XVIII.-El Ducado de Alburquerque.-a
El Ducado de Alburquerque es un título nobiliario español de carácter hereditario concedido por Real Cédula de Enrique IV de Castilla de 26 de septiembre de 1464 a su valido don Beltrán de la Cueva, siendo una de las mercedes que éste obtuvo por su renuncia al cargo de Gran Maestre de la Orden de Santiago. Es el título principal de la Casa de Alburquerque.
Su nombre hace referencia a la villa de Alburquerque (Badajoz), y pertenece al grupo de los denominados Grandes de España de 1520, primeros títulos españoles en obtener la Grandeza de España por merced de Carlos I de España tras su coronación como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Historia
Enrique IV de Castilla había otorgado a su valido Beltrán de la Cueva el Maestrazgo de la Orden de Santiago, hecho que irritó tanto a la nobleza castellana, por lo que el monarca le pidió que renunciase a dicha dignidad. A cambio de ello, recibiría las villas de Anguix, Cuéllar, Alburquerque con el título de ducado, Roa, La Codosera, Aranda, Molina de Aragón y Atienza, y debía alejarse por un tiempo de la Corte. A todas estas dignidades habría de unirse la concesión del condado de Huelma, por Real Cédula de 20 de agosto de 1474, ya que don Beltrán había cedido el condado de Ledesma a su hijo primogénito.
Hacia 1530 el emperador Carlos V concede el título de marqués de Cuéllar a Francisco II Fernández de la Cueva y Girón, IV duque de Alburquerque y biznieto de don Beltrán. A partir del año 1562 el Marquesado de Cuéllar será el título que llevarán los herederos al ducado, vinculando así ambos títulos. Por tanto, todos los duques de Alburquerque poseyeron unidos los títulos de: Ducado de Alburquerque, el Marquesado de Cuéllar y los Condados de Ledesma y de Huelma.
Enrique IV de Castilla.
En el siglo XVII se extingue la rama primogénita más directa al morir el quinto duque sin sucesión, heredando el ducado los descendientes del segundo duque, línea que continúa hasta 1757 cuando fallece sin sucesión Francisco Fernández de la Cueva y de la Cerda, XI duque. De acuerdo a las cláusulas de fundación del mayorazgo, recayó en la Casa Condal de Siruela, manteniendo el apellido originario y añadiendo otros títulos nobiliarios a la Casa. Esta línea no perdura ni un siglo, pues en 1811 muere en Londres su último portador, José María de la Cueva y de la Cerda, el XIV duque. Se inicia entonces un largo pleito por la división de las casas y mayorazgos acumulados en su persona, que duró hasta 1830, recayendo el Ducado de Alburquerque y sus estados correspondientes en la gran familia de los Osorio, Marqueses de Alcañices y de los Balbases, en la que perdura en la actualidad.
Real Cédula de concesión
Por Real Cédula fechada en 20 de agosto de 1464 el Rey concede a Beltrán de la Cueva el ducado, exponiendo:
Don Enrique por la graçia de Dios, rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Galiçia, de Seuilla, de Cordoua, de Murçia, de Jahen, del Algarbe, de Algeçira, de Gibraltar, señor de Viçcaya é de Molina... Por ende, conosçiendo lo susodicho é asi mesmo conosçiendo la muy grand fidelidad é lealtad que yo siempre he fallado é fallé en vos Don Beltran de la Cueva, maestre de la orden de la caballeria de Santiago, conde de Ledesma é del mi Consejo, é el amor é çinçero deseo que siempre avedes mostrado é mostrades á mi serviçio é á guarda de mi persona é estado é dignidad real é al bien de la cosa pública de mis regnos é la noblesa e eroycas virtudes de que Dios doctó vuestra persona, é que sois buen merescedor de lo que esta mi carta contenido... fago vos mi duque de la vuestra villa de Alburquerque; el qual dicho nombre de Duque quiere deçir aparcero del Rey é cabdillo de sus gentes...
Antonio Rodríguez Villa, Bosquejo biográfico de Beltrán de la Cueva, I duque de Alburquerque, Madrid, 1881, pág. 164.
Comentarios
Publicar un comentario