General José Millán-Astray y Terreros, creador de la Legión Española.-a
(La Coruña, 5 de julio de 1879-Madrid, 1 de enero de 1954) fue un militar español fundador de la Legión y de Radio Nacional de España. Fue procurador en las Cortes franquistas entre 1943 y 1954. Amigo personal de Franco, fue puesto al frente del Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria.
Biografía
José Millán-Astray nació en La Coruña el 5 de julio de 1879, hijo de José Millán Astray, (de quien tomará, uniéndolos, ambos apellidos) y de Pilar Terreros Segade. Tuvo una hermana mayor, Pilar Millán Astray (¿1879?-1949), que fue una escritora y comediógrafa muy popular de su época, con obras como La tonta del bote, y dirigió el Teatro Muñoz Seca, y además trabajó espiando para los servicios secretos alemanes en Barcelona, El padre, abogado de profesión y con aficiones literarias, obligó al joven José a estudiar Derecho, si bien este aspiraba a ser militar, lo que finalmente consiguió.
Ingresó el 30 de agosto de 1894 en la Academia de Infantería de Toledo, donde siguió el programa de estudios abreviado dispuesto por el Gobierno para atender las necesidades de oficiales de los conflictos de Ultramar (Cuba y Filipinas), graduándose con apenas diecisiete años como teniente segundo y sirviendo después en el regimiento de infantería Asturias nº 31 Madrid.
El 1 de septiembre de 1896 ingresó en la Escuela Superior de Guerra, en la que interrumpió sus estudios para incorporarse como voluntario a un batallón expedicionario que zarpa para Filipinas. Durante su estancia en las islas se distingue por su valor, especialmente por su actuación en la defensa, con 17 años, de la población de San Rafael con treinta hombres contra un número muy superior de rebeldes tagalos, hecho que le vale la Cruz de Orden militar de María Cristina.
Carrera militar
A su regreso a España reingresó en la Escuela de Guerra, donde obtuvo el Diploma del Estado Mayor. El 2 de marzo de 1906 se casa con Elvira Gutiérrez de la Torre, hija del general Gutiérrez Cámara.
Interesado en crear un cuerpo de voluntarios extranjeros a semejanza de la Legión Extranjera Francesa, fue a Argelia a estudiar in situ el funcionamiento de dicho cuerpo del ejército francés. El ministro de la Guerra general José Villalba Riquelme manda fundar la Legión por orden del 28 de enero de 1920 y le encomienda crear después el llamado Tercio de Extranjeros, siendo su primer teniente coronel jefe y contando con la colaboración del entonces, Comandante Franco. Haría famosos los lemas «¡Viva la muerte!» y «¡A mí la Legión!». También actúa como director de la Oficina de Radio, Prensa y Propaganda del Cuerpo de Mutilados de Guerra.
Durante la Guerra de Marruecos sufrió cuatro graves heridas:
La primera se produjo el 17 de septiembre de 1921 en el barranco de Amadí, donde es herido en el pecho cuando estaba dando órdenes para la toma de Nador.
La segunda el 10 de enero de 1922 después del combate de Draa-el Asef, donde se estableció el "bloqueo Gómez Arteche". Al ser relevado por el teniente coronel González Tablas fue herido en una pierna mientras se retiraba.
La tercera sucedió el 26 de octubre de 1924 cuando, ascendido a coronel y camino del Fondak de Ain Yedida para tomar el mando de la "columna R´gaiga", encontró la carretera cortada por el fuego enemigo. Cuando se aproximó a primera línea para arengar a los soldados del Batallón de Burgos recibió un disparo que le destrozó el brazo izquierdo. Dicho brazo le fue posteriormente amputado al habérsele diagnosticado gangrena.
La cuarta herida la sufrió el 4 de marzo de 1926 cuando se encontraba al mando de una columna, entabló combate con el enemigo y consiguió tomar "Loma Redonda", dando orden de fortificarla. Mientras examinaba los primeros puestos recibió un disparo en el rostro que le destrozó el ojo derecho y le produjo desgarros en el maxilar y en la mejilla izquierda. A causa de esta herida perdió dicho ojo y sufriría de vértigo durante el resto de su vida cada vez que girase la cabeza.
Final de la guerra y últimos años
Tras el final de la contienda, Millán-Astray actuará como jefe de Prensa y Propaganda de la dictadura. En 1941 conoce y se enamora, durante una partida de bridge, de Rita Gasset, hija de Rafael Gasset, antiguo ministro de Fomento, y prima del filósofo José Ortega y Gasset. Cuando ésta queda embarazada, decide separarse de su esposa Elvira y marchar a Lisboa ante el temor de Francisco Franco de que se produjera un escándalo; allí nació, el 23 de enero de 1942, su hija Peregrina.
Muerte
Fallece a los 74 años a las diez de la noche del 1 de enero de 1954 en su domicilio de Madrid,1011 debido a una enfermedad coronaria, siendo director general del "Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria". Su médico, Mauro José Rodríguez Rey, amigo personal y pupilo de Millán-Astray en la Legión, se encargó de comunicárselo al mismo Franco. Fue enterrado en el cementerio de la Almudena.
Condecoraciones
A lo largo de su carrera militar, el general fue condecorado, entre otras, con las siguientes condecoraciones:
Caballero gran cruz de la Orden de San Lázaro de Jerusalén
Caballero gran cruz de la Orden de Avis
Caballero gran cruz de la Orden de San Hermenegildo
Medalla Militar Individual
Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo
Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco
Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco
Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo
Cruz de 2ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo
Cruz de María Cristina de 1ª clase
Gran Cruz de la guerra italiana
Cruz de Guerra francesa con palmas de oro.
Gran Cruz de la Medhauía
Cruz del águila alemana.
Medalla de la campaña de Filipinas, con pasador de Luzón.
Medalla de Alfonso XIII
Medalla de la campaña de Marruecos, con pasadores de Larache, Tetuán y Melilla.
Medalla de la Paz de Marruecos, con pasadores de Tula y Marruecos
Medalla de Sufrimientos por la Patria
Legado
Era un apasionado de la cultura japonesa. Millán-Astray fue el responsable, con la colaboración de Luis Álvarez del Espejo, de la traducción del inglés de una obra sobre el código samurái del bushidō ( Bushido: the Soul of Japan, 1905), publicada en España en 1941 con el título de El Bushido. El alma de Japón, .
Era también caballero de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén. Fundó, en colaboración con periodistas y escritores como Ruiz Albéniz, Dionisio Ridruejo y Ernesto Giménez Caballero, Radio Nacional de España, la radio oficial del bando sublevado. Como conferenciante y comentarista radiofónico durante la Guerra Civil, fue uno de los promotores de la subida del general Franco a la Jefatura del Estado del gobierno de Burgos y propulsor de la identificación de Franco como “Caudillo”. Como fundador de la Legión Española, se considera ésta su mayor legado.
«Unamuno nunca dijo "Venceréis, pero no convenceréis" a Millán-Astray» Severiano Delgado Cruz, bibliotecario de la Universidad de Salamanca, desvela a ABC los pormenores de su nueva investigación: un estudio del discurso que el rector pronunció frente al fundador de la Legión el 12 de octubre de 1936
09/05/2018
El «Venceréis, pero no convenceréis» que Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, espetó al fundador de la Legión española, José Millán-Astray, el 12 de octubre de 1936 es un episodio mítico de nuestra historia. Sin embargo, desde el martes ya es público y notorio que aquellas palabras fueron edificadas posteriormente por el articulista Luis Portillo Pérez. Y todo ello, gracias a una investigación de Severiano Delgado Cruz, bibliotecario de la Universidad de Salamanca.
Delgado, que afirma a ABC llevar años estudiando la historia local de Salamanca, es -con todo- cauteloso. Él prefiere definir este hecho como un «malentendido histórico», más que como una mentira. Reacio a la polémica, se muestra además tajante en lo que se refiere al objetivo de su investigación: «No quiero desmitificar nada. Solo quiero dejar claro que los interesados en la figura de Unamuno harían bien leyendo a Emilio Salcedo y a Colette y Jean-Claude Rabaté, y dejando a un lado la llamada "versión de Luis Portillo", que no es tal, sino una recreación literaria»
1-¿Qué le llevó a investigar este hecho histórico? Me dedico desde hace años a investigar la historia local de Salamanca, la Guerra Civil y la represión franquista. De hecho, mi primera publicación es de 2000. También he estado relacionado con el movimiento de la memoria histórica.
En los últimos tiempos estoy investigando la figura de Miguel de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca, 1900-1914 y 1931-1936. Esta investigación que ha salido en la prensa es solo una parte de una trabajo más amplio.
«Unamuno nunca replicó diciendo: "Este es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote"»
En cuanto al acto del 12 de octubre de 1936, me llamaba mucho la atención el hecho de que hubiera versiones tan distintas: por un lado la de Emilio Salcedo, por otro la de Luis Portillo, así que me puse a buscar las fuentes.
La de Emilio Salcedo se encuentra con facilidad, es su "Vida de don Miguel", pero la de Portillo estaba envuelta en capas y más capas. Al final, gracias al libro de Colette y Jean-Claude Rabaté, "En el torbellino", pude encontrar la fuente original: la revista "Horizon".
Luego ya fue todo tirar del hilo, hacia Hugh Thomas, Ruedo Ibérico y Ricardo de la Cierva, que repiten el discurso de Portillo.
2-¿Cuánto tiempo le ha dedicado a la investigación? A esta en concreto, no podría decirlo. Cuando uno se pone a mirar en la prensa, en los archivos, en la bibliografía, vas encontrando datos aquí y allá. O no encuentras nada útil, quién sabe.
En la investigación sobre Unamuno llevo varios meses, tal vez un año. También hay mucho tiempo de conversación con un amigo, Luis Castro Berrojo, que está investigando el papel de Millán Astray durante la Guerra Civil, y me ha dado varias pistas valiosas.
3-¿Es el artículo de Portillo la semilla de la que nace el error?
No. Portillo hizo una recreación literaria para una revista de literatura, y punto. El malentendido, más que error, vino luego, cuando Hugh Thomas consideró que el relato de Portillo era una fuente historiográfica fiable y lo incorporó a su historia de la Guerra Civil española de 1961. Bien es cierto que entonces no había más fuentes disponibles. El relato de Portillo era lo único que se había escrito hasta entonces sobre el acto del paraninfo. 4-¿Se había hecho, antes del artículo de Portillo, referencia a este hecho? Creo que no. El artículo de Portillo es de 1941, y antes sólo se habían publicado las crónicas de la prensa francesa en 1937. 5-¿Qué es lo que pasó, entonces, aquel día en el Paraninfo? Emilio Salcedo da un relato bastante ajustado a los hechos, al igual que los Rabaté en "En el torbellino". Hubo mucha tensión emocional. Unamuno y Millán se tenían antipatía mutua, desde hacía años.
El detonante de la explosión colérica de Millán fue cuando Unamuno mencionó, en términos elogiosos, a José Rizal, el héroe de la independencia de Filipinas, contra quien había luchado Millán cuando tenía 16 años, en su primera campaña en Filipinas.
Después de aquello el acto se acabó y todos salieron del paraninfo, muchos con el susto en el cuerpo. Unamuno nunca replicó diciendo: "Este es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote". Tampoco dijo "Venceréis, pero no convenceréis", sino más o menos "Tened en cuenta que vencer no es convencer, ni conquistar es convertir". De todas formas, lo que me interesa dejar claro es que es imposible reconstruir la literalidad del discurso de Unamuno.
6-¿Por qué se ha generalizado este error histórico?
Porque se dio por buena la autoridad de Hugh Thomas y de Ricardo de la Cierva, así de sencillo. 7-¿Cuáles son los errores históricos (o anacrónicos) en los que incurre Portillo? Hay unos cuantos. Por ejemplo, decir que el paraninfo estaba presidido por un retrato de Franco (y además "un retrato sepia"), cuando Franco había sido elegido jefe del Estado 12 días antes, el 1 de octubre. También, los "gritos de ritual" (España Una, Grande, Libre), que todavía no se daban en los actos del Estado, sino solo en los de Falange, ni se coreaba "Franco, Franco, Franco".
Por último, me interesa precisar que el objeto de mi investigación es solo el discurso atribuido a Unamuno que termina con el párrafo de "Este es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."
No quiero desmitificar nada, ni desvelar ninguna verdad escondida. Solo quiero dejar claro que los interesados en la figura de Unamuno harían bien leyendo a Emilio Salcedo y a Colette y Jean-Claude Rabaté, y dejando a un lado la llamada "versión de Luis Portillo", que no es tal, sino una recreación literaria.
|
un gran guerrero español
ResponderEliminar