Juan García Oliver. (Anarquista ); Felipe Emilio Sandoval Cabrerizo.-a
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Juan García Oliver. Reus (Tarragona), 19.I.1902 – Guadalajara (México), 13.VII.1980. Camarero de profesión, dirigente sindical, obrero y ministro. Originario de una familia obrera del ramo textil —toda su familia trabajaba en la fábrica “Vapor Nou” de Reus, donde su padre ejercía de albañil—, trabajó de camarero en Reus y Tarragona y, aún joven, en 1917, se trasladó a vivir a Barcelona, donde contactó con círculos obreros y anarquistas y militó en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Durante los años de las intensas luchas sociales que se estaban viviendo en Barcelona, a partir de 1918, formó parte del comité de acción del sindicato de hostelería de la CNT y conoció las primeras detenciones. Al mismo tiempo, participó en las reuniones de la Federación local de Barcelona de grupos anarquistas. De regreso a Reus, impulsó, por encargo del Comité Regional de Cataluña de la CNT, la constitución de Sindicatos Únicos de la comarca del Baix Camp. En 1921 desempeñó un importante papel en la dirección del Comité Provincial de Tarragona de la CNT y colaboró en las tareas logísticas del atentado que costó la vida al presidente de Gobierno Eduardo Dato. Detenido a finales de 1921, en octubre de 1922 participó junto a Durruti, Ascaso, Aurelio Fernández y otros, en la creación del grupo de acción Los Solidarios, uno de los más activos que se constituyeron durante estos meses previos a la instauración de la dictadura de Primo de Rivera. Tras su huida de Cataluña, para escapar de la represión gubernamental, viajó por Zaragoza y Valencia, con escalas en Manresa y Reus, hasta que en 1924, ya establecida la dictadura, fue detenido en Burgos. Tras su salida de la cárcel se exilió a París, donde se mantuvo en contacto con círculos anarquistas españoles e italianos y con los planes insurreccionales del dirigente separatista catalán Francesc Macià. En julio de 1925 participó, junto a Durruti, Ascaso y Jover, en el intento de atentado frustrado contra el monarca español Alfonso XIII en la capital francesa. Tras la detención por la policía francesa de Durruti y Ascaso, se refugió en Bruselas, pero pronto se reincorporó a los proyectos de Macià para invadir España desde Prats de Molló. Detenido en Tafalla, fue juzgado en Burgos y condenado a ocho años de cárcel. Salió en libertad al proclamarse la Segunda República, el 14 de abril de 1931, e inmediatamente regresó a Barcelona, donde se incorporó a los círculos anarquistas, especialmente a la Federación Anarquista Ibérica, constituida en 1927, en plena dictadura de Primo de Rivera, y de la que llegó a ser uno de los dirigentes más destacados. Contrario a la tendencia sindicalista de la CNT, se opuso con gran vehemencia a los firmantes del “Manifiesto de los treinta”, a quienes acusaba de reformistas, y fue uno de los impulsores de las nuevas tendencias insurreccionales que, ante la llegada del nuevo régimen republicano, se impuso en el seno de la CNT. Participó en el congreso extraordinario que la CNT celebró en Madrid en junio de 1931, donde se manifestó contrario de las federaciones nacionales de industria. Y, a partir de enero de 1932, participó en todas las tentativas revolucionarias que pretendían acelerar el triunfo de la revolución social. Organizó el movimiento insurreccional del Alto Llobregat, que tuvo lugar en enero de 1932 y que acabó en el fracaso más absoluto y en su detención. Poco después consiguió expulsar del Comité Nacional de la CNT a Ángel Pestaña, uno de los militantes trentistas más destacados. Volvió a participar en el intento insurreccional de enero de 1933 y de nuevo fue encarcelado. Tras su salida de la cárcel, poco antes de las elecciones de noviembre de 1933, colaboró en la constitución del grupo de acción Nosotros, sucesor de Los Solidarios, y que mantuvo su independencia de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) hasta 1934, y consiguió el control de la CNT de Cataluña durante estos años. En representación del Sindicato Textil de Barcelona participó en el congreso de la CNT que se celebró en Zaragoza en mayo de 1936, donde defendió la reincorporación de los denominados Sindicatos de Oposición y presentó su plan de organización paramilitar que debía garantizar el éxito de la revolución cuando estallasen los primeros brotes revolucionarios. Aunque el congreso rechazó sus propuestas, desde febrero de 1936 tenía constituido en Cataluña un Comité de Defensa Confederal. Al estallar la Guerra Civil, en julio de 1936, tuvo una participación activa en las luchas de la calle que en Barcelona llevaron a la derrota de los militares insurrectos. Y participó en la reunión con Companys, el presidente de la Generalitat, de la cual surgió la constitución, el día 21 de julio, del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, organismo del que llegó a ser uno de los dirigentes más emblemáticos. Encargado de la Secretaría de Guerra en el Comité tomó la iniciativa de crear las importantes industrias de guerra —que posteriormente pasaron al control de Josep Tarradellas— y puso en funcionamiento la primera escuela de guerra para la formación de comisarios políticos y cuadros de mando de las nuevas milicias combatientes. Opuesto inicialmente a la participación de la CNT en el gobierno de la Generalitat, el 5 de noviembre de 1936 aceptó el cargo de ministro de Justicia que, en representación de la FAI, ocupó en el Gobierno presidido por Francisco Largo Caballero. Desde el nuevo cargo en el Gobierno, puso fin a la represión indiscriminada que venía produciéndose desde el inicio de la guerra en la retaguardia republicana, creó por decreto los campos de trabajo donde los penados podían ir a extinguir sus penas (diciembre de 1936), legisló en materia de familia otorgando la igualdad absoluta a los dos cónyuges y facilitando el régimen de adopción, hizo desaparecer el registro civil de penados y rebeldes, y, sobre todo, llevó a cabo una reforma del edificio jurídico del estado en materia de los Tribunales Populares, Jurados de Urgencia y Jurados de Guardia. Al estallar en Barcelona los enfrentamientos de mayo de 1937 entre las distintas fuerzas del bloque antifascista catalán se desplazó a la Ciudad Condal para intentar la pacificación de la retaguardia. Después de los hechos de mayo de 1937 abandonó el Gobierno el 18 de mayo y volvió a ocuparse de actividades organizativas en el seno de la CNT-FAI, intentando configurar una línea política alternativa frente a las directrices emanadas por el nuevo gobierno formado por Juan Negrín. Impulsor del Movimiento Libertario que uniese a todas las tendencias del anarquismo español, en los últimos momentos de la guerra intentó llevar a cabo un plan para organizar la resistencia a ultranza de Barcelona, que no consiguió los apoyos necesarios. Tras cruzar la frontera con Francia, a finales de enero de 1939, marchó a París, de donde se desplazó a Suecia y, vía Moscú, Vladivostok y Estados Unidos, llegó a México en 1940. Durante su exilio mexicano propugnó, sin éxito, la creación de un Partido Obrero del Trabajo, que tendría como misión dotar al exilio “de un órgano político de combate”, a causa del fracaso cosechado por la FAI durante la Guerra Civil, y en 1942 firmó un acuerdo de unidad de acción con el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Unió de Rabassaires, medidas todas ellas que provocaron una escisión de la CNT en México que se mantuvo hasta 1945. Siguió militando en la CNT y en 1962 formó parte de la sección de Defensa Interior, aunque sin desarrollar ninguna influencia. Un accidente de circulación que le acaeció en 1968 le apartó definitivamente de la actividad militante. Trabajó en la empresa química multinacional británica Imperial Chemical Industries y en los últimos años de su vida escribió unas interesantes memorias. Obras de ~: El Fascismo internacional y la guerra antifascista española: conferencia en el cine Coliseum de Barcelona el día 24 de enero de 1937, CNT-FAI, Oficinas de Propaganda, 1937; Mi gestión al frente del Ministerio de Justicia. Conferencia pronunciada en el teatro Apolo de Valencia, el 30 de mayo de 1937, Valencia, Publicaciones del Ministerio de Propaganda, 1937; El eco de los pasos, Barcelona, Ruedo Ibérico, 1978. Bibl.: R. Sanz, El sindicalismo y la política. Los “Solidarios” y “Nosotros”, Toulouse, Impr. Dulaurier, 1966; J. Peirats, La CNT en la revolución española, París, Ruedo Ibérico, 1971, 3 vols.; J. S. Brademas, Anarcosindicalismo y Revolución en España (1930-1937), Barcelona, Ariel, 1973; J. Gómez Casas, Historia de la FAI, Madrid, ZYX, 1977; R. Salas Larrazábal, “El Ministerio de Justicia en la España Republicana”, en Justicia en Guerra. Jornadas sobre la administración de justicia durante la guerra civil española: instituciones y fuentes documentales, Madrid, Ministerio de Cultura, 1990, págs. 19-45; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705- 1998), Madrid, Actas, 1998, págs. 542-545; A. Herrerín López, La CNT durante el franquismo. Clandestinidad y exilio (1939-1975), Madrid, Siglo XXI, 2004; F. Abbate, Il ministro anarchico, Milano, Ed. Baldini Castoldi Dalai, 2004; L. Alegret, Joan Garcia Oliver: retrat d'un revolucionari anarcosindicalista, Barcelona, Pòrtic, 2008; Agustín Guillamón (ed), Correspondencia entre Diego Camacho "Abel Paz" y Juan García Oliver. Anexo: Tesis sobre la Guerra de España y la situación revolucionaria creada el 19 de julio de 1936 en Cataluña, Barcelona, Editorial Descontrol, 2016; M. Aznar Soler y J. R. López García (eds.), Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 2, Sevilla, Renacimiento, 2016, págs. 431 – 432. |
Felipe Emilio Sandoval Cabrerizo. (Madrid, 26 de mayo de 1886 - Ibíd., 6 de julio de 1939), también conocido por el alias «Doctor Muñiz», fue un albañil, atracador, anarquista y espía. Es conocido, especialmente, por ser un activo verdugo revolucionario en el Madrid de los primeros meses de la Guerra Civil Española. Biografía Nació en el desaparecido barrio de las Injurias en Madrid. Hijo de padre desconocido, su madre, oriunda de Torrelaguna, se había trasladado a la capital para escapar del hambre, y se ganó la vida como lavandera en el Manzanares. Sandoval pasó su infancia en un orfanato. En su juventud, trabajó como albañil, al tiempo que se iniciaba en sus primeros pasos como delincuente. En 1919, se encontraba encarcelado en la prisión de Barcelona tras cometer un robo. Trató de fugarse, pero no tuvo éxito, recibiendo una paliza que le desfiguró el rostro. Huyó de España y se estableció en París. Allí, hacia 1926, participaría en las tertulias de Juan García Oliver, fundador del grupo armado Los Solidarios, organizado como respuesta a la guerra sucia emprendida por sectores patronales y gubernamentales contra los sindicatos en la Barcelona de la época. De esta forma, se relaciona con los principales hombres del anarquismo exiliados en París, en los orígenes primitivos de la FAI. Sandoval no era un anarquista teórico o de salón, sino un anarquista de acción. Volvió a Madrid y, durante años, organizó diversos asaltos para financiar el anarquismo de la ciudad. Como revolucionario anarquista, uno de sus primeros golpes importantes lo dio en 1932, en el domicilio de Agapito Velasco, un abastecedor municipal a quien acusa de quedarse con el dinero de los comedores de Asistencia Social. Con otros tres hombres, le robaron 35.000 pesetas. Tras este vendrían otros afamados robos, como el de una oficina del Banco de Vizcaya, donde al más puro estilo de película de gánsters y en apenas diez minutos, robó 40.000 pesetas. Tras el robo de un arsenal de armas fue detenido e ingresado en la cárcel de Colmenar Viejo, de donde se fugaría tras herir a uno de los funcionarios de la prisión. Se convirtió así en toda una leyenda con su estilo de gánster y su temida fama hizo llenar portadas en los periódicos de la época. Por todo ello, se le consideró el enemigo público número uno. Para algunos, Sandoval no era más que un maleante, "un truhán que no sabe de ideas. Solo de estafas y del regusto ácido de la mala vida", según escribía la revista Nuevo Mundo. Al estallar la Guerra Civil Española, algunos miembros de la CNT se integraron en la checa de Fomento, oficialmente llamado Comité Provincial de Investigación Pública de Madrid, cuya función era unificar y controlar la represión contra los sublevados. Sandoval fue sobre todo el máximo dirigente de la checa anarquista del cinema Europa del barrio de Cuatro Caminos. Fue también el responsable del asalto y la quema de la cárcel Modelo de Madrid, el 22 de agosto de 1936, que terminó con la matanza de conocidos políticos de derechas y provocó una gran conmoción durante la República. Tras el desmantelamiento del sistema de checas de Madrid por parte de la Junta de Defensa de Madrid durante la batalla de Madrid, Sandoval llegaría a ser espía para la CNT en Barcelona y Valencia. Posteriormente volvió a Madrid. Nada más terminar la Guerra Civil Española, en 1939, fue detenido y conducido a Madrid como parte de la Expedición de los 101, compuesta por dirigentes políticos y sindicales y personas notorias del bando perdedor capturados en Alicante, sin haber logrado huir de España. Torturado, fue obligado a confesar y a hacer delaciones, fue repudiado por sus compañeros. Poco después, se suicidó arrojándose al vacío. Se tiró por una ventana de una casa de la calle de Almagro de Madrid, habilitada como comisaría, una más de las muchas cárceles improvisadas en un Madrid lleno de presos republicanos. Nadie reclamó su cuerpo. El 6 de julio de 1939 fue enterrado en una tumba de tercera del cementerio del Este de Madrid. |
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