El Aeropuerto Internacional Barajas (Madrid) a

Soledad  Garcia  Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes



El Aeropuerto Internacional Barajas (Madrid) es un aeropuerto español público en las inmediaciones de la ciudad de Madrid, la capital de España. Es el primer aeropuerto español por tráfico de pasajeros, carga aérea y operaciones,así como el quinto de Europa y vigésimo cuarto del mundo por número de pasajeros.​

Inicios

El 23 de marzo de 1929 se publicó el pliego de condiciones para la realización de un concurso de elección de los terrenos para desarrollar el aeropuerto civil de Madrid.9​El concurso se cerró el 15 de abril y a él se presentaron cuatro propuestas: Carabanchel Alto, Getafe, Vallecas y Barajas, aceptándose finalmente esta última propuesta realizada por Rogelio Sol Mestre. La intención era sustituir a los aeródromos de Alcalá, Carabanchel y Getafe, y para ello se seleccionó una pradera baldía en el noreste de la capital en el entonces municipio de Barajas (que posteriormente fue absorbido por Madrid) de 493 fanegas (unas 320 ha), con buenas comunicaciones con la capital a través de la carretera de Francia (la actual A-2) y en una zona deshabitada y libre de obstáculos. La compra de los terrenos se firmó el 30 de julio de 1930 por un valor de 730 000 pesetas.
El 23 de julio se convocó un concurso para la redacción del proyecto del nuevo aeropuerto, habiéndose presentado siete proyectos distintos. El jurado del concurso (compuesto por diferentes profesionales civiles y militares) seleccionó la propuesta del ingeniero marqués de los Álamos y del arquitecto Luis Gutiérrez de Soto. Las obras del aeropuerto comenzaron nada más tener disponibles los terrenos, empezando por la habilitación de la zona de aterrizaje y la instalación de un aerofaro de recalada (primera ayuda a la navegación aérea con la que contó el aeropuerto). 
El 14 de abril de 1930 se autorizó a las compañías CLASSA, CETFA, CASA y CEA a instalarse en el aeropuerto. Se abrió al tráfico aéreo nacional e internacional el 22 de abril de 1931, aunque las operaciones comerciales regulares tardaron dos años en comenzar a realizarse, pues el aeropuerto aún seguía en obras. Junto al campo de vuelos se construyó una pequeña terminal, con una capacidad para 30 000 pasajeros anuales, además de varios hangares y el edificio del Avión Club. El primer director del aeropuerto fue Jacobo Armijo y Fernández de Alarcón.
La primera línea regular la estableció la compañía Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE) con su línea a Barcelona. En los años 30 empiezan los vuelos internacionales. Al estallar la guerra civil española, LAPE suspende su plan de vuelos. Durante la contienda se realizan servicios bélicos y de transporte civil con París, Barcelona y la zona norte. Una vez terminada la guerra, Barajas recupera su condición de aeropuerto civil, con el aterrizaje el 12 de abril de 1939 de un avión alemán de compañía Lufthansa.​ El 1 de mayo de 1939, Iberia trasladó sus equipos desde Matacán (Salamanca) a Madrid-Barajas.
Originalmente, el campo de vuelos era un gran círculo bordeado de blanco con el nombre de Madrid en su interior, sin pavimentar, formado por suelo natural cubierto de hierba. Finalizada la Guerra Civil, se inicia el programa de expansión del aeropuerto en los años 40, con la creación de la sociedad Aeropuertos Transoceánicos Españoles (ATE). Se pavimenta el campo de vuelos y se diseñan nuevas pistas, la primera de las cuales entra en funcionamiento en 1944 (la 15-33) que contaba con 1,4 km de longitud y 48 metros de ancho. Al finalizar la década el aeropuerto tenía tres pistas, ninguna de las cuales existe en la actualidad.

La era de la aviación comercial
Vista desde el mirador de Paracuellos de Jarama. Al fondo, el norte de la ciudad de Madrid, con sus característicos rascacielos. Más adelante, el Aeropuerto de Madrid-Barajas. La cercanía del municipio al aeropuerto ha generado continuos conflictos por la molestia que supone el ruido de los aviones.13​
La apertura del régimen autárquico permitió un despegue del número de pasajeros así como de las infraestructuras del aeropuerto. En julio de 1946, Barajas queda abierto al tráfico internacional.14​En 1948 se prolonga la pista 15-33 hasta los 3050 m. de longitud y 90 de anchura, instalándose a su vez un sistema de aterrizaje instrumental SCS-51.14​En los años 50 el aeropuerto supera el medio millón de pasajeros, aumenta a 5 el número de pistas y se inician las líneas regulares con Nueva York. En 1951 se inaugura la pista 01-19 de 2600 x 61 m. En 1953 se inicia la construcción de un nuevo edificio terminal, situado al norte del anterior, pero que finalmente no incluye la estación de ferrocarril que estaba proyectada. En el Plan de Aeropuerto de 1957 Barajas es clasificado como aeropuerto internacional de primera categoría. En 1959 se instalan en el aeropuerto las compañías ESSO y Campsa para el suministro de combustible.
Los grandes reactores aterrizan en Madrid-Barajas en los años sesenta y el crecimiento de tráfico, como consecuencia del turismo principalmente, desborda las previsiones. A principios del decenio, se alcanza el millón doscientos mil pasajeros, el doble de lo previsto en el Plan de Aeropuertos de 1957, lo que obliga a reformarlo en profundidad. La Terminal Nacional, actual T2, que se había comenzado a construir en 1953 se inaugura en estas fechas, y se modifican las pistas, creándose una disposición de dos pistas únicas cruzadas, la primera de las cuales, de 4,1 km de longitud entra en servicio en 1965. En septiembre de ese año se cambia el nombre del aeropuerto, pasando a adoptar: Aeropuerto de Madrid-Barajas.14​También se instalan las primeras/ ayudas radioeléctricas.
En 1969 se introdujo un sistema pionero de control de la avifauna mediante halcones perdigueros adiestrados, que evitan que las aves se aproximen al aeropuerto y causen destrozos en los aviones en los despegues y aterrizajes. El primer equipo de halconeros fue entrenado por Félix Rodríguez de la Fuente. Ese mismo año, se inauguró la terminal de carga y la plataforma de estacionamiento de aviones cargueros.
En los años 70, con el auge del turismo y la llegada del Boeing 747, el aeropuerto alcanza los 4 millones de pasajeros, y se inicia la construcción de la terminal internacional (actual T1). En 1974, Iberia introduce el puente aéreo entre Madrid y Barcelona, un servicio con múltiples frecuencias diarias cada poco tiempo sin reserva previa.
El mundial de fútbol de 1982 trae consigo importantes reformas para el aeropuerto, con la ampliación y reforma de las dos terminales existentes.

Saturación y ampliación

Las ampliaciones de los años 1980 se habían hecho pensando que no se saturarían hasta el año 2000, sin embargo, el crecimiento sostenido del tráfico tras la liberación del mercado aéreo ya hace pensar en 1989 en la necesidad de hacer algo para evitar que el aeropuerto se colapse completamente en 1992. Se propone como solución crear un nuevo aeropuerto en Campo Real y cerrar el de Barajas.16​Ya en 1988 presentó problemas graves de saturación ante la incapacidad de la Dirección General de Aviación Civil (que entonces gestionaba el aeropuerto) para resolverla.
 El debate gira en torno a dos soluciones distintas: ampliación de las instalaciones existentes, o bien la construcción de un nuevo aeropuerto. Se optó por la primera solución y en 1991 se redacta un Plan Director del aeropuerto de Madrid-Barajas, con un Plan de Infraestructuras hasta un horizonte de quince años y un plan de acción inmediato para responder a las insuficiencias detectadas en 1990. En 1992, se acuerda la ampliación del aeropuerto con el denominado «Plan Barajas», que recogía la primera fase propuesta por el Plan Director con un horizonte de capacidad para el año 2010, y que incluía entre otras la construcción de una nueva pista, una nueva torre de control, un nuevo edificio terminal, plataformas y sistemas de transporte.
En los años 1990 el aeropuerto sufre más ampliaciones. En 1994 se construye la terminal de carga, el edificio de interconexión entre la Terminal Internacional y la Terminal Nacional, y el remozamiento de la torre de control.
En 1997 se inaugura el «Dique Norte», que es usado como terminal exclusivo de Iberia para vuelos Schengen. En 1998 se inaugura la nueva torre de control, de 71 m de altura, y en 1999 el nuevo «Dique Sur», que supone una ampliación de la terminal internacional. Por estas fechas se cambia la distribución de las terminales: El dique sur y la mayor parte de la Terminal Internacional pasan a llamarse T1; el resto de la Terminal Internacional y la Terminal Nacional se denominan ahora T2 y el dique norte se denomina T3.
El 31 de octubre de 1998 se inaugura la nueva pista 18R-36L,18​que sustituye a la anterior 18-36, que queda fuera de servicio), de 4400 m de longitud x 60 de ancho, lo que la convierte en la más larga de Europa.18​ La pista entra en servicio real el 5 de noviembre de ese año.
En 1999 el Metro de Madrid enlaza el aeropuerto con Mar de Cristal a través de la Línea 8, llegando a Nuevos Ministerios en 2002. Esto es el resultado de un viejo proyecto anunciado desde 1989 de unir Barajas y el centro de Madrid con un tren de lujo,​ que tras la presión del empresariado madrileño se convirtió en una línea de metro convencional.

El «Plan Barajas»

En el año 2000, el aeropuerto se encuentra al borde de la saturación tras años de intenso crecimiento del tráfico que soporta. En ese año se inicia la ejecución de la ampliación del aeropuerto, en la forma de un macroproyecto conocido como «Plan Barajas». El plan consistía básicamente en construir un edificio terminal, un edificio satélite dependiente del nuevo terminal, dos nuevas pistas (paralelas a las existentes en ese momento), dos grandes plataformas en torno a los nuevos edificios terminales, nuevos aparcamientos y vías de acceso al aeropuerto, soterramiento de la M-111 por debajo de las pistas, un tren automático para la conexión entre el terminal y el satélite dentro de un túnel de servicios aeroportuarios, así como un sistema de tratamiento automatizado de equipajes en los nuevos terminales. Asociado llevaba la ampliación de la central eléctrica del aeropuerto, el desvío del río Jarama, calles de rodadura en las nuevas infraestructuras, nuevas ayudas a la navegación aérea y una nueva torre de control.
Nueva área terminal: Consistió en la construcción de los nuevos terminales T4 y su satélite, la T4S, proyectadas por los arquitectos Estudio Lamela​ y Richard Rogers Partnership (ganador este último del Premio Stirling de 200624​por este proyecto), con Luis Vidal como director, y las ingenierías Initec (Empresa Nacional de Ingeniería) y Carillion (ganadores del Premio IStructE de Estructuras Comerciales de 2006 por este proyecto)fue construido por Acciona, Dragados,​ Ferrovial,OHL​ y Sacyr.
​ Incluye un sistema automatizado de tratamiento de equipajes, un tren subterráneo para el traslado de pasajeros, equipajes y equipos aeroportuarios entre el terminal y su satélite. La Terminal 4 cuenta con 470 000 m², 38 posiciones de contacto y capacidad para 35 millones de pasajeros al año, mientras que el edificio satélite cuenta con 290 000 m², 26 posiciones de contacto y capacidad para 15 millones de pasajeros al año.18​Ambos edificios están separados 2,5 km.

Nuevas pistas: Se construyeron dos nuevas pistas paralelas a las existentes, que se denominaron 15L/33R (en la actualidad 14L/32R) y 18L/36R, con lo que se consiguió incrementar la capacidad del campo de vuelos hasta 120 operaciones a la hora.18​

En el año 2002, se inauguran los servicios de facturación en la estación de metro de Nuevos Ministerios,30​en el corazón del centro financiero de la ciudad (AZCA) y a poca distancia del centro histórico (apenas un par de paradas en metro); este servicio fue clausurado en 2005.31​Era un complemento a la línea 8 del metro. Las nuevas terminales y las pistas se completan en 2004, pero retrasos administrativos y de equipamiento, así como la polémica sobre la redistribución de las terminales provocan que no entren en servicio hasta el 5 de febrero de 2006.32​

En octubre de 2006 salió a concurso el proyecto para construir una línea de Cercanías Renfe que uniera el aeropuerto con las estaciones de Chamartín y con ella la de Atocha-Cercanías con fecha de terminación inicialmente prevista para 2009 y finalmente inaugurada en 2011 como Línea C-1.

Con esta nueva ampliación, Madrid-Barajas alcanza una capacidad máxima de 70 millones de pasajeros anuales, una superficie disponible en terminales de 940 000 m², 104 posiciones de estacionamiento de contacto para aeronaves y de 21 800 plazas de aparcamiento.​En 2007, el aeropuerto cruzó la barrera de los 50 millones de pasajeros que viajaron a través de él. La cifra concreta fue de 52 143 275 personas.

Comentarios

  1. UNO DE Los grandes aeropuertos del mundo, une nuevo mundo con viejo

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