería y vimos todas las mesas llenas de jóvenes trabajando en sus Mac alucinamos, pero pronto nos dimos cuenta de que es algo muy habitual: por el precio de un café, puedes pasar unas horas trabajando conectado a la wifi gratis sin que nadie te atosigue.
12.-La hora punta en el metro pone a prueba la paciencia. En hora punta, los vagones se abarrotan tanto que no puedes ni mover los brazos. Pero la cosa no acaba ahí: si te toca hacer trasbordo en una estación muy concurrida, como Union Square, al bajar del vagón tendrás que unirte a la marea humana y hacer cola para acercarte a las escaleras, cola para subir, cola para montarte al siguiente metro… Si puedes, evita la rush hour (más o menos entre las 7:30 y 9 de la mañana y 4:30 y 6 de la tarde).
13.-Todos los restaurantes están puntuados con una letra A, B o C colgada en la entrada. El departamento de sanidad realiza inspecciones sorpresa y asigna una letra a los restaurantes según las irregularidades que encuentre (higiene, manipulación de la comida, plagas…).
La mejor nota que pueden obtener es una A, y la peor, una C. Lo cierto es que rara vez hemos visto letras C, pero las B son bastante comunes. ¡Fíjate en la letra antes de elegir restaurante!
14.-Las calles están llenas de carritos de comida, que desprenden un característico olor de especias desde lejos. Los típicos food carts de Nueva York venden cafés, bagels, hot dogs, pretzels y platos de Oriente Medio o Asia, con pollo, cordero, falafels y arroz, por unos $6. Lo curioso es que atraen a todo tipo de clientes, desde estudiantes hasta trabajadores trajeados.
15.-A los neoyorquinos les encantan las colas. ¿50 minutos de cola para el brunch? Por supuesto. ¿Cola para entrar al cine? Dime quién es el último. ¿30 minutos para un helado gratis? No me lo perdería por nada del mundo. Los neoyorquinos parecen tener un imán para las colas: ven a gente esperando en la calle y se sitúan al final, sea para lo que sea.
16.-La gente camina muy, muy rápido. Da igual que tengas prisa o no: cuando todo el mundo a tu alrededor camina a paso rápido, los imitas y también empiezas a caminar a la velocidad del rayo sin darte cuenta. Cuando volvemos a Nueva York después de pasar unos días fuera, siempre nos sorprende (y estresa un poquitín) el ritmo de los peatones.
17.-Brooklyn y Queens también tienen rascacielos. Manhattan se lleva todos los halagos, pero distritos como Brooklyn y Queens también comienzan a levantar rascacielos imponentes. Eso sí, muchas veces el reclamo que utilizan para promocionarse son las vistas de Manhattan que tienes desde los pisos superiores.
18.-El metro es un universo paralelo. Dentro de los vagones hay quien se maquilla, quien devora alitas de pollo, grupos de jóvenes que hacen acrobacias en las barras (it’s showtime!), predicadores que aseguran que se acerca el día del juicio final, sin techo que duermen tumbados en los asientos… Verás de todo.
19.-No es extraño ver a gente famosa. No es ningún mito: entre los rodajes de series y pelis en las calles, las firmas después de las obras de Broadway y los estrenos y alfombras rojas, en Nueva York puede que te cruces con más de un famoso. Además, muchas personalidades viven en relativo anonimato en la ciudad, ya que los paparazzi y flashes no les persiguen del mismo modo que en otros lugares.
20.-La mayoría de precios no incluyen impuestos. Los precios de la mayoría de objetos y servicios no llevan incluidos los impuestos, que suelen ascender a un 8,87 % del total. Por ejemplo, un plato que está anunciado a $10 te acabará costando $10,9.
21.-Todo es diez veces más grande (menos los pisos). Los refrescos, los platos, la comida en los supermercados… Todo es tamaño americano: ¡incluso los gatos son los más gordos que hemos visto jamás!
22.-Cada tienda tiene su cajero automático. Aunque acepten pago con tarjeta, las tiendas y restaurantes suelen tener sus propios ATM, cajeros automáticos, en la fachada o en el interior del negocio. Lo habitual es que te cobren una pequeña comisión (unos $2) por sacar dinero.
23.-Y también su propio banco en la calle, junto a la puerta. Se supone que son bancos para los clientes del establecimiento, pero, en la práctica, se han convertido en una parte más del paisaje urbano que todo el mundo utiliza para sentarse un ratito, tomar un café…
24.-Nadie se libra de las plagas. Ratas en las calles y en el metro, cucarachas en los hogares, chinches en los colchones… Ni el más limpio y refinado se libra de luchar en algún momento contra las plagas de la ciudad. Entre que muchos edificios son antiguos y que la basura se acumula en las calles, están por todas partes.
25.-Ni de las ardillas, aunque, por suerte, son mucho más adorables que las demás plagas. No solo las encontrarás en los parques, sino también en los barrios residenciales, curioseando en las calles e incluso trepando por el cableado eléctrico.
26.-La pizza de Nueva York es toda una institución. Olvida todo lo que hayas aprendido de pizzas en Italia: en la Gran Manzana, la estrella es la New York Style Pizza, de masa fina y superficie aceitosa. Se compra en porciones, las slices, y se come doblando la slice por la mitad a lo largo para evitar que el queso y el aceite chorreen.
27.-Los semáforos de peatones no se ponen verdes, sino blancos. Así es como indican que puedes cruzar. Pero, además, a los dos segundos de que el hombrecito se ponga de color blanco, aparece una mano roja parpadeando, indicándote que te des prisa. Al principio es un poco estresante, pero no te preocupes: pasan tanto tiempo parpadeando, que tienes tiempo de sobra para cruzar.
28.-Los peatones respetan poco los semáforos. Cuando un semáforo para peatones está rojo, la gente no se espera en la acera, sino que comienza a adentrarse en el asfalto y, en cuanto hay un mínimo espacio entre dos coches, cruza a toda prisa.
29.-Hay ocho mil tipos de bagel. Bueno, quizás no tantos, pero te costará elegir entre la variedad de estos panecillos redondos que se comen de desayuno. Los más famosos son el plain (sin nada), sesame (con semillas de sésamo), el everything bagel (con un montón de semillas y especias por encima) y el cinnamon raisin (con canela y pasas). Se abren por la mitad y se rellenan con cream cheese (queso de untar), mantequilla, salmón…
30.-Las calles esconden edificios históricos preciosos. Todos llegamos a la ciudad atraídos por sus rascacielos más míticos, pero, paseando por la Gran Manzana, te toparás también con otras joyas arquitectónicas menos conocidas, pero igual de increíbles.
31.-Una cerveza puede costarte $8. La primera vez que abras una carta de bebidas en cualquier restaurante quizás pienses que lo has leído mal: $6-$9 por una cerveza, $10 por una copa de vino, $12-$15 por un cóctel… El alcohol se vende a precio de sangre de unicornio; por suerte, hasta las 7 de la tarde muchos bares tienen happy hours con bebidas a precio rebajado.
32.-Los camareros son simpatiquísimos. Como te contamos en el artículo de las propinas en Nueva York, en los restaurantes se espera que dejes una buena tip, por lo que los trabajadores te miman al máximo: te rellenan el vaso de agua en cuanto bebes un sorbito, se acercan cada dos por tres a preguntar si todo va bien… Para algunos, eso es sinónimo de buen servicio, pero nosotros debemos reconocer que, a veces, tanta atención nos resulta incluso molesta.
33.-La conducción es de locos. Quizás eso es lo que menos nos gusta de Nueva York. Una buena parte del tráfico de la ciudad corresponde a taxis, que tienen prisa por llegar a su destino y conducen como locos, adelantando, cambiando de carril y cruzando los pasos de peatones sin ningún miramiento. Si vas caminando, ándate con mil ojos.
34.-Las comunidades judías tienen una gran presencia en la ciudad. En Nueva York viven más de un millón de judíos (según algunas fuentes, incluso cerca de dos millones) de distintas ramas. Verás restaurantes que se anuncian como kosher y, en época navideña, por cada árbol navideño encontrarás también decoraciones de Hanukkah, como el candelabro de nueve brazos.
35.-Los míticos taxis amarillos pierden terreno. Son un clásico de la ciudad, pero los taxis amarillos han quedado en segundo plano desde que existen aplicaciones como Uber o Lyft, que permiten a los pasajeros organizar un trayecto a través del móvil en cuestión de minutos. Se acabó lo de llamar a un taxi con el brazo en alto. Aquí te hablamos de los taxis y Uber en Nueva York.
36.-La gente deja los objetos que ya no quiere frente a sus casas. Eso lo verás en barrios residenciales, más allá del centro de Manhattan. La gente deja cajas frente a los hogares con todo tipo de objetos que ya no necesita: libros, utensilios, ropa… Muchas veces, acompañados de carteles de Free. Nos encanta esta especie de red vecinal de reutilización.
37.-La diversidad es increíble. A veces tienes la sensación de que en Nueva York no hay nadie de Nueva York, de que todos hemos acabado aquí desde otros rincones del mundo. Poder disfrutar de la diversidad de personas, culturas y gastronomías que conviven en la ciudad es increíble.
38.-La gente se abriga poco. Incluso en lo más profundo del invierno, cuando la ciudad está nevada y el frío es gélido, verás a gente con zapatillas de deporte y pantalones tobilleros. Mientras, tú llevas botas impermeables de nieve, una bufanda que abulta más que todo tu cuerpo y orejeras debajo del gorro.
Pero es normal; haciendo turismo estamos mucho más expuestos al frío que yendo de casa al metro y del metro al trabajo, así que, ¡a abrigarnos sin vergüenza! Aquí te hablamos del tiempo en Nueva York y qué ropa llevarte.
39.-Manhattan tiene tantas facetas como barrios. Las imágenes típicas de la isla suele ser las de Times Square, el Distrito Financiero, Central Park… Sin embargo, Manhattan cuenta con decenas de barrios, cada uno con su personalidad propia. Te sorprenderá cómo unas pocas manzanas pueden separar lugares tan distintos. Aquí tienes una guía de los barrios de Manhattan.
40-Pararte en medio de la acera es uno de los pecados capitales de Nueva York. Es una ley no escrita: si te detienes un milisegundo en mitad de la acera para mirar el móvil o el mapa, estás perdido. La marea de peatones que camina a toda velocidad detrás de ti se convertirá en una manada de zombies malhumorados. Lo mejor para parar es hacerlo en uno de los extremos de la acera o en un portal.
41.-Muchos museos son gratis. Puede resultar sorprendente en una ciudad en la que a veces parece que gastas dólares con solo respirar, pero muchos museos ofrecen entrada libre por lo menos un día a la semana. Aquí te contamos cuándo son gratis los museos de Nueva York, y aquí, qué hacer gratis en la ciudad.
42.-Hay tantos andamios como rascacielos. ¡O más! La Gran Manzana está en constante construcción y modificación, y los andamios enormes se levantan en casi cualquier calle. Paseando por Nueva York, tendrás que esquivarlos o caminar por los pasillos que construyen debajo de estos gigantes.
43.-La Estatua de la Libertad es mucho más pequeña de lo que parece. En el cine y en los planos aéreos, Miss Liberty parece gigante. Pero, aunque sin duda es majestuosa, muchas personas se sorprenden al observarla de cerca y comprobar que es más pequeña de lo que imaginaban. Aquí te contamos algunas curiosidades de la Estatua de la Libertad, y aquí, cómo visitarla y subir a la corona.
44.-Verás a mucha gente durmiendo y mendigando en la calle. Quizás uno de los aspectos de la ciudad que más choca y entristece es ver a sin techo durmiendo en la calle incluso en mitad del invierno, rodeados de cartones y mantas.
45.-En los supermercados se derrochan miles de bolsas de plástico. Por alguna razón inexplicable, las bolsas de plástico son tan finas que en todos los supermercados las ponen de dos en dos para que no se rompan. Además, te darán bolsas incluso aunque compres solo un paquete de chicles. Llevar una bolsa de tela (o comprar una en la ciudad) es una buena forma de no contribuir a ese derroche inútil.
46.-La comida basura puede ser más barata que comer bien. Con un McDonald’s, Dunkin Donuts y Burger King en cada esquina ofreciendo comida rápida por pocos dólares, es sorprendente entrar a un supermercado y comprobar que la comida fresca es muchísimo más cara. Aun así, no te rindas: aquí tienes alternativas para comer bien y a buen precio en Nueva York (¡y no volver a casa rodando!).
47.-Los barrios se gentrifican con una rapidez alucinante. Puede que aquel barrio industrial casi abandonado que visitaste hace unos años hoy sea uno de los más caros y modernos de la ciudad, repleto de estudios de yoga, tiendas de zumos y galerías de arte. Nueva York y sus barrios cambian a pasos de gigante.
48.-El andén del metro está lleno de músicos, artistas y vendedores. Gente tocando percusiones o cantando, vendedores de churros arrastrando sus carritos, artistas que venden sus cuadros a cambio de la voluntad… Viajar en metro es toda una experiencia, de principio a fin.
49.-Hay patrullas de policía a caballo. Seguro que has visto la imagen de algún policía montado a caballo en Nueva York, ¿verdad? Suelen patrullar la zona de Times Square, aunque también existen en Brooklyn, en Queens y en el Bronx. En total, en 2016 en la ciudad había 55 caballos de policía.
Una de las funciones de estas patrullas es acercar el cuerpo policial a la gente, así que los agentes suelen posar para fotos encantados.
50.-Las escaleras de incendio apenas se utilizan. Son uno de los rasgos más pintorescos de Nueva York, pero, aunque en las pelis siempre se vea a gente utilizándolas, lo cierto es que la mayoría están tan viejas y oxidadas que no se usan para nada. De hecho, ¿sabías que por ley está prohibido colocar nada en ellas (ni siquiera plantas) para no obstruir la vía de escape?
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