Ángeles en América I (Teatro).-a

actores

Ambientada en Nueva York en 1985, Ángeles en América fue la pieza más ambiciosa e imaginativa del teatro norteamericano de la época. La pieza es un clásico, un caleidoscopio audaz y libérrimo, lleno de humor y emoción sobre los miedos y anhelos del cambio de milenio.
Sus temas centrales son la pandemia del sida y el ascenso del conservadurismo, con Reagan triunfante en su segundo mandato. El síndrome frenó su furor mortífero, lamentablemente el segundo asunto es tan actual, con un singular vínculo: Roy Cohn, el protagonista de Kushner, fue mano derecha (ultraderecha) del senador McCarthy en los cincuenta y consejero en los setenta de un joven millonario llamado Donald Trump.
La obra se estrenó mundialmente en mayo de 1991 en San Francisco, dirigido por David Esbjornson. Debutó en Londres dirigida por Declan Donnellan en enero de 1992, la cual estuvo en cartelera por un año. La versión local conserva tiempo y lugar planteados por el autor.
Es una obra que habla de un momento y de un lugar muy específico: es la era Reagan en los Estados Unidos en 1986, afirma Acosta, entonces es muy importante que el público entienda el contexto político en el que ocurre este fenómeno que es concretamente el tema del SIDA, y la increíble indolencia y desinterés del gobierno de los Estados Unidos con respecto a las minorías y a la problemática del SIDA en concreto. Que bueno que ahora, finalmente, la estamos reproduciendo, no solo en México, sino en muchos países, y también, por una coincidencia, que para la obra es afortunada, pero para el mundo desafortunada, el protagonista de la obra que es Roy Marcus Cohn, un personaje que realmente existió, un homosexual encubierto que trabajo en la administración de Reagan, y fue uno de los que provocaron que no se hiciera trabajo de investigación, que no hubiera dinero para la investigación del SIDA, lo cual costó millones de muertes. Si Reagan cuando supo por primera vez lo que estaba pasando hubiera dado dinero, hubiera permitido una investigación, hubieran quitado los prejuicios que hubo alrededor de esto, yo creo que hoy tendríamos una vacuna, y la pandemia habría acabado muchísimo antes. Y la gran coincidencia es que Roy fue el mentor, el protector de Donald Trump en los años setentas, entonces lo que plantea la obra es que la era Trump, es una era Reagan reloaded.

Sexualidad, religión y política al servicio de un gran fresco que pinta el final del siglo XX y el advenimiento de nuestro tiempo, el milenio que ya llegó. Una obra sobre ángeles, anunciaciones y tiempos de cambio.

Lo que plantea la obra es como el mundo espiritual de América se opone contra las fuerzas negativas de la opresión, son palabras de Martín Acosta. Digamos que la historia empieza desde los años 50, cuando Roy fue parte del equipo de Joseph McCarthy, el cazador de comunistas, el mismo Roy fue el que, gracias a su litigio, logró que llevaran a la silla eléctrica a los esposos Rosemberg, desde muy joven tiene esta sombra oscura y ominosa sobre las luchas civiles en Estados Unidos y en el mundo, entonces es un poco eso que contrarresta esta maldad, este oscurantismo en el que vivimos.

 La obra es una mirada caleidoscópica que pone en relieve los dilemas que enfrentaron en ese momento tanto las personas afectadas directamente por la enfermedad como sus familiares, amigos y demás personas en su entorno, es además una toma de conciencia que se va uniendo pedazo a pedazo hasta conformar un oratorio a las divinidades que mueven los hilos de los destinos de los hombres. Pequeños melodramas que construyen una gran tragedia.
Al lado de Roy Cohn vemos una serie de personajes que van creciendo en su vida espiritual, que entienden que hay que enfrentar al mundo de otra manera, que no podemos arrastrar con estos atavismos, con esta manera de pensar.
Incluso personajes que por su propia naturaleza tendrían que ser muy convencionales, ortodoxos. Seguimos la historia de varios de ellos que tienen que ver con el tema de la religión, seguimos a un judío, seguimos a un protestante, seguimos a una familia mormona, y justo vemos que la madre de estos mormones es la que entiende que hay que modificarse, que no podemos seguir creyendo en lo mismo, que tenemos que creer en algo más, y finalmente a lo que llegan los personajes, es que hay que creer que un ángel es una fuerza contraria a este oscurantismo.

Tony Kushner ganó en 1992, el Premio Pullitzer por Ángeles en América, cuando se estrenó en 1991 rompió de inmediato con una serie de mitos y paradigmas entonces vigentes respecto al tema gay y la política en el mundo. Cuestionó al sistema y las costumbres, pero también a la responsabilidad de las minorías, la obra plantea una serie de valores de carácter universal, lamentablemente aún vigentes.

Basada en la obra teatral, Angels in America, adaptada por el propio Kushner para la televisón, que Mike Nichols se encargó de dirigir. En 2003 HBO emitió la miniserie en varios formatos: en segmentos de tres horas: Malas noticias, In Vitro y El mensajero. ¡Deja de moverte!, Más allá de la homosexualidad y ¡Cielo, estoy en el cielo! que corresponden a las dos partes, El milenio se aproxima y Perestroika, capítulos de una hora que corresponden a cada acto de las obras.

Es un ficticio 1985, Dios ha abandonado el cielo, Ronald Reagan está en la Casa Blanca, y el SIDA se ha apoderado de Estados Unidos. El elenco incluye, entre otros a Al Pacino, Meryl Streep y Emma Thompson y Tony Kushner tiene una pequeña aparición como rabino. En su presentación en nuestro país, la obra llega al ámbito institucional.
Lo cual es paradójico, afirma Acosta, porque esta obra ha sido muy exitosa comercialmente. En este momento está en Broadway y viene la producción del National Theatre que se estrenó en Londres, están las dos obras juntas y es un éxito enorme. En 1992 yo tuve oportunidad de ver esta parte que es El milenio se aproxima en ese momento todavía no se estrenaba Perestroika, se sabía ya que en algún momento se estrenaría y se iban a juntar. La obra ha tenido muy diversos perfiles porque, por un lado, la monta uno de los mejores directores del mundo Ivo van Hove con su grupo, una puesta totalmente iconoclasta, contemporánea, rompiendo todas las convenciones de la teatralidad; o Simon Stone, que es también un director increíble, la hizo en Viena, y esta versión muy comercial que hay en Broadway en este momento.
Yo creo que funcionaria casi en cualquier ámbito, creo que es una obra muy generosa. En ese sentido creo que a veces hay una de falta de visión para entender que el teatro es más allá de un discurso intelectual o no, y hemos tenido la enorme suerte de que Lorena Maza, directora de teatro de la UNAM, vea que este perfil es muy amplio, que por un lado puede atraer a un público muy civil, es decir no propiamente gente de teatro, incluso no necesariamente estudiantes de la universidad, sino que puede establecer un vínculo mucho más amplio que es finalmente lo que buscamos.
El tono de la obra alterna continuamente entre la comedia, el humor negro y lo sobrenatural. Fue escrita para ocho actores, cada uno de los cuales interpreta dos o más papeles. Esta duplicidad requiere, según indica el mismo guion publicado, que algunos actores interpreten a personajes del sexo contrario.
Es un equipo increíble no puedo estar más feliz, afirma el director de la puesta local, el equipo de actores es fantástico: Laura Almela, Diego Jauregui, Fabián Corres, Mario Eduardo de León, Fernando Álvarez Rebeil, Nacho Tahhan, Diana Sedano, Tanya Gómez Andrade, un equipo de actores solvente, es gente que ama el teatro y lo hace muy bien hecho. Y un equipo de creativos fantástico también, tenemos la iluminación de Matías Gorlero, el vestuario de Mario Marín del Río, el diseño sonoro de Xico Reyes, y una colaboración con CALARTS que es una universidad con la que he estado trabajando en años recientes y que nos prestaron a una escenógrafa egresada de CALARTS, ella radica entre Los Ángeles y San Francisco ella se llama Tania Orellana, es de origen latino pero ha desarrollado todo su trabajo allá y creo que ha sido una muy afortunada colaboración. Y por supuesto el equipo detrás que siempre es enorme, mucha gente imprescindible que si no estuviera, no pasaría.

Opera

Ángeles in América también ha dado lugar también a una ópera presentada mundialmente el 23 de noviembre de 2004 en el Théâtre du Châtelet de París, Francia. La ópera, basada en las dos partes de la original, sin embargo se trabajó sobre el guion para lograr que las dos partes se condensen en un show de dos horas y medias. El compositor Peter Eötvös explica: 

"En esta versión opera, puse menor énfasis en la línea política que Kushner... prefiero enfocarla sobre las relaciones pasionales, sobre el alto suspenso dramático del maravilloso texto, sobre el estado permanentemente incierto de las visiones."


"Ocho brazos amorosos y todos esos tontos".

Cómo  Angels in America  incluyó a Roy Cohn en la historia definitiva del SIDA. Por Isaac Butler y Dan Kois


En celebración del  50 aniversario de la revista New York Magazine , esta serie, que continuará hasta octubre de 2018, cuenta las historias detrás de los momentos clave que dieron forma a la cultura de la ciudad.

Angels in America: A Gay Fantasia on National Themes, de Tony Kushner , la obra de dos partes y ocho horas que se inauguró en Broadway en 1993, es la obra definitiva sobre la era del sida. Originalmente interpretada en San Francisco cuando la epidemia alcanzó su punto máximo, luego producida en Los Ángeles y luego en Nueva York, Angels arrasó con los Tonys, ganó el Premio Pulitzer y ayudó a cambiar la forma en que los hombres homosexuales y las personas con SIDA eran representados en el escenario y en los medios. 
Ángeles en Américatiene una estructura expansiva y excéntrica, recorriendo las historias de dos parejas en relaciones fallidas, una gay (Prior Walter, que tiene SIDA, y Louis, que no lo tiene) y una casada y mormona (Harper y su esposo encerrado Joe). El mentor de Joe en la obra es Roy Cohn, el abogado de la vida real y McCarthyite rabioso que llevó una existencia gay secreta y, en 1986, murió de complicaciones del SIDA. En el escenario como en la vida, Cohn es repulsivo pero magnético, vicioso pero encantador y casi imposible no mirar. Probablemente nunca habrá otra obra sobre la epidemia, o sobre la vida gay en Estados Unidos en esta era, que al menos no haga un gesto hacia los Ángeles; de la devastación que el sida había causado en Estados Unidos y en el teatro en particular, Angelsconvocó un vívido retrato de las fallas en nuestra nación, y las posibilidades de cambio. Vuelve a Broadway el próximo mes en una producción, transferida desde Londres, protagonizada por Andrew Garfield como Prior Walter y Nathan Lane como Cohn. (Las dos mitades de la obra, Millennium Approaches y Perestroika, se ejecutarán al mismo tiempo).

Esta historia oral está adaptada a la ligera de The World Only Spins Forward: The Ascent of Angels in America , que se publicará el 13 de febrero. Antes de leerla, mira la escena de apertura del tour de force de Al Pacino como Cohn en la adaptación de la obra de HBO de 2003. , dirigida por Mike Nichols.


Tony Kushner: Cuando estaba en Tisch, estaba saliendo del armario. Michael Mayer me llevó a mi primer bar gay, no al Saint, el tío Charlie's en Greenwich, para que caminaras a la vuelta de la esquina y aparecieran estas filas de hombres. Probablemente me crucé con Roy Cohn en varias ocasiones.

Oskar Eustis (codirector en Los Ángeles, 1992; director artístico, Public Theatre): Mientras estábamos trabajando en la obra, AIDS Quilt tuvo su primera exhibición pública en el Moscone Center. Nos encontramos con un panel:

Eustis: Tony lo miró y dijo: "Si puedo escribir algo la mitad de dialéctico que eso, será un gran personaje".

Cleve Jones (fundador, NAMES Project AIDS Memorial Quilt): Recuerdo cuando se hizo ese panel. Uno de los voluntarios me dijo, hay alguien que se está comportando de manera extraña aquí, ven a verlo.

Me acerqué a él y él era muy reservado, volteé el panel y le dije: 

"Sabes, si va a estar en la colcha, tendré que verlo, así que ¿por qué no lo muestras? ¿a mí?" y él hizo. Mi cabello se puso de punta. Fue el primero de los ... eventualmente habría muchos paneles muy duros , ya sabes, pero esto fue como en una liga propia. Lo primero que le pregunté fue "¿De verdad conocías a Roy Cohn?" y él dijo: "Lo conocía muy bien ", y por eso dije: "Bien".

Wesley Morris (crítico en general, New York Times ): Hubiera sido muy fácil hacer una obra sobre Roy Cohn, tal vez incluso sobre él con SIDA. Pero que un hombre judío gay se apropie completamente de la historia de Roy Cohn, para contar esta historia más amplia sobre la crisis del SIDA en la década de 1980, es realmente increíble. Tener a un hombre gay que también es judío luchando con los legados de la vergüenza y la hipocresía entre su propia gente, en sus propios términos, es realmente poderoso.

ROY

(Pulsando el botón de espera) Mantenga. (A Joe) Ojalá fuera un pulpo, un puto pulpo. Ocho brazos amorosos y todos esos tontos. ¿Ya tu sabes?

- Enfoques del Milenio , Acto 1, Escena 2

Jeff Christian (Joe Pitt en Los jornaleros, Chicago, 1998): Por duro que sea el dramaturgo con Joe, le da un regalo desde el principio: el mejor asiento de la casa para ver el aria del "puto pulpo" de Roy.

Ron Leibman (Roy en Los Ángeles y Nueva York, 1992-1994): Nunca lo vi como un aria ni nada por el estilo. Lo vi como una actuación muy específica para el joven, para hacerlo reír, para que se sintiera congraciado con el maravilloso Roy Cohn. [ Con voz de Roy Cohn :] “ ¡ Gatos ! ¡Se trata de gatos! "

Henry Goodman (Roy en Londres, 1992): Técnicamente, no tiene sentido ser tímido al respecto, es emocionante. Es como si alguien dijera: "Sube a ese trapecio para abrir el evento del circo, y haz 27 movimientos rápidos y tres cosas dobles y ¡listo, adiós!" ¿Y puedes hacerlo o no?

Mitchell Hébert (Roy en Round House / Olney, Bethesda, Maryland, 2016): Es una escena de seducción en su corazón. Roy realiza la danza del poder para Joe.

John Judd (Roy en the laborers, 1998): La línea "pulpo" es la primera de varias veces que Roy se compara a sí mismo con criaturas subhumanas, uno de los componentes básicos del personaje. Su delicadeza en la comunicación - amenazante, seductora, encantadora y engañosa - también son claves para Roy. Recibir a Joe mientras estaba en medio de su aria telefónica me recordó los informes de que Lyndon Johnson realizaba reuniones de personal mientras estaba sentado en el inodoro, una demostración de poder tosca pero astuta, pero también un gesto extrañamente íntimo.

Nathan Lane (Roy en Londres, 2017 y Nueva York, 2018): Las cosas del teléfono son solo técnicas, funcionan los botones, todas las personas, a quién tienes en espera, y luego Baby Doll, la recepcionista. He hecho muchas partes en las que tengo que hablar por teléfono a lo largo de los años, por lo que generalmente soy bueno en eso.

Michael Hayden (Roy en el taller de Juilliard Millennium , 1992): Fuera del ensayo, tuve que perforarlo y perforarlo y perforarlo, para que en el ensayo pudiera dejarlo volar. Fue un gozo. Maldita sea, qué fiesta.

Mark Wing-Davey (director del American Conservatory Theatre, San Francisco, 1994-1995): a medida que la acción comienza a ser más fluida, la emoción del logro técnico comienza a sangrar en la caracterización misma. Tanto Roy como el actor que interpreta a Roy están disfrutando de su actuación. La cara pública de Roy Cohn es en sí misma una actuación, al igual que su sexualidad, etcétera.

Hans Kesting (Roy en Toneelgroep Amsterdam, 2007-2015): Es cierto, una parte de Roy toma prestadas partes de tu personalidad. Nunca llegas a perderte completamente en el personaje; siempre eres tú quien hace un retrato.

Joe Mantello (Louis en Los Ángeles y Nueva York, 1992-1994): Roy siempre iba a ser una estrella.

Ben Shenkman (Roy en el taller de Perestroika de NYU, 1993; Louis en la miniserie de HBO, 2003): Por eso vas con alguien como Nathan Lane o Al Pacino. Estás buscando tomar prestado el tamaño de su propia personalidad, de alguna manera, como una forma de separar a ese personaje.

F. Murray Abraham (Roy en el reparto de reemplazo de Nueva York, 1994): Estaba estudiando la obra desde el principio y tenía problemas para gustarme. No tengo problemas para interpretar personajes de la literatura como Mefistófeles, Ricardo III, Macbeth. Puedo entenderlos, puedo hacerlos tan malvados o encantadores como quiera. El encanto es esencial para interpretar personajes malvados. Pero no podía hacer eso con Roy porque lo detestaba, la persona real, personalmente, mucho.

Estaba haciendo una película en Europa y estudiaba el guión en un avión a París. Este chico sentado a mi lado vio el guión y dijo:

 “Es una gran obra. Lo estás haciendo Roy, ¿no? Y dije que sí. Y este tipo dijo: "Oh, conocía a Roy Cohn". Una vez tuvo un caso contra Roy. Y él dijo: "Era un hijo de puta, pero no podía apartar los ojos de él". Y ahí fue cuando me dije a mí mismo, ¡LO CONSEGUÍ! ¡LO TENGO!

Esa es una buena historia.

Lane: Es fácil encontrar personas con las que hablar sobre lo mucho que lo odiaban. Fue odiado por legiones de personas. Pero hablé con personas cercanas a él, que le eran leales y lo amaban, porque eso es lo que quería saber.

Leibman: Hablé con mucha gente que conocía a Cohn. Incluso tuve una reunión con [la figura de las audiencias de McCarthy] G. David Schine. Si supiera de qué se trataba la obra, nunca me habría visto. Eligió el peor restaurante de Beverly Hills. Quería hablar de su amigo. No sé si eran amantes o no; eso es lo que eran los rumores.

Me acaba de dar cosas republicanas repetitivas. Pensé:

 ¿Qué le voy a preguntar a este tipo que obtendrá una respuesta real? Así que dije: "Si pudieras nombrar algo que tu amigo Roy se perdió en su vida, ¿cuál sería?"

Sus ojos rodaron en su cabeza. No creo que nadie le hubiera preguntado eso. Dijo: 

“Cuando venía a mi casa, siempre jugaba con mis hijos. Creo que extrañaba ser padre ".

Lo que es interesante para un estúpido decir. De repente me di cuenta: esa es la relación con Joe. De eso se trata realmente.

Ellen McLaughlin (el ángel en los talleres, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York, 1990–1994): Mientras estábamos haciendo uno de los talleres, Ron Vawter estaba haciendo su espectáculo individual de Roy Cohn. Fue extraordinario. Porque él también estaba enfermo. Stephen Spinella y yo fuimos a verlo. Fue extraordinario. Este hombre, que estaba enfermo, estaba haciendo esta extraordinaria impresión de Cohn, que era tan importante para el pensamiento de Tony sobre la obra.

Kesting: Había visto el monólogo de Ron Vawter. Trajo ese monólogo aquí. ¡Vawter realmente se parecía a Roy Cohn! Tenía esos grandes ojos azules infantiles. Cuando sabes que es el diablo. ¿Hay alguien que haya intentado alguna vez hacerlo realmente como Roy Cohn, para imitar? Eso puede ser interesante.

Shenkman: Fui al Museo de Radiodifusión y vi a Roy Cohn e incluso puse una grabadora allí e hice algunas grabaciones de su voz. Me acerqué a él como si estuviera interpretando a Roy Cohn en una película. Estaba tratando de conseguir una imagen documental de Roy Cohn en el escenario.

Lane: Tenía muchas ganas de trazar la progresión de la enfermedad en la Perestroika de una manera que no había visto antes. Por ejemplo, tuvo estos temblores que iban y venían. Tenía un temblor en la mano derecha, luego se movía a la mano izquierda y a veces a los hombros, y me pareció interesante, porque alguien mencionó que cuando tenía un temblor tomaba su mano y dejaba de moverse, porque tenía que controlarlo todo, incluso su cuerpo.

Kushner: Creo que la exploración de Nathan del cuerpo de Roy cayéndose a pedazos en la Perestroika es ... quiero decir cuando comienza a hablar con esta voz diferente de repente en el hospital. La primera vez que lo escuché, pensé: 

"¿Qué es eso?" Suena un poco a Dustin Hoffman. "¡No puedes hacer eso!" Pero lo hace, es aterrador.

Frank Wood (Roy en Signature Theatre, Nueva York, 2010): Fui al Museo de Radio y Televisión y vi Point of Order. Y Roy Cohn hizo su acción con su lengua, asomando por su boca. Se hizo pronunciado en las escenas de la habitación del hospital. [El director] Michael Greif dijo que le gustó, porque le hizo pensar en la candidiasis, un síntoma de la boca seca.

Terry Teachout (crítico de teatro, Wall Street Journal ): Frank Wood me impresionó mucho en la producción de Signature porque se parecía exactamente a la foto de Cohn de Robert Mapplethorpe.

Lane: Creo que Roy Cohn de Tony es más divertido, probablemente, que el chico de verdad. Si miras esa entrevista de 60 Minutes , la última entrevista que hizo, hace algunos intentos débiles de humor y es algo patético.

Barney Frank (congresista de Massachusetts, 1981-2013): una de las personas más despreciables de la historia de Estados Unidos que en realidad no mató a nadie.

Teachout: Tengo 60 años. Roy Cohn no es solo el tipo que estuvo en Angels in America . Conozco gente que conocía bien a Roy Cohn. Pienso en él no solo como el demonio de Angels , no solo como el amigo de McCarthy, sino como el litigante, el tipo de Studio 54. Era alguien a quien uno conocía.

Leibman: Al crecer en Nueva York, veías a Cohn en restaurantes y lo veías a los 54. Sentías que lo conocías pero no lo sabías. ¡Pero Donald Trump lo hizo! ¡Los pájaros del mismo plumaje se juntaron! Hijos de puta.

Frank: Era irremediablemente vicioso y, por cierto, interesante, Donald Trump lo considera uno de sus mentores.

Judd: Exponer todas las cosas que Roy Cohn se esforzó por ocultar, negar y socavar en su vida fue una justicia espléndida. Demonios si.

Leibman: Trabajar contra los derechos de los homosexuales, un hombre en su posición en este momento, es uno de los momentos más escandalosos de la historia de Estados Unidos. Qué idiota.

En cierto sentido, Roy Cohn muriendo de esta enfermedad lo convirtió en parte de la comunidad gay y lesbiana, incluso si realmente no queremos que sea parte de nuestra comunidad.

David France (director y autor, Cómo sobrevivir a una plaga ): Roy Cohn visitó a uno de los principales médicos, una de las primeras personas en el terreno que trató a personas con la enfermedad mucho antes de que tuviera un nombre. Fue a ver a Alvin Friedman-Kien. Y tenía guardaespaldas con él, y le dijo a Friedman-Kien: "Si dices algo sobre esto, te vamos a matar". Y luego, por supuesto, fue al NHS y se incorporó a las primeras pruebas de AZT. Y cómo hizo eso, no lo sé, y solo puedo imaginar que sucedió de alguna manera como sucedió en Ángeles .

David Marshall Grant (Joe en Nueva York, 1993-1994): Ese discurso, uno de los discursos más asombrosos de esa obra, al médico:

ROY

Ahora, para alguien que no entienda esto, homosexual es lo que soy porque tengo sexo con hombres. Pero realmente esto está mal. Los homosexuales no son hombres que se acuestan con otros hombres. Los homosexuales son hombres que en 15 años de intentarlo no pueden aprobar un proyecto de ley de discriminación en el Ayuntamiento. Los homosexuales son hombres que no conocen y que nadie conoce. ¿Suena esto como yo, Henry?


ENRIQUE

No.

ROY

No. Tengo influencia.


—Millennium Approaches , acto 1, escena 9


Grant: Me cautivó mucho lo que parecía una apreciación honesta del punto de vista de Cohn. Encontré la evaluación brutalmente honesta de Tony sobre las psicologías de estas personas realmente asombrosa.

Wood: Mi padre había trabajado en la administración de Johnson y recuerdo haber pensado: Esa es una línea que mi padre agradecería .

Judd: Recuerdo un día en la sala de ensayo trabajando en las escenas del hospital con Belice. La primera vez que le lancé los epítetos raciales a mi compañero de escena, Robert Teverbaugh, y vi esas palabras caer sobre él y afectarlo, me derrumbé. Me di cuenta de que no era tan divertido interpretar la verdadera oscuridad y el veneno de Roy. Y ese día el trabajo se puso más interesante.

Wood: Dejar caer tu pelo malvado puede ser emocionante y gratificante.

Judd: Me encantó que no se saltara ni un latido cuando Ethel Rosenberg se le apareció a Roy. Empezaron a hablar. "Oh, diablos, Ethel ..." Sin teatro de Scrooge y Marley.

Leibman: Tuve la oportunidad de conocer a uno de los niños Rosenberg. ¿Puedes imaginar? Olvidé cuál era, confundo sus nombres. Vino a mi camerino con un amigo en común, y estaba sonriendo, y le dije:

 "¿Por qué estás sonriendo?" y él dijo: "¡Te has clavado al chupapollas!"

 Y luego tuvimos una maravillosa conversación. Teníamos que irnos, era pasada la medianoche, tenían que cerrar el teatro.

 Dijo: "Volveré para la Parte 2. ¡Porque mueres !"

Había gente en el público de Los Ángeles que lloró cuando murió Roy Cohn. Y la audiencia se movía un poco en sus asientos y pensaba "Bueno, ¿ deberíamos estar llorando?" Ese es, supongo, el punto.

Morris: En una versión de mierda de esta obra, una obra de arte más barata y menos sofisticada intelectualmente, Roy tiene SIDA, pero el castigo es contraer SIDA. Pero Tony Kushner no usa a Roy que tiene SIDA para burlarse y reírse de él. Son Rosenberg y Belice, un Blatino y una dama judía muerta, quienes hacen todo el juicio y el ajuste de cuentas por él.

Teachout: Una de las reservas que he tenido sobre el trabajo de Kushner es su tendencia a demonizar a los personajes que considera enemigos. Se acerca lo más que puede a superarlo al interpretar a Cohn. Kushner realmente, hasta un punto que no es habitual en él cuando interpreta a villanos, pone de manifiesto la complejidad de Cohn como ser humano.

Abraham: Un buen truco, si no te gusta un chico, es jugar con él de una manera que te atraiga, en cualquier nivel. Cuando proyecta este elemento positivo, su carisma, lo profundiza; casi te hipnotiza con su extraordinario talento y encanto. Algunas personas son realmente malvadas, pero también son realmente magnéticas. No puedes evitar meterte en la cama con ellos. Te odias a ti mismo por la mañana, pero es genial la noche anterior.

Eustis: En un momento, [Tony y yo] leímos el libro Witness de Whittaker Chambers , sobre su conversión del comunismo al cristianismo. Lo que empezó a surgir fue que había dos vertientes en la derecha estadounidense. Ambos creen lo mismo: que la gente es egoísta y malvada. Un ala dice, por eso, debemos aceptar que somos pecadores miserables caídos y arrojarnos a la misericordia de Cristo. Ese es Joe. Hay otra facción que piensa que la gente es egoísta y malvada, así que complazcamos nuestro egoísmo y divirtámonos tanto como podamos. Esa es el ala de Cohn.

Leibman: Había descubierto que Roy Cohn tenía una casa en Provincetown y que su vecino de al lado era Norman Mailer. Conocí a Norman del Actors Studio. Yo lo llamé. Habló con su esposa. Ella dijo: "¡Oh, éramos muy amigos!"

Dije: "Querida, es difícil para mí concebir que Norman sea amigo de Roy Cohn".

Y ella dijo: "Tienes que recordar: Roy Cohn fue uno de los seres humanos más divertidos que jamás haya existido".

Hayden: No quiero hacerlo comprensivo, pero no quiero que sea simplemente malvado. Solo los actores perezosos hacen eso.

Judd: Años después llegué a interpretar a Iago, quien pensé inicialmente que sería como Roy. En cambio, descubrí que Iago, un verdadero sociópata, realmente se preocupaba muy poco por otros humanos, mientras que encontré que Roy, en última instancia, estaba muy necesitado de amor, bondad humana, un lugar al que llamar hogar.

Shenkman: Puedes entrar y hacer de Roy Cohn como una estrella independiente porque no está conectado con nadie; su principal relación es con la audiencia. Un miembro de la audiencia mayor, poco aventurero, incluso políticamente conservador podría entrar y no ser desafiado en absoluto por el personaje de Roy Cohn. En absoluto. Las partes de la obra que incomodan a ese tipo de persona están todas en los otros personajes, no en Roy Cohn. Roy Cohn es una especie de villano teatral a la antigua.

La masculinidad de Roy nunca se cuestiona. Es una fuerza masculina. Es como él dice: "No soy realmente una persona gay, soy un hombre heterosexual que se folla a chicos", y eso es cierto, por eso creo que no es un desafío para las audiencias heterosexuales homofóbicas. Michael Corleone puede interpretar a Roy Cohn, y todos están bien. No es como "Dios mío, nunca habíamos visto a Pacino así"; está en un continuo con Scarface y Corleone y todos esos maravillosos y poderosos hombres.

Vivienne Benesch (Hannah en el taller de Perestroika de la Universidad de Nueva York , 1993): Hay una parte de mí que espera que Ben Shenkman y yo podamos volver a interpretar a Roy Cohn y Ethel Rosenberg cuando tengamos la edad adecuada.

Shenkman: [Se ríe. ] Sabes qué, yo no seguiría a Nathan Lane y Al Pacino. La lista es demasiado larga de genios que han hecho el papel ahora, por lo que no tendría prisa por volver a intentarlo. [ Pausa. ]

Aunque voy a decir una cosa, si alguien alguna vez dijo: “Usted tiene que desempeñar Roy Cohn,” lo que me concentro en -

Stephen Spinella (Prior en San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, 1988–94): ¡ Qué obra de teatro! Espero poder hacer Roy Cohn algún día.

David Cromer (director de Journeymen, Chicago, 1998): Ya te lo digo, creo que la obra es más aterradora ahora porque parece que el mundo se está desmoronando nuevamente.

Kushner: Estamos en medio de un momento muy extraño. No sé si es realmente un retroceso en el sentido en que lo fue la contrarrevolución de Reagan, pero ciertamente nos ha dejado a todos detenido. La crueldad y la miseria en este momento en particular.

Caldwell Tidicue (Bob the Drag Queen, RuPaul's Drag Race ; Belice en Berkeley Rep, 2018): Durante tiempos turbulentos, el arte se vuelve más fuerte. Nos sentimos desesperados, ansiosos, emocionales, y de ahí viene el arte, ¿sabes?

Vinson Cunningham (crítico cultural, The New Yorker ): Angels hace que su política y su postura hacia la historia sean inevitables. No se puede entender simplemente como un lamento por el SIDA. Tienes que lidiar con Cohn.


Jennifer Engstrom (el ángel en Kansas City Repertory Theatre, 2015): Me siento como si estuviéramos en una extraña Parte 3 de Angels in America , y el fantasma de Roy Cohn acaricia dulcemente las nueces de un presidente estadounidense que cabalga desnudo a caballo con Vladimir Putin.

Eustis: Ahora, 25 años después, es la visión de Tony de la derecha la que parece tan profética. Cuando Tony le escribió a Roy Cohn, era una figura demoníaca más grande que la vida. Ahora su alumno es el presidente de Estados Unidos. El Estados Unidos de Trump es el Estados Unidos de Roy Cohn: muy dividido entre ganadores y perdedores, el odio a los impotentes se utiliza como una herramienta cínica para enriquecer a los privilegiados. Demostrando así, como dice Mark Harris, que el nombre drag de Tony debería ser Eera Lee Prescient.

Lane: Tony estaba bastante molesto porque estos artículos comenzaban sobre Trump y Roy, y parecía casi insultado en nombre de Roy porque se estaban haciendo estas comparaciones, porque Roy era bastante brillante y esta es solo una versión cruda. Me reía porque dije:
  "Creo que estás hablando más de tu personaje que del tipo real".

Chris Geidner (editor legal, BuzzFeed ): Ves la influencia de Cohn en la opinión de Trump sobre la importancia de la fuerza bruta para promover el interés legal. Vea un discurso de Trump en respuesta a un fallo judicial adverso: podría estar escrito por Roy Cohn. En un sentido muy angelical , todo permanece en el aire y todo puede girar en un centavo.

Eustis: Angels se siente tan fresco, 25 años después de su producción inicial, porque Estados Unidos todavía está en la lucha de vida o muerte para descubrir quiénes somos. ¿Viviremos en un país creado por Roy Cohn, o viviremos en el paraíso que Belice imagina en el lecho de muerte de Roy? ¿Elegiremos el egoísmo, el miedo y la codicia, o la solidaridad, la inclusión y el amor? Es el fin del mundo o el comienzo.

Extraído de The World Only Spins Forward: The Ascent of Angels in America por Isaac Butler y Dan Kois. Publicado por Bloomsbury USA. Algunas partes del libro aparecieron por primera vez en Slate.



Citas. 

Quotes.



Roy Cohn: [bajo la impresión de que Belice es el ángel de la muerte] ¿Puedo preguntarle algo, señor?

Belice: [aceptándolo] "Señor"?

Roy Cohn: ¿Cómo es? ¿Después?

Belice: ¿Después de ...?

Roy Cohn: ¿Esta miseria termina?

Belice: ¿infierno o cielo?

Roy Cohn: ... je ...

Belice: como San Francisco.

Roy Cohn: ¡Una ciudad! ¡Bien! Estaba preocupado ... sería un jardín. Odio esa mierda.

Belice: Mmmm. Gran ciudad. Cubierto de malezas, pero malezas en flor. En cada esquina, un equipo de demolición y algo nuevo y torcido subiendo por la esquina maliciosa. Ventanas que faltan en todos los edificios como dientes rotos, viento áspero y un cielo alto gris lleno de cuervos.

Roy Cohn: Isaías.

Belice: Pájaros profeta, Roy. Montones de basura, pero lapidaria como rubíes y obsidiana, y serpentinas de color diamante en el viento. Y cabinas de votación. Y todos en Balenciaga vestidos con ramilletes rojos y grandes palacios de baile llenos de música y luces e impureza racial y confusión de género. Y todas las deidades son criollas, mulatas, morenas como desembocaduras de ríos. Raza, gusto e historia finalmente superados. Y no estás ahí.

Roy Cohn: ¿Y el cielo?

Belice: Eso fue el cielo, Roy.

Roy Cohn: ¡Qué carajo fue!

Roy Cohn: Tengo sexo con hombres. Pero a diferencia de casi todos los demás hombres de quienes esto es cierto, llevo al tipo con el que me estoy tirando a la Casa Blanca y el presidente Reagan nos sonríe y estrecha su mano.

Roy Cohn: SIDA. Homosexual. Gay. Lesbianas Crees que estos son nombres que te dicen con quién se acuesta una persona, pero no te lo dicen.

Henry: ¿No?

Roy Cohn: No. Como todas las etiquetas, te dicen una cosa, y sólo una cosa: ¿Dónde encaja un individuo así identificado en la cadena alimentaria, el orden jerárquico? No ideología ni gusto sexual, sino algo mucho más simple: influencia. No con quién me follo o quién me folla, sino quién vendrá al teléfono cuando llame, quién me debe favores. A esto se refiere una etiqueta. Ahora, para alguien que no entienda esto, un homosexual es lo que soy porque tengo sexo con hombres, pero realmente esto está mal. Un homosexual es alguien que, en 15 años de intentarlo, no puede obtener un proyecto de ley contra la discriminación en el ayuntamiento. Un homosexual es alguien que no conoce a nadie y que nadie conoce. Quién tiene influencia cero. ¿Suena esto como yo, Henry?

Roy Cohn: [sobre por qué quería que Ethel Rosenberg fuera condenada a muerte] Habría pulsado el interruptor si me hubieran dejado. ¿Por qué? Porque odio a los traidores. ODIO a los comunistas. ¿Fue legal? JODER legal. ¿No está bien? Joder bien. ¿La nación dice que no soy agradable? FOLLAR LA NACION. ¿Quieres ser AGRADABLE? ¿O quieres ser EFECTIVO?

Roy Cohn: No sabes todo lo que sé. * Yo * no sé todo lo que sé. La mitad de esta mierda la invento y todavía tengo razón, lo aprendí en los años 50.

Roy Cohn: La vida está llena de horror; nadie escapa, nadie; Ahorrarse. Lo que sea que te atraiga, lo que sea que necesites de ti, te amenaza. No tengas miedo; la gente tiene tanto miedo; no tengas miedo de vivir en el viento fuerte, desnudo, solo ... Aprende al menos esto: De lo que eres capaz. No dejes que nada se interponga en tu camino.

[Ethel Rosenberg entra en la habitación]

Roy Cohn: Oh, joder. Ethel.

Ethel Rosenberg: No te ves tan bien, Roy.

Roy Cohn: Bueno, Ethel. No me siento tan bien.

Ethel Rosenberg: Pero perdiste mucho peso. Eso le conviene. Estabas pesado en ese entonces. Zaftig, mit caderas.

Roy Cohn: No he pesado tanto desde 1960. Todos pesábamos más en ese entonces, antes de que comenzara el asunto del cuerpo. Ahora parezco un esqueleto al que miran.

Ethel Rosenberg: La mierda realmente golpeó a los fanáticos, ¿eh, Roy? La diversión acaba de empezar.

Roy Cohn: ¿Qué es esto de Ethel, Halloween? ¿Estás tratando de asustarme? Bueno, estás perdiendo el tiempo porque soy más aterrador que tú cualquier día de la semana. ¡Así que golpéalo, Ethel! ¡Abucheo! ¡Mejor muerto que vivo! ¿Alguien tratando de sacudirme? ¿Hm, hm? Desde el trono de Dios en el cielo hasta el vientre del infierno, todos pueden follarse y luego saltar al lago porque no les tengo miedo ni a la muerte ni al infierno ni nada!

Ethel Rosenberg: Te veré pronto, Roy. Julius envía sus saludos.

Roy Cohn: Sí, ¡envíale esto a Julius!

[Roy le da la vuelta al pájaro]

Ethel Rosenberg: Realmente eres un hombre muy enfermo, Roy.

Martin Heller: Es el miedo a lo que viene después de la acción lo que dificulta la realización.

Roy Cohn: Amén.

Martin Heller: Pero casi siempre se puede vivir con las consecuencias.

Roy Cohn: Quiero una enfermera blanca. Mi derecho constitucional.

Belice: Estás en un hospital, no tienes ningún derecho constitucional.

Roy Cohn: Tengo todo el tiempo del mundo.

Ethel Rosenberg: Eres inmortal.

Roy Cohn: Soy inmortal. Ethel. Me he abierto paso en la historia. No voy a morir nunca.

Ethel Rosenberg: La historia está a punto de abrirse de par en par. Se acerca el milenio.

Roy Cohn: [Refiriéndose a su corazón] Músculo pequeño y duro. Nunca sangra.

Belice: [viendo que Roy parece muerto] ¿Es él ...

Ethel Rosenberg: Mm hmm.

Roy Cohn: [levantándose de la cama] ¡No, no lo soy! ¡Te engañé, Ethel! ¡Sabía que eras tú todo el tiempo! No puedo creer que realmente sientas
por eso de Ma! ¡Solo quería ver si finalmente, FINALMENTE, podía hacer cantar a Ethel Rosenberg! ¡Yo gano!

[Empieza a ponerse plano de nuevo]

Roy Cohn: Oh ... mierda.

Roy Cohn: Enfermera marica espeluznante de Butterfingers, creo que tienes pocas razones para querer ayudarme.

Belice: Considérelo solidaridad, de un maricón a otro.




Roy Cohn : [under the impression that Belize is the Angel of Death]  Can I ask you something, sir?

Belize : [going along with it]  "Sir"?

Roy Cohn : What's it like? After?

Belize : After...?

Roy Cohn : This misery ends?

Belize : Hell or heaven?

Roy Cohn : ...heh...

Belize : Like San Francisco.

Roy Cohn : A city! Good! I was worried... it'd be a garden. I hate that shit.

Belize : Mmmm. Big city. Overgrown with weeds, but flowering weeds. On every corner a wrecking crew and something new and crooked going up catty corner to that. Windows missing in every edifice like broken teeth, gritty wind, and a gray high sky full of ravens.

Roy Cohn : Isaiah.

Belize : Prophet birds, Roy. Piles of trash, but lapidary like rubies and obsidian, and diamond-colored cowspit streamers in the wind. And voting booths. And everyone in Balenciaga gowns with red corsages, and big dance palaces full of music and lights and racial impurity and gender confusion. And all the deities are creole, mulatto, brown as the mouths of rivers. Race, taste and history finally overcome. And you ain't there.

Roy Cohn : And Heaven?

Belize : That was Heaven, Roy.

Roy Cohn : The fuck it was!

Roy Cohn : I have sex with men. But unlike nearly every other man of whom this is true, I bring the guy I'm screwing to the White House and President Reagan smiles at us and shakes his hand.

Roy Cohn : AIDS. Homosexual. Gay. Lesbian. You think these are names that tell you who a person sleeps with, but they don't tell you that.

Henry : No?

Roy Cohn : No. Like all labels they tell you one thing, and one thing only: Where does an individual so identified fit into the food chain, the pecking order? Not ideology or sexual taste, but something much simpler: clout. Not who I fuck or who fucks me, but who will come to the phone when I call, who owes me favors. This is what a label refers to. Now to someone who does not understand this, a homosexual is what I am because I have sex with men, but really this is wrong. A homosexual is somebody who, in 15 years of trying cannot get a pissant anit-discrimination bill through the city council. A homosexual is somebody who knows nobody and who nobody knows. Who has zero clout. Does this sound like me Henry?

Roy Cohn : [on why he wanted Ethel Rosenberg to get the death sentence]  I would have pulled the switch if they let me. Why? Because I hate traitors. I HATE communists. Was it legal? FUCK legal. Not nice? Fuck nice. The Nation says I'm not nice? FUCK THE NATION. Do you wanna be NICE? Or you wanna be EFFECTIVE?

Roy Cohn : You don't know what all I know. *I* don't know what all I know. Half this shit I make up and I'm still right, learned that in the 50's.

Roy Cohn : Life is full of horror; nobody escapes, nobody; save yourself. Whatever pulls on you, whatever needs from you, threatens you. Don't be afraid; people are so afraid; don't be afraid to live in the raw wind, naked, alone... Learn at least this: What you are capable of. Let nothing stand in your way.

[Ethel Rosenberg walks into the room] 

Roy Cohn : Aw, fuck. Ethel.

Ethel Rosenberg : You don't look so good, Roy.

Roy Cohn : Well, Ethel. I don't feel so good.

Ethel Rosenberg : But you lost a lot of weight. That suits you. You were heavy back then. Zaftig, mit hips.

Roy Cohn : I haven't been that heavy since 1960. We were all heavier back then, before the body thing started. Now I look like a skeleton they stare at.

Ethel Rosenberg : The shit's really hit the fan, huh, Roy? The fun's just started.

Roy Cohn : What is this Ethel, Halloween? You trying to scare me? Well you're wasting your time 'cause I'm scarier than you are any day of the week! So beat it, Ethel! Boo! Better dead than red! Somebody trying to shake me up? Hm, hm? From the throne of God in heaven to the belly of hell, you can all fuck yourselves and then go jump in the lake because I am not afraid of you or death or hell or anything!

Ethel Rosenberg : I'll be seeing you soon, Roy. Julius sends his regards.

Roy Cohn : Yeah, well send this to Julius!

[Roy flips her the bird] 

Ethel Rosenberg : You really are a very sick man, Roy.

Martin Heller : It's the fear of what comes after the doing that makes the doing hard to do.

Roy Cohn : Amen.

Martin Heller : But you can almost always live with the consequences.

Roy Cohn : I want a white nurse. My constitutional right.

Belize : You're in a hospital, you don't have any constitutional rights.

Roy Cohn : I have all the time in the world.

Ethel Rosenberg : You're immortal.

Roy Cohn : I'm immortal. Ethel. I have forced my way into history. I ain't never gonna die.

Ethel Rosenberg : History is about to crack wide open. Millenium approaches.

Roy Cohn : [Referring to his heart]  Tough little muscle. Never bleeds.

Belize : [seeing that Roy appears dead]  Is he...

Ethel Rosenberg : Mm hmm.

Roy Cohn : [rising from his bed]  No I'm not! I fooled you, Ethel! I knew it was you the whole time! I can't believe you actually feel for that Ma stuff! I just wanted to see if I could finally, FINALLY, make Ethel Rosenberg sing! I win!

[He starts to flatline again] 

Roy Cohn : Oh... fuck.

Roy Cohn : Butterfingers spook faggot nurse, I think you have little reason to want to help me.

Belize : Consider it solidarity, one faggot to another.

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