Aureliano Álvarez-Coque; José Riquelme y López-Bago; a
Riquelme y López-Bago, José.
Tarragona, 31.VIII.1880 – París (Francia), 28.I.1972. Militar y arabista.
Ingresó en el Ejército el 30 de junio de 1897. Destinado al Regimiento de Infantería Melilla n.º 2, casi toda su vida militar transcurrió dentro del territorio que durante medio siglo sería conocido como Marruecos español, y del que sería uno de sus mejores conocedores. Poseía el idioma árabe, practicado durante los años en que el aspirante al trono de Marruecos, el llamado Roghi Bu Hamara, estableció su sede en las cercanías de Melilla.
Inspector de la primera escuela indígena, fundada en Melilla en 1907. Participó en las conversaciones con los naturales del país, previas a las ocupaciones de la Restinga y Cabo de Agua en territorio marroquí, en el año 1908, cooperando en la organización de la fuerza auxiliar indígena establecida en el segundo punto. En la campaña del Rif de 1909 fue herido durante el primer día de operaciones. Con base en su experiencia con el elemento indígena del territorio rifeño, fue uno de los autores del proyecto de nuevo Negociado de Asuntos Indígenas en Melilla aprobado con el nuevo nombre de Subinspección de Tropas y Asuntos Indígenas, organismo al que fue destinado a finales de 1913 tras su ascenso a comandante. Al mando de columnas indígenas intervino, en 1914, en la ocupación de varias posiciones, siendo ascendido a teniente coronel por méritos de guerra. En el mismo destino, después de iniciadas las operaciones en la zona por el general Fernández Silvestre, tras el paréntesis obligado de la Guerra Mundial, participa en aquéllas mandando la columna llamada de Kandussi y ocupando varias posiciones, a partir del 7 de mayo de 1909, entre ellas Dar Dríus, Tafersit y Ben Tieb, esta última en el mes de diciembre siguiente. Al ocurrir en 1921 los acontecimientos militares que conducen al llamado “desastre de Anual” se halla en Madrid, llega a la plaza de Melilla el día 24 de julio, haciéndose cargo de la columna mixta que el día 25 siguiente ocupó las faldas del Gurugú y posiciones cercanas para cerrar la península de Tres Forcas impidiendo, de esta forma, el posible bloqueo por tierra de la ciudad. Con el reinicio de las operaciones de reconquista, a partir del mes de octubre siguiente, participa en la reocupación de varias posiciones, hasta alcanzar la de Dar Quebdani en abril de 1922. Al polemizar con el comandante general de Melilla, José Sanjurjo Sacanell, sobre la posibilidad de haber socorrido la posición de Monte Arruit en agosto de 1921, que Riquelme creía factible, fue apartado del mando tras un expediente abierto y destinado poco después al Ministerio de la Guerra.
Ascendido a general de brigada, en septiembre de 1924 pasa a las órdenes del alto comisario en Marruecos, general Aizpuru, y en julio siguiente es nombrado jefe de la Zona de Larache. Entre el 12 y el 17 de julio celebra varias entrevistas con diversos generales franceses con el fin de ultimar detalles sobre la unión de ambas líneas y los futuros contactos con la llamada zona rebelde del Rif, y, en actuación conjunta, terminar con la resistencia rifeña. Días más tarde se reúne con el general Goureau en Alcazarquivir para puntualizar las vías de actuación en la posterior acción combinada entre España y Francia. Aquí destacó la actuación personal de Riquelme por la que Francia le concedió la Orden de la Legión de Honor. Por razones de salud, dimite del cargo, que entrega en marzo de 1926, quedando en la situación de disponible.
Junto con otros generales participa en conspiraciones contra la dictadura del General Primo de Rivera como la de 24 de junio de 1926, la llamada “Sanjuanada”, como responsable de la sublevación en Madrid, y la de mayo de 1930. Ascendido a general de división el 15 de abril de 1931 es nombrado capitán general de la 3.ª Región Militar y general jefe de la 3.ª División.
No tuvo un papel destacado durante la Guerra Civil.
Nombrado, en julio de 1936, jefe de la I División Orgánica de Madrid, participó sin resultados notables en diversas operaciones, entre ellas el fracasado intento de sofocar la sublevación de Toledo, siendo desplazado en el mando. En los últimos tiempos de la República fue comandante militar de Barcelona. En el exilio, fijó su residencia en París, donde falleció en 1972.
Bibl.: Estado Mayor Central del Ejército, Historia de las Campañas de Marruecos, t. 2, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1951; S. G. Payne, Los militares y la política en la España contemporánea, París, Ruedo Ibérico, 1968; G. Cabanellas, Cuatro generales, Barcelona, Editorial Planeta, 1976; Servicio Histórico Militar, Historia de las Campañas de Marruecos, t. 3, Madrid, Imprenta Ideal, 1981; M. de Paz Sánchez, Militares masones de España. Diccionario biográfico del siglo XX, Valencia, Centro Tomás y Valiente, UNED Alzira-Valencia Fundación Instituto de Historia Social, 2004.
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