Manuel Tuñón de Lara;Demófilo de Buen Lozano .-a
Demófilo Mariano de Buen y Lozano (Madrid, 22 de julio de 1890 - Ciudad de México, 23 de junio de 1946) fue un prestigioso jurista, docente y francmasón español (gran maestre del Grande Oriente Español)1 exiliado en México que ocupó las cátedras de derecho civil en las universidades de Sevilla y de Salamanca. Publicó varios libros sobre Derecho civil y presidió las salas V (de lo Social) y I (de lo Civil) del Tribunal Supremo durante la II República Española. No se vinculó a ningún partido, pero fue un destacado republicano.
Demófilo de Buen Lozano.
Buen Lozano, Demófilo de. Madrid, 22.VII.1890 – Ciudad de México (México), 23.VI.1946. Catedrático de Derecho Civil y presidente de Sala del Tribunal Supremo.
De Buen descendía de aragoneses por su línea paterna —en la que su padre, Odón de Buen y del Cos, alcanzó gran prestigio como naturalista— y de extremeños por la materna —en la que su abuelo Fernando Lozano fue un conocido liberal—.
Cursó estudios de primera y segunda enseñanza en la Escuela Moderna y en el Instituto de la Ciudad Condal, y la licenciatura de Derecho —culminada con Premio Extraordinario— en la Universidad de Barcelona. Con beca de la Junta para Ampliación de Estudios, profundizó en el Derecho germánico bajo la dirección del profesor Stammler en las universidades de Berlín y Halle. En 1911 se integró en la escuela de Derecho Civil que en la Universidad Central dirigía Felipe Clemente de Diego, a quien profesó gran afecto (en 1936 participó en el homenaje que a ese maestro tributó la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación), y en 1915 se doctoró en la Universidad Central con Premio Extraordinario.
En 1917, Demófilo de Buen ganó por oposición la cátedra de Derecho Civil en la Universidad de Salamanca, donde entabló amistad con el rector Unamuno y comenzó su largo magisterio. En 1920 se trasladó a la Universidad de Sevilla, en la que dirigió a jóvenes juristas entre los que se encontraban figuras futuras como Federico de Castro y Adolfo de Miguel.
Desde Sevilla realizó en 1926 viajes de estudio a las facultades de Toulouse, Lyon y París.
Atento a la política —sin ser político ni hombre de partido—, y fiel a la tradición republicana de su linaje, colaboró desde 1931 con la Segunda República, período en el que desempeñó cargos de consejero permanente de Estado (1931), vocal de la Comisión Jurídica Asesora (1932), presidente de la Sala 5.ª (Social) del Tribunal Supremo (1935), presidente de la Sala 1.ª (Civil) del mismo Alto Tribunal (1936) y vicepresidente del Instituto Nacional de Previsión (1936). Estos cargos no le hicieron interrumpir su labor docente; impartió cursos especiales de 1934 a 1936 en la Universidad Central, compatibilizando también estas tareas con su asistencia, en Ginebra, como delegado de España, a sesiones de la Oficina Internacional del Trabajo.
En 1939, ya en los últimos días de la Guerra Civil, partió con su familia a Francia, desde donde, iniciando el exilio, pasó a tierras hispanoamericanas. La primera que lo acogió fue México, donde tuvo a su cargo dos cátedras y colaboró en diversas tareas universitarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde allí, fue invitado por la Universidad de Panamá a incorporarse a ella ocupando una cátedra de Derecho Civil. Fue nombrado decano de la Facultad de Derecho y director del Instituto de Legislación Comparada, y en esta etapa intensificó sus publicaciones y realizó viajes a otros países americanos para pronunciar conferencias.
A comienzos de 1946, aquejado de grave enfermedad, se trasladó a México, donde falleció el 23 de junio, rodeado de su familia, que lo había acompañado en los avatares del exilio, formada por la esposa, Paz Lozano del Rey, y los hijos, Paz, Odón, Néstor y Jorge.
La obra jurídica de De Buen se proyectó en dos ámbitos: uno, el Derecho Civil, donde ofreció una clara exposición del ordenamiento español, principalmente a través de sus notas al tratado de Colin y Capitant y de su Introducción al estudio del Derecho Civil; sobre ésta pudo escribir Sánchez Román y Gallifa, al prologarla en 1932, que es libro “en lenguaje sencillo, pero exacto; con el rigor constructivo y metódico que arroja claridad sobre tantos conceptos difíciles de nuestra jurisprudencia formalista”; y, en 2005, Escuriaza lo calificó como “uno de los mejores manuales de Derecho Civil escritos en España durante la pasada centuria”. El otro ámbito fue el Derecho Laboral, rama en la que figura entre los primeros cultivadores y en la que ha tenido un continuador en su hijo Néstor, catedrático de Derecho del Trabajo en México e importante abogado del foro mexicano.
El perfil humano de De Buen revela dotes de austeridad, laboriosidad y bondad. Su discípulo panameño Manuel Cano Llopis lo recuerda como “hombre bueno, profundamente humano, sobrio y lleno de comprensión, al que ni las glorias profesionales ni los quebrantos alteraron el pulso de su corazón”. Y su hijo y biógrafo Néstor de Buen resalta “su pasión por el estudio, su romanticismo que fue nota permanente en su vida y la profundidad de su vida interior”. Tampoco cabe olvidar la afición de De Buen a las Letras españolas y su perenne amor a España, no enfriado en el exilio. De él escribió Castán Tobeñas en 1965 que “su genio era el de un buen hidalgo español a quien la nostalgia de la Patria inspiró en su artículo La Justicia de don Quijote y Sancho, páginas muy emotivas, en las que hizo gala de un orgullo español [...] que tiene entre sus raíces más profundas el ideal de la Justicia”.
Obras de ~: “Las normas jurídicas y la función judicial (Alrededor de los artículos 5 y 6 del Código civil)”, en Revista General de Legislación y Jurisprudencia, LIV, 129 (1916), págs. 334-362; con L. Alas y E. Ramos, La usucapión, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1916; con L. Alas y E. Ramos, La prescripción extintiva, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1918; Introducción al estudio del Derecho Civil, pról. de S. Sánchez Román Gallifa, Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado, 1932 (2.ª ed., con nota prelim. de N. de Buen, México, Editorial Porrúa, 1977); Derecho Civil español común, Madrid, Editorial Reus, 1936-1940 (3.ª ed.), 2 vols.; Ensayo sobre el concepto del contrato, Panamá, Instituto de Le gislación Comparada, 1944; “Notas” en A. Colin y H. Capitant, Curso elemental de Derecho Civil, Madrid, Editorial Reus, 1951 (3.ª ed.).
Bibl.: M. Cano Llopis, Jornadas Académicas a la memoria del Dr. Demófilo de Buen, Panamá, Anuario de Derecho, 1967; J. Castán Tobeñas, La personalidad universitaria, científica y humana de Demófilo de Buen [Mensaje a la Universidad de Panamá en el homenaje a De Buen], Panamá, Anuario de Derecho, 1967; A. Escuriaza, “Buen Lozano, Demófilo de”, en R. Domingo (coord.), Juristas Universales. 4. Juristas del siglo xx, Madrid, Editorial Marcial Pons, 2004, pág. 742; M. J. Peláez, “Buen Lozano, Demófilo de”, en M. J. Peláez (ed. y coord.), Diccionario crítico de juristas españoles, portugueses y latinoamericanos (hispanos, brasileños, quebequenses y restantes francófonos) [hasta 2005]. Vol. I (AL), Zaragoza-Barcelona, Universidad de Málaga-Talleres Editoriales Cometa, 2005, págs. 167-168.
Comentarios
Publicar un comentario