Almirante Antonio Azarola Gresillón.-a
Antonio Azarola Gresillón (Tafalla, 1874 - Ferrol, 4 de agosto de 1936) fue un marino y militar español, contraalmirante de la Armada y ministro de Marina en el gobierno de Manuel Portela Valladares (30 de diciembre de 1935 - 19 de febrero de 1936), durante la Segunda República Española.
Al comienzo de la Guerra Civil, siendo Comandante General del Arsenal y segundo jefe de la base naval de Ferrol, se mantuvo leal al gobierno de la República. Los militares sublevados le acusaron de ordenar abrir en secreto el arsenal a las masas marxistas para apoderarse de las armas y de los buques allí fondeados, motivo por el cual le formaron un Consejo de Guerra y lo ajusticiaron.
Contralmirante de la Armada, descendía de una familia de heroicos militares españoles que había emigrado a Uruguay. Estaba casado con Carmen Fernández García-Zúñiga, hija del vicealmirante Ricardo Fernández Gutiérrez de Celis, de quien había sido ayudante personal en dos ocasiones a lo largo de su carrera militar.
Desde noviembre de 1934, era segundo jefe de la Base Naval de Ferrol y jefe de su Arsenal. Fue subsecretario del Ministerio de Marina y posteriormente ministro del mismo departamento en el gabinete presidido por Manuel Portela Valladares desde el 30 de diciembre de 1935 al 19 de febrero de 1936, el último antes de las elecciones de febrero de 1936. Durante su mandato ministerial se concibió el último Plan Naval (11 de enero de 1936) antes del estallido de la Guerra Civil, en el que se preveía la construcción de dos destructores, dos cañoneros y otros barcos menores.
Al producirse la sublevación en la Base de Ferrol, el 20 de julio, el contralmirante Azarola se mantuvo siempre leal a la República, siendo arrestado por sus propios subordinados, entre ellos los hermanos Salvador y Francisco Moreno Fernández, elevados años más tarde a la heroicidad naval por Franco. "Usted también, don Francisco", le dijo el contralmirante a uno de ellos cuando comprobó que se había alzado contra la República.
Azarola fue sometido a juicio sumarísimo y condenado a muerte por:
...un delito de abandono de destino del Jefe del Arsenal ante rebeldes y sediciosos, inhibiéndose en sus funciones, retirándose a sus habitaciones particulares y oponiéndose a que se declarase el estado de guerra en esta plaza
El contralmirante Azarola declaró en el juicio que no podía quebrantar sus principios militares:
...consideraciones de carácter militar me impedían en absoluto el sumarme a un acto que consideraba sedicioso.
Fue fusilado a las seis de la mañana del 4 de agosto, en el cuartel de Dolores. Sus restos se encuentran enterrados en el cementerio de Villagarcía de Arosa.
El contraalmirante Azarola tuvo un hijo, Antonio Azarola Fernández de Celis, que al igual que su padre eligió la carrera militar en la Marina de Guerra. Su sobrina Amelia Azarola Echevarría —hija del ingeniero y político radical-socialista navarro Emilio Azarola Gresillón (alcalde de Santesteban)— estaba casada con el aviador falangista Julio Ruiz de Alda, que sería asesinado en la Cárcel Modelo de Madrid el 23 de agosto de 1936.
El libro «Muertes Paralelas. El destino trágico de los prohombres de la República», de Marcelino Laruelo Roa, describe las biografías de varias personalidades republicanas que perecieron víctimas de la represión en la zona franquista, entre las que se halla el contralmirante Azarola.
El contralmirante fusilado
Ferrol 5 FEB 2011
La Guerra Civil truncó el homenaje que el pueblo ferrolano quiso rendir al contralmirante Azarola por su encendida defensa de los astilleros de la ría. En 1936, desde el Ministerio de Marina, frenó una reconversión naval y salvó de la ruina a centenares de familias de la comarca. "Ferrol está en deuda de gratitud con Antonio Azarola", se dijo entonces. Setenta y cinco años después, la ciudad cumplió su promesa y saldó su deuda con el militar republicano, asesinado a tiros días después del alzamiento. El Ayuntamiento evocó ayer a Antonio Azarola Gresillón (Tafalla, 1874 - Ferrol, 1936) para regalarle una plaza con vistas a los diques a los que dedicó toda su vida.
Fue un acto sencillo, celebrado a media tarde frente a Capitanía Marítima, al que asistieron medio centenar de personas, entre los que se contaban una decena de nietos y bisnietos de Azarola, "emocionados y muy agradecidos" a la corporación que rescató del olvido institucional la figura de su "abuelo robado". "Estamos haciendo justicia", manifestó el alcalde, Vicente Irisarri, orgulloso de oficiar un acto "que justifica toda la legislatura". El regidor socialista, escoltado por ediles de IU y del BNG, descubrió la placa que rebautiza, con el nombre de Azarola, un espacio antes dedicado al militar franquista Pedro Fernández.
"Estamos haciendo justicia", señaló el alcalde de la ciudad, Vicente Irisarri
Los alzados lo acusaron de abrir en 1936 el arsenal a los comunistas
Azarola nació en un pueblo sin mar de Navarra. Fue marino vocacional, militar, almirante del Arsenal ferrolano y ministro de Marina en la II República. En Ferrol vivió y murió fusilado a las seis de la mañana contra los muros del Cuartel de Dolores el 4 de agosto de 1936. "Le ofrecieron sublevarse antes, durante y después", cuenta Miguel García, investigador y militar en la reserva. Su lealtad al Gobierno legítimo desde la plaza ferrolana le valió la ira de los militares sublevados, comandados por un general Franco ansioso por controlar su ciudad natal. Azarola fue arrestado por sus subordinados, que lo acusaron de abrir las puertas del arsenal a los comunistas para brindarles armas. Lo ejecutaron tras un Consejo de Guerra sumarísimo en el que se negó a respaldar "a los sediciosos". "No manchéis vuestras manos con la sangre de un justo", espetó al tribunal que lo juzgó.
Además de un valeroso militar -condecorado con los mayores honores en Francia, Grecia y Rumanía-, Azarola fue también una pieza fundamental de la historia local. Suyo fue un proyecto de traída de aguas a la ciudad a principios del siglo XX, y se destacó como protector de los astilleros de Ferrol y Fene frente a los intentos de adelgazar brutalmente su plantilla. Trazó un riguroso plan de escuadra para fomentar la construcción naval, que defendió a capa y espada ante el Congreso el 8 de enero del 36. Tal fue su vehemencia y rigor que convenció a los diputados más escépticos.
La idea de dedicar una espacio público a Azarola partió de dos asociaciones locales de la memoria histórica Fuco Buxán y Memoria Histórica Democrática. El grupo municipal de Izquierda Unida recogió el guante y lo planteó como moción en 2009 con el apoyo de todos los grupos a excepción del PP. El homenaje quedó en la nevera durante casi dos años a expensas de encontrar un lugar para el contralmirante.
De ascendencia vasco-francesa, Azarola vivió en Uruguay, Cádiz y Cartagena antes de atracar en Ferrol, donde se casó y tuvo dos hijos. Capitaneó los acorazados Jaime I y Alfonso XIII, ascendió a contralmirante en 1932 y escaló hasta la cúpula del Ministerio de Marina en 1935. Su paso por la cartera republicana duró dos meses: el estallido de la Guerra Civil truncó su carrera política. Desde el arsenal ferrolano, movió con acierto los delicados hilos de la diplomacia en tiempos convulsos. "Su muerte fue una injusticia que conmocionó a la ciudad", señala García. Lamenta que la Marina no le rinda los honores que merece.
"Los ferrolanos estamos orgullosos de su ejemplo de dignidad y escrupuloso respeto a la democracia que lo llevaron al sacrificio, víctima de las balas de la intolerancia", resumen desde Fuco Buxán. Una solitaria bandera republicana coloreó ayer el homenaje, con vistas a la ría. Su nieta, Ángela Azarola, lo llenó de lágrimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de febrero de 2011
El contralmirante fusilado
Ferrol 5 FEB 2011
Marina de Guerra de la República Española. Insignia de Contraalmirante. Segunda República Española (1931 - 1939) |
La Guerra Civil truncó el homenaje que el pueblo ferrolano quiso rendir al contralmirante Azarola por su encendida defensa de los astilleros de la ría. En 1936, desde el Ministerio de Marina, frenó una reconversión naval y salvó de la ruina a centenares de familias de la comarca. "Ferrol está en deuda de gratitud con Antonio Azarola", se dijo entonces. Setenta y cinco años después, la ciudad cumplió su promesa y saldó su deuda con el militar republicano, asesinado a tiros días después del alzamiento. El Ayuntamiento evocó ayer a Antonio Azarola Gresillón (Tafalla, 1874 - Ferrol, 1936) para regalarle una plaza con vistas a los diques a los que dedicó toda su vida.
Fue un acto sencillo, celebrado a media tarde frente a Capitanía Marítima, al que asistieron medio centenar de personas, entre los que se contaban una decena de nietos y bisnietos de Azarola, "emocionados y muy agradecidos" a la corporación que rescató del olvido institucional la figura de su "abuelo robado". "Estamos haciendo justicia", manifestó el alcalde, Vicente Irisarri, orgulloso de oficiar un acto "que justifica toda la legislatura". El regidor socialista, escoltado por ediles de IU y del BNG, descubrió la placa que rebautiza, con el nombre de Azarola, un espacio antes dedicado al militar franquista Pedro Fernández.
"Estamos haciendo justicia", señaló el alcalde de la ciudad, Vicente Irisarri
Los alzados lo acusaron de abrir en 1936 el arsenal a los comunistas
Azarola nació en un pueblo sin mar de Navarra. Fue marino vocacional, militar, almirante del Arsenal ferrolano y ministro de Marina en la II República. En Ferrol vivió y murió fusilado a las seis de la mañana contra los muros del Cuartel de Dolores el 4 de agosto de 1936. "Le ofrecieron sublevarse antes, durante y después", cuenta Miguel García, investigador y militar en la reserva. Su lealtad al Gobierno legítimo desde la plaza ferrolana le valió la ira de los militares sublevados, comandados por un general Franco ansioso por controlar su ciudad natal. Azarola fue arrestado por sus subordinados, que lo acusaron de abrir las puertas del arsenal a los comunistas para brindarles armas. Lo ejecutaron tras un Consejo de Guerra sumarísimo en el que se negó a respaldar "a los sediciosos". "No manchéis vuestras manos con la sangre de un justo", espetó al tribunal que lo juzgó.
Además de un valeroso militar -condecorado con los mayores honores en Francia, Grecia y Rumanía-, Azarola fue también una pieza fundamental de la historia local. Suyo fue un proyecto de traída de aguas a la ciudad a principios del siglo XX, y se destacó como protector de los astilleros de Ferrol y Fene frente a los intentos de adelgazar brutalmente su plantilla. Trazó un riguroso plan de escuadra para fomentar la construcción naval, que defendió a capa y espada ante el Congreso el 8 de enero del 36. Tal fue su vehemencia y rigor que convenció a los diputados más escépticos.
La idea de dedicar una espacio público a Azarola partió de dos asociaciones locales de la memoria histórica Fuco Buxán y Memoria Histórica Democrática. El grupo municipal de Izquierda Unida recogió el guante y lo planteó como moción en 2009 con el apoyo de todos los grupos a excepción del PP. El homenaje quedó en la nevera durante casi dos años a expensas de encontrar un lugar para el contralmirante.
De ascendencia vasco-francesa, Azarola vivió en Uruguay, Cádiz y Cartagena antes de atracar en Ferrol, donde se casó y tuvo dos hijos. Capitaneó los acorazados Jaime I y Alfonso XIII, ascendió a contralmirante en 1932 y escaló hasta la cúpula del Ministerio de Marina en 1935. Su paso por la cartera republicana duró dos meses: el estallido de la Guerra Civil truncó su carrera política. Desde el arsenal ferrolano, movió con acierto los delicados hilos de la diplomacia en tiempos convulsos. "Su muerte fue una injusticia que conmocionó a la ciudad", señala García. Lamenta que la Marina no le rinda los honores que merece.
"Los ferrolanos estamos orgullosos de su ejemplo de dignidad y escrupuloso respeto a la democracia que lo llevaron al sacrificio, víctima de las balas de la intolerancia", resumen desde Fuco Buxán. Una solitaria bandera republicana coloreó ayer el homenaje, con vistas a la ría. Su nieta, Ángela Azarola, lo llenó de lágrimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de febrero de 2011
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