El libro religioso que unos contrabandistas perdieron en el fondo del mar hace 300 años.-a
01/10/2019
En 1724, hace la friolera de 295 años, el buque mercante alemán Arcángel Rafael surcaba las aguas del Mar Báltico. Los marineros habían cargado en sus bodegas productos de contrabando del Imperio ruso. Durante el regreso a casa, nadie se percató del peligro inminente. Un trozo de hielo a la deriva chocó contra el barco y aplastó su casco cerca de la costa del Golfo de Finlandia.
La nave se fue a pique, y hasta 18 campesinos locales se pasaron tres semanas sumergiéndose en el gélido mar para sacar los fardos de cuero y telas que constituían el contenido principal de la carga. Sin embargo, los compartimentos de la nave no quedaron completamente devastados y aún esconden muchos artefactos valiosos.
El libro recuperado es una copia de un salterio luterano que fue publicado en 1692 |
El pasado verano, tres siglos después de hundirse y tras seis años estudiando los restos de esta embarcación construida en Lübeck probablemente en 1693, los buzos hicieron un descubrimiento sorprendente. Entre las viejas y podridas maderas había un libro casi intacto, una copia de un salterio luterano publicado en 1692.
“Hasta ahora nunca se había encontrado un ejemplar que, después de haber permanecido tantos años en agua salada, requiera una restauración tan mínima”, aseguran los expertos en un comunicado. La dura cubierta fue lo que le permitió sobrevivir. A su alrededor, permanecía una rica colección de artículos para el hogar.
Por el momento, el salterio -el libro de coro que contiene solo los salmos- se almacena en una caja especial llena de agua de mar. Las páginas comienzan a “desmoronarse” cuando entran en contacto con el aire, y por es necesario que el artefacto se vaya acostumbrando gradualmente a las nuevas condiciones ambientales.
Los científicos ya han realizado un examen preliminar de la publicación y han podido comprobar que el texto “está impreso en alemán”, aunque se hace “bastante difícil de leer a simple vista por culpa de su estado actual”, explica Roman Prokhorov, arqueólogo del Centro de Investigaciones Subacuáticas de la Russia Geographical Society.
“Sin embargo, si usamos lupas especiales, podemos distinguir el momento en que fue publicado, que es el año 1692 y la empresa que lo imprimió (Caspar Holwein Publishing House)”, añade el investigador. Resulta que el salterio es, casualmente, un año más viejo que el navío en el que fue encontrado.
En la encuadernación de cuero con inserciones de madera y cierres metálicos (que impidieron que el libro se abriera) se ven imágenes con sangría de dos figuras: una masculina y otra femenina. También se encontró una página de otro libro debajo de la portada. Los científicos sospechan que este es un inserto técnico y su texto está en latín. Lo que dice exactamente aún no se ha resuelto.
El ejemplar tiene aproximadamente 500 páginas, reunidas en 50 cuadernos cosidos. Se imprimió en papel hecho a mano sobre una base de trapo. Los restauradores rusos planean limpiar el salterio de agua de mar y restaurarlo usando el secado del papel por congelación. Una vez finalizado este trabajo, el libro será expuesto en un museo.
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