Mayordomo mayor de rey de España.-a
Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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l duque de Alba, mayordomo mayor de Carlos V y Felipe II |
El mayordomo mayor del rey de España era el cargo palaciego al cuidado de la organización de la Real Casa y Patrimonio de la Corona de España.
Antecedentes históricos
Siendo antecedente histórico de este cargo el de mayordomo mayor del rey de León y de Castilla, del mayordomo mayor del rey de España dependía la organización entera de Palacio y su gobierno, teniendo jurisdicción tanto civil como criminal privativa en su interior, con expresa inhibición de los tribunales, jueces y ministros. El mayordomo mayor se hallaba siempre junto a la persona del rey y el cargo, a partir del siglo XVI, debía ser desempeñado por un grande de España.
El advenimiento al trono de España del rey Felipe el Hermoso casado con Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, hizo que éste trajera la llamada etiqueta borgoñona de la Corte de su abuelo Maximiliano I de Habsburgo y, por tanto, se instituyera el cargo de mayordomo mayor del rey de España con funciones semejantes a las que antes había desempeñado el mayordomo mayor del rey de Castilla. El desempeño de este cargo, como se ha dicho antes, requería ser grande de España (con la sola excepción del conde de Rius que lo fue de Amadeo I de Saboya). En la corte de los Austrias y después en la de los Borbones al mayordomo correspondía acompañar al rey en Palacio en todo momento, servir los útiles de la comida así como la almohada en los oficios religiosos. Asimismo presidía el llamado bureo, que era la instancia encargada de dirimir las diferencias entre personas al servicio regio.
Régimen durante los siglos XIX y XX
Régimen orgánico y funciones
Diversas disposiciones regularon en los siglos XIX y XX sus funciones debiendo destacarse más modernamente los reales decretos de 28 de octubre de 1847 y de 4 de septiembre de 1885 y las ordenanzas de 1817 y 1848.
Durante los reinados de los tres últimos reyes antes de la Segunda República, Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII al mayordomo mayor correspondía la jefatura de toda la organización palaciega siendo, desde 1840, denominado el más alto responsable de tal función jefe superior de Palacio. Sólo en tres ocasiones desde entonces, todas ellas en el reinado de Alfonso XIII (aunque las dos primeras fueron durante la regencia de María Cristina de Habsburgo), la Jefatura Superior y la Mayordomía correspondieron a personas distintas. La primera, entre 1886 y 1889, en que el jefe fue el marqués de Santa Cruz de Mudela y el mayordomo mayor interino el duque de Medina Sidonia. La segunda transcurrió entre 1891 y 1900, en que la Jefatura correspondió, esta vez, al duque de Medina Sidonia y la Mayordomía al duque de Sotomayor. La última sucedió entre 1925 y 1927 en que la Jefatura la ostentó el marqués de Viana y la Mayordomía el duque de Miranda. En todas ellas, el jefe superior dispuso de mayor rango protocolario que el mayordomo.
También tradicionalmente, el mayordomo mayor era superior jerárquicamente al sumiller de Corps, persona - sin embargo- más cercana en funciones a la real persona. Durante el reinado de Alfonso XII y parte del reinado de Alfonso XIII, hasta 1907, este último cargo fue suprimido.
En lo referente a su papel en los actos de carácter oficial, el mayordomo mayor intervenía, entre otros:
En los nacimientos y bautizos reales donde la convocatoria se realizaba por el mayordomo mayor, ocupando éste el sitio inmediato posterior al del monarca.
En las capillas públicas donde entregaba al rey el devocionario y se situaba inmediatamente detrás.
En el lavatorio de pobres durante la Semana Santa en que auxiliaba al monarca a servir los platos en el posterior almuerzo que se daba a aquellos.
En la cobertura de grandes de España donde daba cuenta al rey para que éste fijara el día y hora de celebración.
En los banquetes oficiales en los que ocupaba una de las cabeceras de la mesa.
En las audiencias en las que fijaba el día y hora para ser recibido por el monarca.
En recepciones públicas, en que se situaba en primera posición junto al caballerizo mayor y al comandante general de Alabarderos permaneciendo tras los sillones reales.
Privilegios, distintivo y uniforme
En el reinado de Alfonso XIII el sueldo del mayordomo mayor era de 15.000 pesetas anuales y disponía de oficina y cuarto propio en el Palacio Real de Madrid. Asimismo era investido siempre de las más altas distinciones del Estado, la Orden del Toisón de Oro y el collar de la Orden de Carlos III.
El uniforme de gala del mayordomo mayor en esta época constaba de casacón con bordado en todas las costuras y disponía en Palacio de bastón de mando.
Unidades dependientes de la Mayordomía
Del mayordomo mayor dependía la clase de ujier de Cámara y Saleta. Formaban parte de ésta antiguos criados que auxiliaban al Mayordomo estando de pie durante las audiencias o permaneciendo en el paso de la cámara a la antecámara. Asimismo dependía de él la clase palatina de rey de Armas, como encargado de la heráldica, de los expedientes de títulos de nobleza y de la gestión de las dignidades. El decano de esa clase en 1931 era José de Rújula y Ochotorena, marqués de Ciadoncha.
También dependían de él los médicos de Cámara con un sueldo de 10.000 pesetas anuales cada uno, siendo su cargo de carácter vitalicio, debiendo únicamente asistir a la familia del rey por riguroso turno y acompañando a los reyes en viajes, cacerías etc.. Al médico de Cámara que asistía los nacimientos reales se le solía agraciar con un título nobiliario, como así fue con al primer marqués de San Gregorio o al primer conde de San Diego. En 1931 eran médicos de Cámara Ricardo Varela y Varela, Jacobo López Elizagaray y Fernando Enríquez de Salamanca.
Igualmente dependientes de mayordomo mayor se hallaban los farmacéuticos de Cámara que tenían asignado un sueldo de 7.500 pesetas anuales y que producían o adquirían todos los medicamentos que habían de consumirse en Palacio. Al advenimiento de la Segunda República ocupaban este cargo Martín Bayod Martínez y Manuel Álvarez Ude.
Dependientes del mayordomo mayor se hallaban el secretario de la Mayordomía con sueldo de 7.500 pesetas anuales y que gestionaba los asuntos de etiqueta. En 1931 era Emilio García de Herreros y Cortés. Si el mayordomo mayor ostentaba también el cargo de guardasellos, lo que no siempre ocurría, a él estaba adscrito el secretario de la Real Estampilla con sueldo de 6.000 pesetas anuales que gestionaba lo referente a la firma del rey y tramitaba los expedientes de cobertura de grandes de España. En 1931 ocupaba este último cargo Luis Pineda y Monserrat.
Dependía, del mismo modo, del mayordomo mayor el secretario particular del rey, que llevaba los asuntos ordinarios del monarca y era su más fiel asistente y que, durante casi todo el reinado de Alfonso XIII y en el momento de su exilio, era Emilio de Torres y González-Arnáu marqués de Torres de Mendoza.
El último cargo adscrito al mayordomo mayor era el inspector general de los Reales Palacios, el antiguo aposentador (cargo que había ocupado en el siglo XVII el pintor Diego Velázquez), con sueldo de 12.500 pesetas anuales y que era el mayordomo de facto. A la caída de la monarquía este cargo era ocupado por Luis de Asúa y Campos. Disponía de oficina en todas las residencias reales y de él dependía toda la servidumbre de las residencias y, entre ella, los celadores, los porteros de banda al pie de la escalera principal, el personal del llamado ramillete, que eran los criados que servían a la mesa real y los artesanos de los diferentes talleres (relojeros, ebanistas, cocineros, conserjes..).
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