Asesinato del juez italiano Giovanni Falcone.-a

Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes


Los coches destrozados del juez Giovanni Falcone
 y su escolta poco después del atentado en Capaci.
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Giovanni Salvatore Augusto Falcone (Palermo, Sicilia, 18 de mayo de 1939-Isola delle Femmine, Palermo, 23 de mayo de 1992) fue un juez italiano, conocido por sus intentos por desmantelar la Cosa Nostra, por lo cual fue asesinado.

Atentado

Fue asesinado por orden de Salvatore Riina, atentado que llevaron a cabo Giovanni Brusca y Nino Gioè,​ donde estallaron mil kilogramos de explosivos colocados bajo la autopista que une el aeropuerto de Palermo, que hoy lleva su nombre y el de su sucesor Paolo Borsellino, con la capital. Murieron con él, su esposa Francesca Morvillo y los miembros de su escolta Rocco Di Cillo, Vito Schifani y Antonio Montinaro.

Su funeral se celebró el 25 de mayo de 1992 en la catedral de Palermo, ante miles de personas que se dieron cita en el templo y su explanada para llorar por él.. Su muerte fue el símbolo de una época convulsa de la historia italiana, con todavía un poder inmenso de la mafia. Su muerte fue una venganza por los años de persecución judicial a la mafia y la detención de numerosos capos promovidas por él.

MUERTE DE FALCONE, FRÍAMENTE CALCULADA
Falcone
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La decisión de asesinar al juez italiano Giovanni Falcone fue tomada hace varios años y tras el primer atentado fallido contra el jefe de la antimafia, los jefes de la Cosa Nostra tenían que centrar su objetivo y no fracasar por segunda vez . Esa es una de las hipótesis centrales que animan las investigaciones de los altos servicios de inteligencia italianos, tras un primer análisis de las circunstancias y de la dinámica del pluriatentado con matices narcoterroristas que conmocionó a la opinión pública italiana.

En primer lugar, los investigadores están llegando a la conclusión de que la matanza de Palermo había quedado en perenne incubación y todo era cuestión de fijar el momento sin necesidad de planes preconcebidos.
La víctima, el lugar y el momento, de alguna manera, eran secundarios, pues de lo que se trataba era de asestar un golpe al corazón del Estado , una estrategia que, según los investigadores, aísla de hecho a los mafiosos de Sicilia con sus primos de Cosa Nostra en Estados Unidos .
Como anotaba el vice-procurador de Palermo, Paolo Borsellino, en una entrevista publicada ayer por el diario La Repubblica, la mafia italiana y colombiana en Estados Unidos nunca habrían probado dar un golpe tan vistoso contra el Estado. Sería contraproducente para sus propios negocios .
De ese modo, la mafia siciliana, tras la decisión de atentar contra la vida de un funcionario del nivel de Falcone, tenía simplemente que escoger cuál era el anillo débil en la cadena de movimientos cotidianos de la víctima designada .
No se necesitaba un gran esfuerzo de planificación. Era imprescindible la existencia de espías en los entornos del juez Falcone para llegar a la conclusión de que esos pocos kilómetros de autopista que separan el aeropuerto de Punta Raisi con la capital siciliana eran el sitio más indicado para ejecutar el atentado.
La mafia local tiene fácil acceso al aeropuerto de Palermo, por obvios motivos: la abundancia de personal, la variedad de empresas que trabajan en conexión con el aereopuerto, el flujo de turistas y de forasteros.
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El Ministro del Interior italiano ordenó que se abriera una investigación para determinar si la mafia se había infiltrado en el aeropuerto internacional de Palermo. Funcionarios judiciales señalaron que la investigación de Punta Raisi, el aeropuerto más grande y activo de Sicilia, se concentraría en el consorcio de empresas que lo administra.
Tras una reconstrucción de las obras que se han efectuado en la zona, los investigadores descubrieron que, hace unas semanas, la empresa de mantenimiento de carreteras provinciales Anas había construido una dársena de estacionamiento en el costado de la autopista.
Los servicios de inteligencia sospechan que los artífices del atentado colocaron en ese momento las cargas de dinamita contra Falcone. Anuncio de Scalfaro Con este panorama, ayer el nuevo presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, prestó juramento en el Parlamento.
En su primer mensaje, el mandatario sentó las bases de la regeneración moral y económica del país para superar la grave crisis institucional y financiera.
Scalfaro anticipó que la nación debe prepararse para hacer urgentes sacrificios y anunció una lucha frontal contra la corrupción.
Sobre el caso Falcone, el otro anillo débil de la cadena era la frecuencia con éste solía desplazarse a Palermo, donde su esposa, Francesca Morvillo, se desempeñaba como magistrado de la Fiscalía de Palermo.

Cada fin de semana, los empleados de la mafia podían anotar los rutinarios movimientos de Falcone: se embarcaba en Roma, en el aeropuerto de Ciampino, adonde llegaba escoltado por una caravana impresionante de vehículos blindados.
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Si su salida de Roma pasaba inadvertida, ello no sucedía en Palermo, donde su arribo era anunciado por un despliegue formidable de sirenas y de automóviles blindados que entraban al aeropuerto de Punta Raisi. Se calcula que las operaciones en torno a Falcone interesaban a más de sesenta personas, entre Roma y Sicilia.
El último aviso a los sicarios de la Cosa Nostra lo dio, infortunadamente, la misma esposa de Falcone, quien había viajado a Roma el jueves para sostener unos exámenes como auditora judicial, los que se prolongaron hasta el sábado.
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Todo esto, concluyen los servicios de inteligencia, era oficial y no se necesitaban tramas internacionales, complots de alta sofisticación para planear y cometer el siniestro.
Sencillamente, la barbarie, la sangre fría y el desprecio por la vida humana, conjugado con un creciente sentimiento de aislamiento por parte de algún clan mafioso siciliano que buscaba mezclar la baraja del poder en Sicilia.

Autores
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Giovanni Brusca ( San Giuseppe Jato Sicilia 20 de febrero de 1957 - ), conocido como lo Scannacristiani (el Matacristianos, debido a su amplio historial de asesinatos) y también "U' Verru", Il Porco (el cerdo)) o Il Maiale (el jabalí), es un conocido asesino de la Mafia, detenido el 20 de mayo de 19961​ que posteriormente colaboró con la justicia italiana. Es hijo de Bernardo Brusca, y hermano del arrepentido Enzo Brusca.
Al ser hijo de un antiguo capo, Brusca fue admitido en la Mafia muy joven, a los diecinueve años, con ya un asesinato a sus espaldas. Su iniciación fue presidida por el capo Toto Riina.

Brusca formaba parte de un escuadrón de asesinos bajo el mando directo de Riina. Fue el que accionó el detonador de la bomba que mató al juez Giovanni Falcone. Posteriormente, asesinó al capo de la familia Alcamo por cuestionar la autoridad de Riina, así como a otro mafioso que no había utilizado sus contactos en contra de uno de los macrojuicios instruidos por Falcone. Secuestró y mandó asesinar al hijo del arrepentido Santino di Matteo.​ El testimonio del arrepentido y antiguo colaborador de Brusca, Giuseppe Monticciolo, apunta a la autoría personal de Brusca.​ Tras la detención de Riina, ascendió dentro de la familia Corleonesi.

Nota periodística



COSA NOSTRA ASESINÓ AL JUEZ GIOVANNI FALCONE
  13 de noviembre 1993 


Estamos en condiciones de identificar a cada persona y determinar su participación en el atentado , dijo en rueda de prensa el juez Giovanni Tinebra, de Caltanissetta, quien encabeza la investigación.
Falcone, quien realizó una popular campaña contra la mafia, murió el 23 de mayo de 1992 al estallar una bomba colocada debajo de la carretera mientras era conducido desde el aeropuerto hasta Palermo.
Magistrados manifestaron que algunos de los principales miembros del clan Corleone, el más brutal de la mafia, participaron en el atentado, encabezados por Toto Riina .
Entre ellos se encuentran Leoluca Bagarella, cuñado de Riina, y Giovanni Brusca, quien según informó la televisión estatal fue quien detonó la bomba.
Ambos son buscados por las autoridades, mientras que la mayoría de los otros acusados ya están en prisión por otros cargos.
En el atentado también murieron la esposa de Falcone y tres escoltas.
Los Corleoneses se impusieron en la guerra entre clanes mafiosos de los años 80, ejerciendo el dominio con una ferocidad nunca antes conocida en la Cosa Nostra.
Totó Riina fue detenido el pasado 15 de enero, tras pasar 23 años como fugitivo, y sobre sus espaldas pesan dos cadenas perpetuas.

 El éxito de la investigación, en parte, se debe a las declaraciones del arrepentido mafioso Santino Di Matteo, conocido como Media Nariz . Sus declaraciones permitieron identificar a los 18 implicados.
Además de los ya citados, también figuran el constructor Salvatore Sbeglia, empresario sospechoso de ser mafioso, apasionado de los caballos y propietario de una de las casas en las que, según la policía, pasó Riina parte de sus años como fugitivo.
Sbeglia, muy apreciado en ambientes de la Curia de Palermo, se adjudicó recientemente las obras de restauración de la catedral palermitana.
El listado de los que participaron en uno de los mayores atentados cometidos por la mafia (otro fue el que les costó, tres meses después, la vida al juez Paolo Borsellino y a sus cinco escoltas) es muy completo . Menciona, así mismo, a Salvatore Biondino, Salvatore Cancemi, los hermanos Domémico, Calogero y Raffaele Ganci.
También, a Giuseppe Agrigento, Antonio Troia, Giusto Sciarabba, Giovanni Bataglia, Pietro Rampulla y Gioacchino La Barbera: la flor y nata de los Corleoneses y aliados.


Comentarios

  1. uno de los grandes asesinatos de la historia, mato a un héroe de la justicia, un soldado de ley

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