La nobleza Catalana.-a


Cao De Benos y de Les.
 Partido: primero, en oro, un león rampante de gules, contornado siniestrado de un ciprés arrancado de sinople, y segundo, en azur, un león de oro, adiestrado de una torre de plata surmontado de un creciente de plata y de tres estrellas del mismo metal. Bordura de plata, con este lema en letras de sable: "Cao de Benos conserve tu lealtad". 



Los miembros esta familia de nobleza catalana son procedentes de los pueblos de Benós y de Les, en el valle de Aran, antiguo condado de Ribagorza, en Aragón, hoy municipio de Las Bordas, en la provincia de Lérida, en Cataluña.
Es una familia hidalga notoria de solar conocido en los tiempos mas remotos, como consta en la cámara de Castilla y de la corona de Aragón. De este apellido son los barones de Les, marqueses de Rosalmonte, que aun subsisten en el mencionado valle, en el mediodía de la Francia y en Antequera, provincia de Málaga, donde una de sus ramas actuales ha enlazado con la última heredera de los condes de Argelejo.
Consta asimismo que los barones de Les han acreditado en todos los siglos una fidelidad inviolable e imponderable celo a sus monarcas en cuantas ocasiones de guerra se han ofrecido, desde la misma conquista del reino de Sobrarbe a los infieles y en las luchas posteriores de Jaime I, Jaime II, Felipe IV, Carlos II y en la Guerra de Sucesión, en la que esta familia, una de las pocas del Principado que fuesen adictas a Felipe V de Borbón dio tantas muestras de tesón y sufrimiento, defendiendo sus legitimados derechos contra los demás catalanes y ejércitos coligados de casa de Austria; mereciendo esta casa por tan dignos títulos el blasón de leal, tan celebrado entre las naciones como aplaudido por el mas heroico. Don Ramon Cao de Benós, después de haberse distinguido en la guerra de los 25 años contra la Francia, justificó una bizarría sin igual a la par de una lealtad acrisolada. 


Introducción. 

Que los nobles catalanes sean noticia es algo inusual. No salen en los medios, pero existen. Unas 300 familias catalanas pertenecen a la nobleza titulada. 
“Algunas de ellas son de nobleza inmemorial, lo eran antes de 1311, fecha de la primera concesión de un privilegio nobiliario por parte de un soberano catalán, como los Despujol, Montcada, Montoliu, Sentmenat o Vilallonga”, señala el genealogista y heraldista Armand de Fluvià i Escorsa, autor del recientemente publicado Manual de Nobiliaria Catalana y del tercer volumen del Repertorio de grandezas, títulos y corporaciones nobiliarias de Cataluña, de próxima aparición. 
Fluvià asegura que en Catalunya hay también otros títulos antiquísimos e importantísimos que están fuera del Principado: el Ducado de Cardona, Condado de Empuries, Marquesado de Pallars, Vizcondado de Rocabertí...
“La mayoría pertenecen ahora a la Casa de Medinaceli --dice Fluvià-- porque durante la época de unificación de las coronas de Castilla y Aragón muchos castellanos hicieron el gran braguetazo casándose con pubillas catalanas". Además, señala, "lo que la gente no entiende es que se puede ser noble sin tener un título nobiliario, y hay personas con título que no son nobles”.
En cualquier caso, los títulos nobiliarios hace ya mucho tiempo que no comportan ningún privilegio. Hoy los Grandes de España, al margen de ser tratados de “excelentísimo señor”, la única prerrogativa que mantienen es la de ser considerados primos del rey, lo que implica tutearle y permanecer con la cabeza cubierta en su presencia.

Es un privilegio del que goza el Conde de Godó, Javier Godó y Muntañola, presidente del Grupo Godó y editor de La Vanguardia, a quién el Rey Juan Carlos I le otorgó, en el año 2008, la dignidad de Grande de España para unirla a su título. 
También puede tutear al rey el aristócrata catalán Luís María de Gonzaga de Casanova, Duque de Santángelo y Grande de España, uno de los títulos más antiguos y de mayor rango de la Alta Nobleza Española. Casado con la archiduquesa Mónica de Habsburgo Lorena, el Duque de Santángelo, preside el Real Cuerpo de la Nobleza de Catalunya y tiene su residencia habitual en el Castillo de la Rápita (Lleida), desde donde dirige las explotaciones agrícolas de la familia. 
Ser noble y vivir en un castillo es un clásico que apenas se da en Catalunya, ya que gestionar este patrimonio no es fácil. Carlos Montoliu, Barón de Albí, propietario del Castillo de Montsonís (Lleida) abre el suyo al turismo para costear su mantenimiento. 
Francisco de Asís de Moxó, Marqués de Sant Morí, ha trasformado el Castillo de Sant Morí (Girona) en hotel, y su hermana, Inés Moxó, que vive en el Palau Moxó, en la Plaza de Sant Just de Barcelona, alquila para bodas y eventos esta propiedad señorial que pertenece a su linaje familiar desde hace más de 200 años. Vivir aquí tiene para ella un significado de continuidad y se siente satisfecha ante el reto de intentar mantener el legado de su familia.

“La nobleza es algo que se hereda y se lleva con toda naturalidad. No es bueno ni malo, depende del uso que le des. A mí me ha abierto puertas, pero también me ha cerrado otras, porque la gente te juzga de antemano, presuponiendo cosas que no son ciertas.
 Lo dice Carmen Güell Malet, miembro de una de las más notables familias de la aristocracia catalana. Hija primogénita de Eusebio Güell y Sentmenat, Marqués de Gelida y Vizconde de Güell, Carmen es autora de varias novelas históricas, una de ellas, El mecenas y el artista, dedicada a su antepasado, el Conde de Güell y Gaudí.
“Por lo general los nobles catalanes no hacen ostentación de su título, son discretos y les gusta pasar desapercibidos. En la sociedad actual esto de la nobleza va a menos y no siempre va acompañada de una buena posición económica. Yo he tenido una educación muy austera, el glamour del título no es lo importante, el valor está en ser noble de espíritu,” asegura.

La igualdad de la mujer

Representantes de un tiempo pasado que nada se parece al actual, algunos nobles empiezan a tener conciencia de que son un colectivo muy debilitado socialmente, los últimos acontecimientos han salpicado sus filas e incluso la Casa Real se encuentra en entredicho. Sin embargo, las familias de la aristocracia andan en continuos pleitos por defender sus títulos o adquirir otros nuevos desde que la ley de 2005 acabó con la primacía del hombre sobre la mujer en el orden sucesorio. 
Entre los promotores de dicha ley de igualdad está el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, que consiguió para su esposa, la diseñadora Agata Ruiz de la Prada, uno de los títulos más importantes de Catalunya, el marquesado de Castelldosrius con Grandeza de España y la baronía de Santa Pau, arrebatándoselos a su tío, Santiago de Sentmenat. 

Pleitos entre familias

Sin tanta repercusión mediática pero igual de virulentos, los pleitos han enfrentado a otras familias nobles catalanas: los Gonzaga de Casanova por el título de Marqués de Maqueda o los Delàs y los Camps por el de Conde de Galiano. 
Lo que no es habitual es el caso de la familia Milá-Mencos, ya que tanto la primogénita, la periodista Mercedes Milá, como las dos hermanas que le siguen en orden sucesorio, han querido renunciar al título de Condesa de Montseny que les correspondía tras el fallecimiento de su padre, José Luís Milá Sagnier, a favor del cuarto hermano, José María Milá Mencos. 
“Mi vida no ha cambiado en absoluto, --explica el nuevo conde de Montseny-- acepté el título porque es algo que va con mi familia y es lo que quería mi padre. A pesar de ser puramente simbólico, conlleva una manera de hacer para la que he sido educado. La ostentación del título ha sido siempre muy baja en nuestra familia”, añade. “No conocí a mi abuelo, murió en 1955, y mi padre luchó por el retorno de la monarquía a la jefatura del Estado, por lo que no quiso heredar el título hasta hacerlo de manos del Rey en 1985. Es evidente que a mí, el ser Conde de Montseny, no me reporta nada más que el orgullo de llevar un apellido.”

Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes


REAL CUERPO DE NOBLEZA CATALANA,ANTIGUO BRAZO MILITAR CATALUÑA, ROSELLON, Y CERDAÑA.

Aunque no es propiamente un tema heráldico, me parece interesante comentar, someramente, que es el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, más aun teniendo en cuenta que ayer jueves se celebró su Asamblea Anual. El Real Cuerpo de la Nobleza, Antiguo Brazo Militar del Principado de Cataluña y de los Condados de Rosellón y Cerdaña es, por así decirlo, el colegio de nobles de Cataluña. Es una corporación nobiliaria antiquísima y fuertemente enraizada en la memoria nobiliaria de Cataluña. Todas las grandes familias nobles han tenido o tienen miembros en él. Se considera heredero del brazo militar que, en las Cortes Generales de Cataluña, asumió la representación de los nobles.

Cortes Generales

Las Cortes Generales de Cataluña la formaban tres brazos: el eclesiástico, el militar y el popular o real.

La primera noticia que tenemos del brazo que nos ocupa, es del año 1218, en Cortes.En 1389, durante un muy breve periodo de tiempo, y por decisión del rey Juan I, el brazo se escindió en dos, creándose el de los “homes de paratge” (hombres de paraje). Los “homes de paratge”, según la Gran Enciclopèdia Catalana, eran, hasta el siglo XV, aquellas personas de linaje conocido, generoso u honrado, que procedían de familia militar y que tenían casa solariega. 
Debían disfrutar de un patrimonio suficiente como para no dedicarse a los trabajos manuales o mecánicos y podían ser armados caballero. Disponían de caballo y armas si era llamados por el soberano pero no eran profesionales de la milicia como los caballeros. Tenían los mismos derechos que los caballeros excepto los derivados de haber sido armados caballeros. Se les consideraba la más baja nobleza de carácter rural.
Juan I les concedió el privilegio de poder usar las armas reales. No obstante, este brazo se reintegró pronto en el original, y sus privilegios fueron absorbidos por éste, confirmados en 1481 por Fernando el Católico.
Los primeros estatutos se firmaron en 1602 y se modificaron en 1605 y 1642. Quizás las reforma de 1642 fue la más importante ya que se estableció el llamado “Llibre Verd” (Libro Verde), en el que eran inscritos, por un notario, los caballeros que ingresaban en el Brazo. El Brazo Militar, sus Protectores y sus Oficiales, gozaban de los privilegios propios de los Grandes de España por concesión del Archiduque Carlos en 1705.
La última reunión del Brazo tuvo lugar en 1714, justo antes de que Barcelona cayera tras el asedio a la que la sometieron las tropas de Felipe V.

Corporación
uniformes

En 1880, y tras años de preparativos, se reúne la Junta General de lo que ya se puede considerar el actual Real Cuerpo de la Nobleza y se aprueban los primeros Estatutos y la continuación del Llibre Verd. Sus miembros tienen el tratamiento de ilustres si no les corresponde otro por título nobiliario.
Su sede se encuentra en la calle Palau 4 de Barcelona, donde viene celebrando unos ciclos de conferencias muy interesantes.

Uniformes

El 8 de marzo de 1883 dichos estatutos fueron aprobados por el Gobierno Civil de la ciudad, sufriendo posteriormente en 1919 una importante reorganización.
Sus vigentes Ordenanzas son de 27 de junio de 1985, y sus Instrucciones de Ingreso de 3 de abril de 1991. En ambas normas se resalta como objetivo primordial “agrupar corporativamente a la nobleza tradicional del Principado de Cataluña” , así como “ representar a la nobleza catalana ante los poderes públicos y ante cualquiera otras entidades o personas”.
El Presidente de esta Casa Troncal, el estudioso jurista e historiador D. Francisco Manuel de las Heras y Borrero, en la página 70 de su obra –Apuntes sobre las Instituciones Nobiliarias en España-, nos dice que :

 “ Ingresaron en esta corporación nobiliaria las personas pertenecientes a las familias nobles del Principado y de los Condados de Rosellón y Cerdeña, debiéndose probar la nobleza y legitimidad de los dos primeros apellidos, junto a la de cristiandad. Igualmente pueden ingresar los Grandes de España, títulos nobiliarios y cualquier persona procedente de familia noble de otra región de España, con tal de que estén domiciliadas en Cataluña, o bien posean en ella bienes inmuebles que hayan recibido en herencia” .

Usan uniforme azul compuesto de dos piezas: Levita cerrada por delante con una fila de botones dorados. Sobre el pecho nueve chaflanes dorados agrupados de tres en tres. La bocamanga de color grana con un galón dorado , ambos con pico hacia arriba. Sobre los hombros sendas palas doradas y granas, cuello recto cerrado de color dorado ribeteado de grana. Pantalones rectos de color azul , con tira negra a lo largo de ambas piernas. Banda de la corporación, de seda negra fileteada de rojo, cinturón dorado, fileteado de grana y hebilla dorada con el escudo de la corporación.
Como empresa, insignia o signo distintivos usan la Cruz de San Jorge, de gules, cargada con un escusón de oro con cuatro palos de Gules, timbrado con corona real y circundado con el lema: 
“Sigillum,regii collegii nobilitatis, olim brachii militaris cathaloniae principatus”.

El mismo fue confirmado el día 09 de septiembre de 1698 por el rey Carlos II, y en uso por real concesión desde 1398.


Armand de Fluvià i Escorsa 
Escudo de Armand de Fluvià. De azur, tres fajas ondadas de plata; bordura cosida
 de gules con ocho escudetes de oro con una faja de sable.

(nacido en Barcelona, en 1931) es un genealogista y heraldista español. Es especialista en genealogías catalanas y en las dinastías de los condes catalanes y de la Corona de Aragón. 

Biografía

Hijo de Armand de Fluvià i Vendrell, de familia de la alta burguesía catalana, estudió Derecho y se licenció en 1959 en la Universidad de Barcelona, ingresando en 1960 en el Colegio de Abogados de Barcelona. Estudió el primer curso de Paleografía y Diplomática, abandonándola posteriormente para dedicarse a la genealogía y la heráldica.
Es miembro destacado del Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica y del Instituto Salazar y Castro del CSIC. Es miembro del Institut d'Estudis Gironins (1967) y socio numerario del Institut d'Estudis Empordanesos (1967-93).
El 1953 formó parte del grupo monárquico Joventut Espanyola d'Acció (JEA). En 1957 fue encarcelado por su activismo político. En 1966 participó en la Capuchinada y hasta 1969 formó parte del secretariado político de Juan de Borbón, conde de Barcelona. 
En 1976 ingresó en Convergència Socialista de Catalunya (CSC), que abandonó en 1979 para ser uno de los fundadores de Nacionalistes d'Esquerra (Nd'E), y en 1985 su escisión Moviment d'Esquerra Nacionalista (MEN). Desde 1981 hasta 1993 fue miembro y activista de la Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes.
En 1983 fundó la Societat Catalana de Genealogia, Heràldica i Sigil·lografia, actualmente llamada Societat Catalana de Genealogia, Heràldica, Sigil·lografia, Vexil·lologia i Nobiliària, de la cual fue presidente hasta 2007. En 1983 es asesor del Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona y del Archivo Nacional de Cataluña. En 1984 obtuvo el primer premio de Arenberg de genealogía y desde 1985 es miembro de la Académie Internationale d'Héraldique.
En 1996 cedió todo su fondo bibliográfico y documental a la Generalidad de Cataluña, al mismo tiempo que se oponía al cambio de símbolos heráldicos aprobados por el ayuntamiento de la ciudad de Barcelona. En el año 2000, recibió la Cruz de San Jorge.


El 24 de octubre de 2007 funda la Institución Catalana de Genealogía y Heráldica (ICGenHer). En 2008 recibe la Medalla de Honor de Barcelona.

 Articulo de prensa.

Qué relación de parentesco tenía el pintor Diego Velázquez con algunos reyes de Europa?
 ¿Cuándo se formaron los apellidos? 

Son algunas cuestiones que responde con pasión el prestigioso genealogista y heraldista Armand de Fluvià i Escorsa (Barcelona, 1931), autor de los recientes libros publicados ‘¿Quiénes eran mis antepasados? Nuevo manual de Genealogía’, ‘Manual de nobiliaria catalana’ y ‘Manual de heráldica y técnica del blasón’, editados por la entidad, que fundó y actualmente preside, la Institució Catalana de Genealogia i Heràldica. Armand, licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona y Diplomado en Paleografía y Diplomática en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat de Barcelona, nos atiende en su casa, un sitio que respira mucha historia y en un lugar preferente del salón cuelga con orgullo su escudo familiar. A sus 81 años, continúa investigando los linajes de las familias, sobre todo las nobles: 
“Tengo la gran suerte de que mi trabajo es mi hobby y no me jubilaré nunca”. 
Armand, Creu de Sant Jordi en el 2000 y Medalla d’Honor de la Ciutat de Barcelona en el 2008, ha acabado una de las grandes obras de genealogía sobre la nobleza catalana, con unos 4.000 árboles genealógicos, pero está pendiente de que alguien se interese para que pueda salir a la luz.

-¿Cómo surgió su interés por la genealogía?

- En el bachillerato, cuando se estudiaba la historia por las listas de los reyes. Tenía una relación de los 18 reyes Luises de Francia, y todo empezó en saber el parentesco de cada uno.

-¿Cuál es su árbol genealógico?

-  Lo sigo buscando pero tengo un gran problema. Uno de mis antepasados era de Granollers y durante la Guerra Civil se quemó el archivo parroquial, el registro civil, el archivo notarial y el archivo de la propiedad. Se quemó casi todo.

-¿Hasta dónde ha podido llegar?

- He podido saber cuándo se formó mi apellido. En un documento de 1040 aparece un ascendiente mío llamado Bernardus Bernardi y unos años más tarde, en 1075, aparece como Bernardus Bernardi de Fluviano por lo que el apellido ya se había formado. A finales del siglo XII o principios del siglo XIII es cuando ya se han formado los apellidos de Catalunya. Pero no son importantes sólo los apellidos sino también el significado de los nombres. Mi nombre es de origen germánico y significa ‘hombre fuerte’.

- ¿Qué es lo que más le apasiona de la genealogía?

- Cuando estoy en un archivo parroquial buscando mis antepasados y encuentro uno tengo la sensación de que me lo agradece, es como si lo resucitara porque en cierta manera lo devuelvo a la realidad. La genealogía también es un trabajo de detective.

- ¿La genealogía da muchas sorpresas?

- La genealogía puede aportar muchas soluciones a un buen número de hechos históricos pero también tiene un interés en la historia social. Hay campesinos descendientes de reyes y, al revés, muchos reyes descienden de campesinos. Por ejemplo, los reyes de Rumanía y de Bélgica descienden de un campesino occitano, Pierre Murat, que fue padre de Joaquín Murat, mariscal de Napoleón y rey de Nápoles. La reina de Inglaterra, la de Dinamarca, el rey de Suecia  y los reyes de Grecia descienden de una campesina, Marta Skavronska, que fue emperatriz de Rusia con el nombre de Catalina I.

- Interesante…

-Los Càrcer, la familia materna del penúltimo marqués de Castellbell, que se pensaba que eran feudales, descienden de un zapatero que en el siglo XVI vivía en Vic. Los Sarriera, que hoy son una de las familias más importantes de la nobleza catalana, descienden de un médico de Girona que hizo fortuna en el siglo XIV por ser médico del rey. Y otro caso inverso, lo tenemos en el gran pintor Velázquez que es ascendiente de reyes de Europa, entre los que está la reina Sofía de España.

-¿La genealogía nunca falla?

-Yo me propuse hacer de la genealogía una disciplina seria y científica. Muchos genealogistas han falsificado para halagar a sus clientes. La genealogía es muy importante como ciencia auxiliar de la historia.

- ¿Qué tipo de genealogías se han falsificado?

- A finales del siglo XIX, la Península ibérica está llena de falsificaciones de genealogías principalmente para ingresar en las órdenes militares y caballerescas donde hacía falta probar nobleza. Por ejemplo, el primer marqués de Casa Riera, un antepasado de la reina Fabiola de Bélgica, que era hijo de un galonero convirtió su segundo apellido Rosés en Rozes y lo hizo descender de unos hidalgos austriacos. O los Bofarull, de Reus, que para rehabilitar la baronía de Ribelles consiguieron entroncarse con los Ponç de Ribelles a base de informes ‘ad perpetuam rei memoriam’, una manera de conseguir nobleza.

- ¿Conoce más casos?

- También se decía que los Montcada descendían de los duques de Baviera, los Cardona de Carlomagno, los Oms del rey de los visigodos Ataúlfo o los Rocabertí de la dinastía merovingia. Y esto no era así. Cuánto más importante era la familia a la que le hacían la genealogía, más ilustres y más antiguos hacían  los antepasados. En la edad media hubo una inflación de falsas genealogías y esto ha desprestigiado la genealogía.

- ¿Qué árboles genealógicos de familias le gustaría investigar?

- Hay una gran cantidad de condesas de Ribagorça, de Pallars, de Besalú o de Barcelona de las que sólo sabemos el nombre. Esta búsqueda se tiene que intensificar y promocionar. También sería interesante conocer las genealogías de personajes importantes como Bernat Metge, Francesc Eiximenis, el cronista Muntaner o el pintor Jaume Huguet. Las familias son muy importantes también desde el punto de vista social. La realidad es, que a diferencia de otros países europeos, en el campo de la investigación nos queda mucho por hacer.

- Usted también en sus investigaciones desmonta el mito de la sangre intacta, ¿no?

- La genealogía es la mejor manera de ver que las razas puras no existen. Si nos adentrásemos en las tablas de los ascendentes de los príncipes de Europa, encontraríamos personajes de todas las razas. Y si pasamos a la alta nobleza española tenemos que, por ejemplo, los actuales condes de Churruca, el duque de Veragua, el conde de Fuenrubia y el  marqués de Cerralbo son descendientes de Moctezuma II, emperador azteca de México.

- ¡Menuda mezcla!

- Si todos descendemos de antepasados comunes, todos somos parientes, en uno u otro grado más o menos lejano. Rudolf Hess, el nazi muerto en la prisión de Spandau, era descendiente de Zwingli, el reformador suizo de la época de Lutero. Pues bien, por ser descendiente suyo resulta que era primo lejano de un judío norteamericano apellidado Kassowitz y, por tanto, también era pariente de judíos.

-¿Cómo ve el momento actual de la genealogía?

- Vive un momento dulce desde hace ya un cierto tiempo porque gracias a las instituciones que hemos creado la gente se está aficionando. Ahora cuando voy a un archivo también encuentro muchas personas buscando genealogías, algo que antes no sucedía. También estamos haciendo cursos de genealogía y heráldica con Òmnium Cultural y realizando conferencias en el Ateneu Barcelonès.

- ¿Qué le parece la nueva ley del Registro Civil que los padres puedan escoger el orden de los apellidos?

- ¡Me parece una barbaridad!  Hasta ahora había una seguridad fantástica de que todos los antepasados de la primera línea son hombres y los otros apellidos los ha llevado una mujer. Esto conllevará a que si todos cambian sus apellidos de aquí a 50 años nadie sabrá quiénes eran los bisabuelos. Si querían hacerlo de una manera más feminista podrían haber hecho lo de Portugal, el primer apellido es el de la madre y el segundo el del padre, que es el que siempre se perpetúa.

- Usted también ha publicado varios libros sobre heráldica y ha escrito sobre el escudo de Catalunya. ¿Cómo está esta cuestión?

- Lo del escudo de Catalunya es un escándalo. Catalunya tiene el escudo más antiguo de Europa y, evidentemente, de la península, pero Catalunya es el único país del mundo y la única autonomía del estado español que no tiene escudo. No tenemos escudo.

-¿Por qué?

- Como asesor de heráldica de Catalunya cuando se discutía el Estatut en el Parlament envié la descripción correcta del escudo y la bandera de Catalunya a todos los grupos parlamentarios y al presidente del Parlament. No me hicieron caso y resulta que los símbolos nacionales de Catalunya, tal como recoge el Estatut, son ‘la bandera, el himno y la fiesta’.

-¿Cómo tendría que ser el escudo de Catalunya?

- Es un escudo de oro con cuatro palos de gules. Es el escudo que era de los Condes de Barcelona, de la dinastía del Casal de Barcelona, y lo tenían desde 1150, es un escudo de Ramón Berenguer IV, el más antiguo que se conoce.

- ¿La genealogía no se entiende sin la heráldica?

- No necesariamente, pero todas las familias nobles tienen escudo. También hay que recordar que no hay escudos de apellidos sino de familias, que son cuestiones diferentes. Y no todas las familias tienen escudo.
- Un tema también controvertido es el de la heráldica en el ámbito deportivo. 

¿Los clubs suelen respetar la heráldica?

- Es un desastre. El escudo del Barça, como muchos otros, heráldicamente no es correcto.

-¿Por qué motivo?

- La primera ley de la heráldica es la de los esmaltes, es decir, la de las coloraciones. El escudo del Barça tiene unos palos azules y rojos, y la primera regla es que no se puede poner metal sobre metal ni color sobre color. Si ves el escudo del Barça de lejos no distingues los colores que son porque el azul y el rojo se diluyen. Precisamente, la heráldica surgió en los campos de batalla para poder diferenciar enseguida al enemigo de los tuyos y, por eso, llevaban las señales en los escudos.

- Recientemente también ha publicado el ‘Manual de nobiliaria catalana’. ¿Se suele conocer las familias nobles de Catalunya?

- También hay mucho desconocimiento. Un día un funcionario de la Generalitat me preguntó sorprendido si todavía existían los títulos nobiliarios. También hay familias nobles que nunca han tenido títulos. Tenían privilegios nobiliarios, ya fueran de ciudadano honrado de Barcelona, de caballero de principado de Catalunya o de noble de principado de Catalunya.

- ¿Cuántas familias nobles catalanas hay?

- De forma general, en Catalunya hay poca nobleza en comparación, por ejemplo, con Castilla. Publiqué un artículo en mi página sobre un censo aproximado de familias residentes o no en Catalunya que actualmente pertenecen a la nobleza catalana y había entre 200 o 300 familias.

-¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?

- Recientemente hemos creado un programa informático desde la Institució Catalana de Genealogia i Heràldica de todas las casas soberanas del mundo. La base de datos tiene más de 62.000 personas registradas con las genealogías desde los faraones de Egipto, los Incas y Aztecas hasta los emperadores de China, de Japón, las dinastías musulmanas o los reyes de Madagascar. Por ejemplo, puedes conocer la relación de Gengis Kan, el fundador del imperio mongol, con el actual Rey de España, Juan Carlos I. También tengo unos 4.000 árboles genealógicos de familias de la nobleza catalana esperando que una editorial los publique.

-¿Y por qué no se han publicado?

- Si estuviéramos en Aragón, Valencia, Navarra o Galicia ya se habrían publicado. Es una obra de cinco volúmenes de cuadros genealógicos. El primero se centra en las casas condales y vizcondales de la época carolingia, el segundo en las familias de la nobleza inmemorial.

-¿Inmemorial?

-  Son aquellas familias que ya eran nobles antes de 1311, fecha de la primera concesión de un privilegio nobiliario por parte de un soberano catalán. Los dos siguientes volúmenes tratan de la nobleza rural y la del patriciado urbano. En el último, que se publicaría el primero, me centro sobre la abolición de la nobleza como estamento social público y oficial.

-¿Qué significa ser noble en el siglo XXI?

- Nada, no significa nada. Es puramente honorífico, un recuerdo de los antepasados y, por eso, creo que los nobles tienen que ser unos descendientes que siempre honoren a sus antepasados. Los nobles tienen que llevar una vida digna y ser siempre ejemplares.

- ¿Conociendo a nuestros antepasados nos conocemos mejor?

- Exacto. Gracias a nuestros antepasados estamos aquí y les debemos un cierto reconocimiento. Oscar Wilde, en ‘La importancia de llamarse Ernesto’, nos dice cómo se extraña lady Bracknell porque el señor Worthing no sabía el nombre de sus padres y decía que olvidar el nombre de uno de los padres podría ser considerado una desgracia, pero olvidar el de todos era un descuido.

- ¿Esto va cambiando?

- Afortunadamente sí, pero es una pena que la mayoría de la gente no sepa el segundo apellido de los abuelos. Tenemos que procurar saber todos nuestros orígenes. Además, la genealogía es una ciencia auxiliar de la medicina y de la genética. Es evidente que hay enfermedades genéticas y conviene saberlo. Por ejemplo, yo sé de qué murieron mis ocho bisabuelos, mis cuatro abuelos y mis dos padres. La genealogía es importante.


Comentarios

  1. La nobleza catalana, en los siglos XIX y XX, tuvo muy poca importancia en lo político, lo social y económico en Cataluña, ,nobleza era muy pequeña, y estaba a la sombra de la burguesía catalana, quien era verdadera clase dirigente de esa región.

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