Palacio de las Tullerías.-a

Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes


El palacio de las Tullerías detrás de su entrada monumental, el Arc du Carrousel.

El palacio de las Tullerías (en francés: Palais des Tuileries) fue un palacio imperial y real situado en el centro de París, formando, junto al Louvre un único complejo arquitectónico.
Fachada oeste del palacio hacia 1820.

Construido como maison de plaisance (capricho) para la reina madre Catalina de Médicis, el palacio se usó raramente hasta 1789. En plena efervescencia de la Revolución francesa, Luis XVI y su familia trasladaron su residencia de Versalles a las Tullerías, a partir de entonces, el palacio se convertiría en la principal residencia de los monarcas franceses en el siglo XIX. Por metonimia, "las Tullerías" pasó a designar la jefatura del Estado francés y fue el centro político de Francia de 1789 a 1870.
Durante mayo de 1871, el palacio de las Tullerías fue uno de los varios edificios oficiales incendiados por los miembros de la Comuna de París.
Vista aérea de las Tullerías hacia 1840, aún sin unir con el Louvre

Del antiguo palacio solo se conserva el anexo jardín de las Tullerías, que alberga el Musée de l'Orangerie y la simétrica Galerie nationale du Jeu de Paume. El palacio de las Tullerías se situaba justo entre el jardín homónimo (oeste) y el actual Musée du Louvre (este)

Origen del nombre
Localización del palacio (líneas rojas), entre las dos alas del Louvre que se abren al Jardin des Tuileries.

El nombre es una castellanización del original francés Palais des Tuileries, cuya traducción correcta sería Palacio de las Tejerías, y que tiene su origen en las fábricas de tejas (tuiles en francés) que existían antiguamente en lo que luego sería el emplazamiento del palacio, y que fueron derruidas para permitir su construcción.

Historia

Antes de la construcción del palacio, los terrenos estaban ocupados por solares vacíos y fabricas de tejas (tuiles en francés), todos ellos situados fuera de la murallas que Carlos V había mandado construir durante la segunda mitad del siglo XIV (ver Enceintes de Paris, en francés).

Catalina de Médicis: una maison de plaisance

Tras la muerte de su esposo, el rey Enrique II de Francia, la reina madre Catalina de Médicis pidió al arquitecto Philibert de l'Orme y, después del fallecimiento de este, a Jean Bullant edificar allí un palacio. La intención era que el edificio sirviera de retiro para la Reina Madre, lejos del tumulto de la Corte (situada en el cercano Louvre), pero al mismo tiempo lo suficientemente cerca para mantener una cierta influencia política.1​ Asimismo, el amplio jardín italiano, que se tenía que construir anexo al palacio, buscaba rememorar a los jardines florentinos en los que la reina Catalina había pasado su infancia.
La idea inicial proyectaba la construcción de un gran edificio rectangular organizado alrededor de tres patios interiores y conformado por pabellones conectados por galerías. La profusa decoración escultórica de las fachadas, típica del renacimiento francés, recordaba al Ala de Francisco I en el Blois o a la fachada que Pierre Lescot había construido pocos años antes en el Louvre.
Sin embargo, el ambicioso proyecto original jamás llegó a terminarse; iniciado en 1563, las obras avanzaron de forma lenta y se paralizaron hacia 1574. Cuenta la leyenda, que la supersticiosa Catalina recibió un día la predicción de que moriría "cerca de Saint-Germain", y, creyendo que se trataba de la cercana parroquia de Saint-Germain, la reina ordenó paralizar las obras de las Tullerías. Lo más probable, no obstante, es que el proyecto avanzara con lentitud a causa de la inestabilidad política y los conflictos religiosos. Sea como fuere, a partir de 1572, Catalina de Médicis trasladó su residencia al Hôtel de Soissons (hoy desaparecido).2​
Así pues, del proyecto original, solo llegó a emerger del suelo un ala, la que daba al jardín. En el centro de dicha ala había un pabellón cubierto por una cúpula elíptica, al sur el llamado Pavillon Bullant en honor a su arquitecto, y al norte un pabellón inacabado del que solo se llegó a construir la planta baja.
Si que se llegó a terminar, sin embargo, el anexo jardín de las Tullerías, ejemplo de jardín italiano, y que sirvió de lugar de esparcimiento a la Corte, alojada en el Louvre. A través de dicho jardín, el rey Enrique III huiría de París en mayo de 1588 durante el día de las barricadas.

El palacio (inacabado) y el jardín hacia 1570.

Elevación y planta del proyecto original del palacio.

Proyecto original de De l'Orme del palacio y el jardín de las Tullerías.

El inacabado palacio de las Tullerías hacia 1570, según un grabado de Theodor Hoffbauer.
Enrique IV: el Grand Dessein (Gran Proyecto)

Después de años de conflictos religiosos y políticos, la llegada del primer Borbón al trono de Francia, Enrique IV, supuso, a la par, el inicio de una etapa de estabilidad y de fiebre constructiva. Grandes proyectos como la Place Dauphine, la Place Royale o el Château Neuf de Saint-Germain-en-Laye son prueba de ello.
Instalado en el Louvre, Enrique IV decidió unir dicho palacio con las Tullerías: el proyecto se llamó el Grand Dessein. Entre 1607 y 1610, el arquitecto Jacques II Androuet du Cerceau (hijo del célebre Jacques Androuet du Cerceau) construyó una larga galería, paralela al río Sena, que unía ambos palacios. Dicha galería se llamó la Grande Galerie. Al oeste, en su unión con las Tullerías se erigió un monumental pabellón, más tarde llamado Pavillon de Flore. Al este, otra galería, la Petite Galerie, servía de conexión con el Louvre. A partir de entonces, la evolución histórica y arquitectónica del Louvre y de las Tullerías estaría inextrincablemente ligada.
La muerte de Enrique IV en 1610 sumió otra vez a las Tullerías en un periodo de letargo, paralelamente, sin embargo, el palacio del Louvre experimentaba importantes transformaciones arquitectónicas.
El complejo Louvre-Tuileries en 1615, según el mapa Merian.
El "Grand Dessein", según un fresco del Château de Fontainebleau.
La Grande Galerie en un grabado de 1839.

El Pavillon de Flore fotografiado por Baldus en 1861, antes de la reconstrucción de la fachada.

El Pavillon de Flore en un grabado de 1814
Luis XIV: la ampliación barroca

Las Tullerías conocieron entonces un periodo de abandono, durante el reinado de Luis XIII las obras de ampliación de Louvre acapararon la atención de la Corona, dichas obras se prolongaron bajo el reinado de su hijo y sucesor, Luis XIV. Fue sin embargo este último el que decidió reanudar las obras del palacio. Como la ampliación del Louvre renacentista parecía eternizarse, el Rey Sol decidió, paralelamente, la ampliación de las Tullerías, para que éstas sirvieran de residencia alternativa. El afamado arquitecto Louis Le Vau, que había construido Vaux y que más tarde ampliaría Versalles, fue el encargado de dirigir las obras junto con su discípulo François d'Orbay.
Desde 1659 y hasta 1666, Le Vau se encargó de corregir la disimetría del viejo palacio de Catalina de Médici: el Pavillon de Flore recibió su pendant con el Pavillon de Marsan (situado en el extremo norte), del mismo modo que el Pavillon du Théâtre equilibraba al Pavillon Bullant.
Asimismo, el objetivo de Le Vau también era armonizar los estilos disparejos de las distintas construcciones (la exuberancia renacentista por un lado y la monumentalidad barroca por otro). Por ello, el viejo palacio del siglo XVI fue completamente remodelado, todas las fachadas se rehicieron de nuevo en estilo clasicista francés, y de la obra de Philibert de l'Orme solo sobrevivieron las arquerías o loggias que daban al jardín. También fue rehecho el viejo pabellón central con su cúpula elíptica y en su lugar se erigió un pabellón al estilo del Pavillon de Flore y de Marsan con una cúpula cuadrangular, dicho pabellón recibió el nombre de Pavillon de l'Horloge a causa del reloj que había en una de sus fachadas. La fachadas de las Tullerías alcanzaron entonces una longitud de 328 metros.
Al mismo tiempo los nuevos apartamentos regios, completamente remozados, recibieron una suntuosa decoración a base de frescos rodeados de elaboradas cartelas y estucos dorados. No obstante el elemento más llamativo del interior del palacio fue su teatro. La inmensa sala de teatro, construida en la mitad norte de las Tullerías, se empezó en 1660 y fue inaugurada el 7 de febrero de 1662 con el ballet Ercole Amante de Franceso Cavalli4​ y pronto recibió el nombre de Salle des Machines (Sala de las Maquinas) debido a sus elaborados mecanismos, obra de los ingenieros italianos Gaspare y Carlo Vigarani. Con un aforo de casi 4000 espectadores, la Salle des Machines fue considerada una de la mayores de Europa.
También los alrededores del Palacio de la Tullerías sufrirían importantes transformaciones durante el reinado de Luis XIV. Al oeste, el jardín homónimo fue remodelado por André le Nôtre. Desde 1664, el paisajista transformó el recluido jardín à l'italienne en un grandioso jardín à la française; se anunciaban, ya, los fastos de Versalles. En la zona este, otro pequeño jardín fue eliminado para crear un amplio patio de entrada (en francés: cour d'honneur) al palacio. En dicho patio se celebró, en junio de 1662, un carrusel (desfile militar)5​ que daría nombre al lugar: la Place du Carrousel (Plaza del Carrusel).6​
Una vez terminadas todas las ampliaciones, el Rey y la Corte pudieron trasladarse al palacio en el invierno de 1666, dejando de habitar el Louvre para siempre. La relevancia de las Tullerías como residencial real fue, sin embargo, de corta duración: en 1671, Luis XIV pasó su último invierno en el palacio. A lo largo de la siguiente década, los presupuestos para las interminables obras del Louvre fueron menguando al mismo tiempo que los de Versalles no paraban de aumentar. En 1682, el Rey Sol trasladó de forma permanente la Corte allí.

Carrusel celebrado por Luis XIV en 1662, fachada este de las Tullerías.

La Galería de Diana en las Tullerías, acuarela de Fournier (circa 1860).

La nueva fachada oeste de las Tullerías con todos los pabellones.
Siglo XVIII: música y teatro

Paris y las Tullerías perdieron su rey con el traslado de la Corte a Versalles, pero el palacio continuó siendo la residencia oficial del monarca en la capital. Tras la muerte de Luis XIV y durante la regencia del duque de Orleans, el joven Luis XV vivió en el palacio de 1715 a 1722, en dicho año la Corte se reinstaló en Versalles. Luis XV volvería a habitar el palacio, brevemente, en noviembre del 1744,7​ después de volver de Metz durante la Guerra de Sucesión Austríaca.
Las Tullerías fueron habitadas entonces por algunos cortesanos a los que el Rey había concedido apartamentos, y por numerosos artistas a los que se permitía vivir y tener talleres en el palacio. La ausencia real de las Tullerías fue compensada por una intensa vida musical y teatral, convirtiendo el palacio en uno de los mayores centros de difusión cultural del Siglo de las Luces francés.
Cuando en 1763 un incendio destruyó sus instalaciones en el Palais Royal, la Opéra de Paris se vio obligada a buscar una nueva sede. Decidió instalarse entonces en la inmensa, pero vetusta, Salle des Machines de las Tullerías.8​ El afamado arquitecto Jacques-Germain Soufflot fue el encargado de realizar las reformas necesarias, que consistieron en construir una nueva sala en la parte delantera del escenario de la vieja sala. La nueva Salle Soufflot, como se la llamó, tenía un capacidad bastante inferior (500 plazas frente a 4000), pero en cambio resultaba mucho más cómoda, manejable y tenía una mejor acústica. El auditorio de la vieja Salle des Machines permaneció inalterado, usándose como almacén para decorados.
En 1770, la Comédie-Française se instaló en la Salle Soufflot,8​ dejada vacante por la Ópera de París, que se había trasladado a su nueva sala del Palais Royal. Ocho años después, en la sala de las Tullerías, se celebró la première de la polémica obra de Beaumarchais, el Barbero de Sevilla. A partir de 1782 y hasta la Revolución, la Salle Soufflot alojó al Thêatre de Monsieur, compañía teatral así llamada por estar bajo el patronazgo del hermano de Luis XVI, Monsieur el Conde de Provenza.

Planta de la Salle des Machines y la nueva Salle Soufflot.

Sección de la Salle des Machines.

Planta de la Salle des Machines
Nueva escalinata diseñada por Pierre Fontaine

Galerie de la Paix, hacia 1860.
Reconvertidas en residencia imperial, las Tullerías bajo el Segundo Imperio experimentaron su edad de oro. En un principio, las obras se limitaron a restaurar y reparar los daños de los saqueos de 1848. Rompiendo con la tradición, el Emperador se instaló en la planta baja, en el antiguo appartement de Luis Felipe I y su esposa, y la Emperatriz en los antiguos aposentos de Napoléon I y Carlos X, en dichos aposentos nació el único hijo de la pareja el 16 de marzo de 1856.

En las Tullerías, la corte residía en invierno, la llegada del buen tiempo marcaba el traslado al cercano Château de Saint-Cloud, luego en junio/julio a Fontainebleau, en agosto era el turno de tomar las aguas en Vichy o Plombières, en septiembre los bains de mer en Biarritz, a continuación una corta estancia en Saint-Cloud y finalmente el otoño en Compiègne.28​ Mientras la corte residió en las Tullerías, éstas fueron centro de innumerables fiestas y celebraciones.

En 1858, Hector Lefuel acometió una importante transformación de los aposentos imperiales, la loggia y terraza sur que Le Vau había construido desaparecieron para dejar paso a nuevas estancias para la pareja imperial. En el primer piso, en el appartement de la Emperatriz, tres nuevos salones fueron construidos: el salon vert, el salon rose y el salon bleu, usados, respectivamente, como salón para las damas, antecámara y salón de audiencias. Dichos salones pueden considerarse como el ejemplo más perfecto de aquello que se llamará style Louis XVI-Impératrice, en otras palabras el típico ejemplo de decoración Segundo Imperio, que mezclaba revivals históricos, antigüedades y muebles nuevos y confortables con tapicerías capitoné.

La recepción en los jardines durante la Exposición de 1867.

El Gabinete del Emperador.

El Salón de los Ministros.

El Salon des Maréchaux, bajo el pabellón central.

Las Tullerías desde del Carrousel, con el arco enfrente.

La fachada hacia el jardín, durante la Exposición de 1867.
El Nouveau Louvre

Paralelamente a la instalación de las Familia Imperial en el palacio, los arquitectos Louis Visconti y, tras su muerte, Hector Lefuel estaban acometiendo la ansiada reunión del Louvre y las Tullerías por el norte, siguiendo el "Grand Dessein" de principios del siglo XVII y eliminado, definitivamente, el decrépito barrio que se erigía entre ambos edificios. En 1857, después de seis años de trabajos, el Emperador inauguraba los nuevos edificios, llamados "Le Nouveau Louvre", con sus característicos pabellones repletos de esculturas y sus altísimos tejados. Los nuevos edificios no solo contenían salas de exhibición del museo, sino también los nuevos establos imperiales además de varias oficinas ministeriales, la Bibliothèque du Louvre y una vasta sala del trono para sesiones conjuntas del Parlamento (la Salle des États). El acondicionamiento y decoración de los interiores se alargó hasta 1861.30​ El gigantesco complejo formado por el Louvre y las Tullerías recibió el sobrenombre de "le trapèze impérial".

El complejo Louvre (al fondo) Tullerías (primer plano), con el Nouveau Louvre en medio.

Demolición de los viejos edificios frente al palacio.

Viejas casas entre las Tullerías y el Louvre.

La Tullerías desde el otro lado del Sena.

Las Tullerías vistas desde el Nouveau Louvre.

Mapa del complejo con el Nouveau Louvre en negro, las Tullerías a la izquierda y el Louvre a la derecha.
Reconstrucción del Pavillon de Flore y de la Grande Galerie

Apenas terminadas las obras en el Nouveau Louvre en 1861, Lefuel consideró necesario analizar el estado de las partes más viejas del edificio, se descubrió que el Pavillon de Flore, al lado del Sena, amenazaba ruina, no en vano había sido construido más de dos siglos antes, bajo el reinado de Enrique IV. Desde 1850, el pabellón permanecía apuntalado y, en 1860, parte de la cornisa se había desprendido. Lefuel propuso demolerlo y reconstruirlo de nuevo. El arquitecto también convenció al Emperador para hacer lo mismo con la parte oeste de la Grande Galerie, en parte por cuestiones estructurales, en parte porque consideraba el orden colosal de su fachada "una invención desafortunada que tuvo una influencia nefasta".31​
El nuevo Pavillon de Flore fue reconstruido con un orden superpuesto profusamente decorado con relieves y esculturas y un alto tejado. En la cornisa, Carpeux esculpió un exuberante "Triunfo de Flora". Una articulación similar siguieron las fachadas de la Grande Galerie y, además, se construyó un monumental pórtico en la parte central que comunicaba con la Cour du Carrousel.
El interior sufrió grandes cambios, el pabellón tenía que destinarse al Príncipe Imperial, la Galerie fue reducida a la mitad de su extensión y en el primer piso se proyectó un appartement para soberanos extranjeros de visita. Asimismo, se añadió, cara a la Cour du Carrousel un nuevo pabellón (el Pavillon des Sessions32​) que debía contener una amplia sala del trono en sustitución de la Salle des États del Nouveau Louvre. 

Comentarios

  1. un gran palacio histórico del viejo parís, destruido por hordas fanáticas revolucionarias, que destruyeron un palacio de origen renacentista y gran pasado histórico.

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