Nobleza romana y de los Estados Pontificios.-a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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| Escudo de ciudad de Roma. |
Introducción
En Roma, la clase noble se subdividía en dos categorías: Patricios romanos, que descendían de aquellos que habían ocupado en la Edad Media cargos de gobierno civil en la ciudad Pontificia, y Patricios romanos conscriptos, los cuales pertenecían a alguna de las sesenta familias que el Soberano Pontífice había reconocido como tales en una bula especial, en la cual se las citaba nominalmente. Constituían la flor y nata del patriciado romano.
La nobleza romana estaba también subdividida en dos categorías; los nobles que descendían de los señores feudatarios, es decir de las familias que habían recibido un feudo del Soberano Pontífice, y los nobles simples, cuya nobleza les venía de haberles sido atribuido un cargo en la Corte, o directamente de una concesión pontificia.
Historia
Desde finales de la Edad Media en adelante, los papas han otorgado títulos de nobleza o nobleza no titulada. Los títulos, que se volvieron especialmente comunes a fines del siglo XVI, se conocieron a principios del siglo XIX. como nobleza romana aunque tienen menos que ver con Roma que con el Papa.
Los títulos incluyen príncipe, duque, conde, entre otros. Un título en particular fue el del conde palatino. Aparentemente surgió durante el período de Aviñón, y fue definido por el Consejo de Trento como "caballero del Sagrado Palacio y de la Corte de Laterano y el conde palatino". El título estaba asociado con la Orden del espuela de Oro.
Durante la ocupación francesa en el período napoleónico, los títulos romanos fueron abolidos, y fueron restablecidos el 6 de julio de 1816. La Orden de la Espuela de Oro, que había perdido una gran parte de su importancia al ser otorgada con demasiada facilidad, fue abolida, el 31 de octubre de 1841 (reemplace con la Orden de San Silvestre).
El título que solía acompañarlo se acortó a "conde palatino romano", y se simplificó aún más para "conde" en 1847. El Papa continuó otorgando títulos incluso después de 1870 y la pérdida de los Estados Pontificios.
Los títulos podrían ser de por vida o hereditarios. Por lo general, era bastante fácil para el titular de un título de vida solicitar la conversión en un título hereditario. Los títulos fueron usualmente, pero no siempre transmisibles solo por primogenitura masculina; por lo general, pero no siempre otorgados a los hombres.
¿Son estos títulos otorgados por el Papa como soberano temporal o como cabeza de la Iglesia?
Personalmente me inclino hacia este último. Los hechos son que el Papa otorgó estos títulos principalmente a extranjeros, no a sus súbditos en los Estados Pontificios; además, continuó otorgando tales títulos incluso entre 1870 y 1929, cuando no tenía súbditos ni soberanía. Los actos por los cuales se crean estos títulos están registrados en el Actae Apolosticae Sedis, lo que indica que son actos de la Santa Sede, es decir, el órgano rector de la Iglesia Católica, no el gobierno de la Ciudad del Vaticano.
Finalmente, el texto de tales actos deja en claro que es el otorgante el Papa como figura espiritual; y las condiciones impuestas para la transmisión de la nobleza, en el caso de los títulos hereditarios, incluyen una cláusula según la cual los descendientes deben ser católicos.
Historia
Desde finales de la Edad Media en adelante, los papas han otorgado títulos de nobleza o nobleza no titulada. Los títulos, que se volvieron especialmente comunes a fines del siglo XVI, se conocieron a principios del siglo XIX. como nobleza romana aunque tienen menos que ver con Roma que con el Papa.
Los títulos incluyen príncipe, duque, conde, entre otros. Un título en particular fue el del conde palatino. Aparentemente surgió durante el período de Aviñón, y fue definido por el Consejo de Trento como "caballero del Sagrado Palacio y de la Corte de Laterano y el conde palatino". El título estaba asociado con la Orden del espuela de Oro.
Durante la ocupación francesa en el período napoleónico, los títulos romanos fueron abolidos, y fueron restablecidos el 6 de julio de 1816. La Orden de la Espuela de Oro, que había perdido una gran parte de su importancia al ser otorgada con demasiada facilidad, fue abolida, el 31 de octubre de 1841 (reemplace con la Orden de San Silvestre).
El título que solía acompañarlo se acortó a "conde palatino romano", y se simplificó aún más para "conde" en 1847. El Papa continuó otorgando títulos incluso después de 1870 y la pérdida de los Estados Pontificios.
Los títulos podrían ser de por vida o hereditarios. Por lo general, era bastante fácil para el titular de un título de vida solicitar la conversión en un título hereditario. Los títulos fueron usualmente, pero no siempre transmisibles solo por primogenitura masculina; por lo general, pero no siempre otorgados a los hombres.
¿Son estos títulos otorgados por el Papa como soberano temporal o como cabeza de la Iglesia?
Personalmente me inclino hacia este último. Los hechos son que el Papa otorgó estos títulos principalmente a extranjeros, no a sus súbditos en los Estados Pontificios; además, continuó otorgando tales títulos incluso entre 1870 y 1929, cuando no tenía súbditos ni soberanía. Los actos por los cuales se crean estos títulos están registrados en el Actae Apolosticae Sedis, lo que indica que son actos de la Santa Sede, es decir, el órgano rector de la Iglesia Católica, no el gobierno de la Ciudad del Vaticano.
Finalmente, el texto de tales actos deja en claro que es el otorgante el Papa como figura espiritual; y las condiciones impuestas para la transmisión de la nobleza, en el caso de los títulos hereditarios, incluyen una cláusula según la cual los descendientes deben ser católicos.
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