Nobleza Húngara.-a
Realeza
El Príncipe húngaro era el monarca de más alto rango que gobernaba a los húngaros antes de la fundación del Reino de Hungría en el año 1000. Tras la coronación de San Esteban I de Hungría como rey, este nuevo título reemplazó al de Príncipe de Hungría. Luego de que el reino fuera dividido en tres partes tras la derrota en la Batalla de Mohács en 1526, el título de rey húngaro pasó a manos de Fernando I de Habsburgo y surgió el Estado independiente conocido como el Principado de Transilvania, gobernado por la figura del Príncipe de Transilvania, un regente noble húngaro elegido para guiar el nuevo Estado vasallo de los turcos. Igualmente durante la guerra de Independencia (1703–1711) de Francisco Rákóczi II contra los Habsburgo, él fue elegido simbólicamente como Príncipe de los Estados húngaros.
Título de Rey (en latín, rex, en húngaro, király, en eslovaco, kráľ, en alemán, König)
El término en húngaro de király se deriva de la palabra eslava kral o kralj, la cual a su vez se deriva del alemán Karl. La reina en húngaro se llamaba királynő, y la reina consorte recibía el título de királyné. Con el título de rey joven (en latín: rex iunior) se designaba al hijo del monarca que poseía poder territorial y reinaba bajo la gracia de Dios como su padre.
Título de Emperador (en latín: imperator, en húngaro: császár, en eslovaco: cisár, en alemán: Kaiser): Después de que el Reino húngaro se convirtiera en parte del Imperio de los Habsburgos en 1526, el reino estaba siempre regido por un miembro de la familia imperial. Sin embargo, el reino no era parte del Sacro Imperio Romano Germánico.
Nobleza húngara no titulada
La situación de la nobleza no titulada en Hungría difiere en muchos casos de la de otros Estados europeos. Puesto que el uso de los títulos es una costumbre relativamente reciente (a partir de finales del siglo XVI), la importancia social ha quedado fuertemente arraigada al rango de nobleza en sí. En Hungría el rango de nobleza no titulada se hereda por vía paterna y va ligada enteramente al apellido del padre, independientemente del rango o título de la madre.
Así, si el noble húngaro tendrá hijos con una mujer de origen campesino, sus hijos serán indiscutiblemente nobles, pero en caso de que la dama noble tenga hijos con un campesino, estos no heredarán ni el rango, ni los privilegios del orden social de su madre. Por otra parte, al desposar a una mujer innoble, esta de inmediato será considerada noble mientras este casada con éste, o si enviuda y no se vuelve a casar.
Los privilegios generales son desde luego los comunes a nivel europeo: el privilegio de no pagar impuestos, el privilegio de ser terratenientes, el de no ser juzgado o condenado por alguien sin la intervención del rey, e igualmente el privilegio de poder tomar parte de la administración publica y judicial de la provincia. Puesto que la nobleza titulada cuenta como un asunto relativamente reciente, en Hungría la nobleza cuenta con los mismos privilegios sociales, políticos y jurídicos ante la ley y el rey sin importar si la familia tiene título o no. Desde luego tradicionalmente estos privilegios eran concedidos bajo la condición de que defenderían al reino y al monarca, pagando su impuesto "con su sangre".
Para ascender al rango de noble húngaro, era necesario exclusivamente que el monarca otorgase una carta real al miembro de la familia, y será a partir de él que todos sus descendientes que lleven el apellido contarán como nobles. A diferencia de la hidalguía española, es exclusivamente necesaria la donación del monarca, la cual por lo general viene acompañada de un escudo familiar o de tierras. En casos excepcionales también se puede ascender al rango noble, pero solamente si el rey autoriza por ejemplo la adopción de un innoble por un noble, o reconoce a los hijos de una noble como los herederos de sus bienes inmuebles (de lo contrario según las leyes medievales húngaras al desaparecer la familia por vía paterna, todas las propiedades de pasaban a manos de la Corona y no a de los hijos de la dama noble).
En cuando a la herencia de propiedades y bienes materiales, a diferencia de las costumbres occidentales, en Hungría todos los hijos varones heredaban en partes iguales, lo que era muy justo, pero terriblemente peligroso para las familias que contaban con muchos hijos. En un par de generaciones podían reducirse a modestas familias regulares nobles, aquellas que eran magnates apenas un siglo antes. E
l promedio de nobles que tomaban los hábitos en el medievo húngaro era igualmente muy reducido, no existía el típico modelo occidental del "hermano noble, el sacerdote y el caballero sin tierras". De esta manera, un hermano jamás sirvió al otro o estuvo por debajo de él en la administración pública medieval.
Nobleza titulada
Hasta la aparición del regente Juan Hunyadi (1406-1456), padre del Rey Matías Corvino, todos los nobles húngaros tenían el mismo rango, no existía la nobleza titulada. De esta manera, la única diferencia real era el poder adquisitivo, es decir, la cantidad de propiedades y los cargos oficiales ocupados. Juan Hunyadi se convirtió en el primer conde, con título nobiliario hereditario en Hungría, y su hijo el primero en otorgarlos a los nobles durante su reinado entre 1458 y 1490. Sin embargo, con la muerte de su hijo, esta costumbre se perderá nuevamente hasta que la Casa de Austria comenzará a ponerla en uso nuevamente casi un siglo después.
Por otra parte, la nobleza titulada en Hungría se rige bajo otros parámetros diferentes a las costumbres occidentales: la familia, el apellido en sí es el que fue elevado al nivel de barón o conde, obteniendo de esta manera todo miembro de la Casa dicho título. El título no se halla ligado a una propiedad o a un accidente geográfico en particular, sino la propia familia y todos que lleven el apellido por vía paterna serán aristócratas: por ejemplo la familia de los condes Zichy, o los barones Wesselényi.
El ancestro de sendas familias en un momento recibió por sus méritos el título de conde o de barón y de ahí en adelante todos sus hijos e hijas, todos sus descendientes que llevaban el apellido Zichy, se convirtieron en condes, o en barones en el caso de los Wesselényi. Como se trata de una suerte de escalera de rangos, es imposible que una familia tenga título de barón y conde al mismo tiempo, pues al ser elevada al nivel de conde el de barón se abandona inmediatamente y cae en desuso.
El pertenecer a la alta nobleza por otra parte, así como a la nobleza no titulada era algo que tendía a ser excluyente desde el punto de vista de que una baronesa o condesa al casarse con un noble no titulado o con un innoble, desde luego sus descendientes ya no pertenecerán a la aristocracia, o a la nobleza no titulada respectivamente, sea el caso. Al contrario de las costumbres occidentales, donde sin importar el género y la familia, el título puede ser heredado por cualquier descendiente sea el caso.
una nobleza importante en este país, se asoció con el nacionalismo hungara
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