General Juan Perea Capulino; teniente de asalto Anastasio Sánchez Monroy.-a
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
General Juan Perea Capulino
(1890-1967) fue un destacado militar español que participó en la Guerra Civil Española en el bando republicano. Originario de la escala de la tropa, llegó a General y mandó el Ejército del Este en la fase final de la guerra, acción por la que más se le recueda. Primeros años y formación militar Ingresó en el Ejército con 16 años como soldado, y a los 27 ya era teniente, debiéndose esto en gran parte de los ascensos por méritos de guerra. Luchó en la guerra del Rif, en donde estuvo 15 años. Gravemente herido, pidió el traslado a la península, donde participó en una célebre conspiración, la Sanjuanada (1926) para derribar al dictador Primo de Rivera, lo que le costó una condena de seis años de prisión en el castillo de Montjuich. A pesar de esta brillante carrera, y de su ideología republicana, se retiró del Ejército con el rango de capitán en 1932. Guerra Civil Española Con la sublevación militar de julio de 1936 vuelve al servicio para defender a la República. Su primera actuación se produce en la Sierra de Madrid, al frente de una columna con su nombre que defiende el puerto de Lozoya, ya el 21 de julio. La lucha por dicho paso será sangrienta para ambos bandos, y a finales de septiembre los rebeldes habrán ocupado el puerto y el pueblo de Lozoya. Mientras lucha en la sierra, es ascendido a comandante el 6 de agosto. El 6 de diciembre de 1936 releva con su columna a las fuerzas de José María Galán en el sector de Pozuelo de Alarcón-Húmera. No llega a participar en la 2ª batalla de la Carretera de la Coruña (13-19 de diciembre) porque la XI Brigada Internacional soporta todo el ataque en Boadilla del Monte. El 31 de diciembre es nombrado jefe de la 5.ª División, que defiende la carretera de La Coruña, al norte de Madrid. Él y su 5.ª División participan activamente en la Tercera batalla de la carretera de La Coruña (2-16 de enero de 1937), conteniendo el avance rebelde hacia Madrid con grandes bajas. El 26 de abril cesa en el mando de la 5.ª División y pasa a dirigir el IV Cuerpo de Ejército hasta octubre de 1937. El 23 de octubre de 1937 pasa a mandar el XXI Cuerpo de Ejército (reserva al Norte del Ebro, en torno a Lérida). La contraofensiva rebelde sobre Teruel hizo que se desplazara con su unidad al sector de Montalbán, sirviendo de enlace entre el Ejército del Este y el Ejército de Levante (8 de febrero de 1938). Cuando en el mes de marzo se inicia la ofensiva rebelde hacia el mar, el XXI Cuerpo de Ejército de Perea será el único que resistirá, hasta que al verse sobrepasado por sus flancos tenga que retirarse. En estas fechas es ascendido a Teniente coronel por su brillante actuación al frente del XXI Cuerpo en medio del desastre republicano en Aragón. El 30 de marzo de 1938 abandona la dirección XXI Cuerpo para sustituir a Pozas al frente del Ejército del Este, que se encuentra en completamente desorganizado y en plena desbandada. No pudo evitar la pérdida Lérida a principios de abril, pero conseguirá detener la ofensiva a mediados de mes en el río Noguera Pallaresa. Ya en el mes de Mayo participa en la Ofensiva sobre el Noguera Pallaresa (Sort, Tremp, Balaguer y Serós). Cuando se produjo la ofensiva sobre Cataluña sus unidades del Ejército del Este mostraron una gran cohesión, resistiendo en líneas generales más que las del Ejército del Ebro (cuyas unidades se encontraban muy quebrantadas después de la Batalla del Ebro, aunque finalmente tuvo que ceder posiciones y emprender la retirada hacia el norte. El 15 de enero de 1939 es ascendido a coronel, pasando la frontera francesa a principios de febrero junto a los restos de sus tropas y con toda la masa de población que huía. Al finalizar la guerra civil se exilia a México en 1942, en donde participa en organizaciones conspirativas contra Franco, manteniendo vivo el espíritu de la República. Es ascendido a general. En 1967 estaba en Argelia conspirando, cuando falleció de un ataque al corazón. Semblanza La valoración que hace de él Ramón Salas Larrazábal es positiva: “era un hombre de elevada estatura y complexión robusta, con aspecto noble y que como todo buen jefe se conformaba con los medios de que disponía y no importunaba a sus mandos superiores con peticiones que sabía no era posible atender”. Es el único caso conocido de militar profesional español de la escala de tropa que en el siglo XX ha alcanzado el generalato. Perteneció al Partido Republicano Federal, que nunca abandonó, si bien mostró mucha simpatía hacia los anarquistas y bastante animadversión hacia los comunistas. |
Anastasio Sánchez Monroy, Teniente del Cuerpo de Seguridad y Asalto. Provincia de Girona: Santa Maria del Collell (Sant Ferriol, Garrotxa) La tradición nos dice que hacia el año 800 un miembro de la familia Cartellà hizo construir una ermita cerca del mas Collell, que era de su propiedad, en agradecimiento por la curación de su hijo. De todos modos, no encontramos ninguna referencia histórica documentada hasta el año 1198, en que Santa Maria del Collell era un priorato benedictino dependiente de Sant Pere de Besalú. A principios del siglo XV los monjes abandonaron el monasterio, dejando el culto en manos de sacerdotes regulares. Entre 1432 y 1435 se encargó de ofrecer los servicios litúrgicos Bernat de Pau, que posteriormente llegó a ser obispo de Girona. Las destrucciones causadas por las guerras y los terremotos en este mismo siglo, provocaron el abandono del templo, que se usó para guardar ganado. Esta situación indignó al obispado, que la declaró en interdicción, es decir que no se podía realizar ningún tipo de culto. El atardecer del 25 de octubre de 1483, Miquel Noguer, un habitante de Torn, después de realizar sus oraciones ante la puerta del templo, escuchó unos llantos que parecían venir del interior de la iglesia, pese a que la puerta estaba cerrada. Al acercarse, los batientes de la puerta se abrieron y apareció delante suyo una niña de siete u ocho años, que iba vestida de blanco y que pedía misericordia por los pecados de los habitantes de la zona. Además le pidió que "los habitantes de las parroquias del Torn, Mieres, Sellent y Sant Miquel de Campmajor enmendaran su conducta pagando los diezmos y otros derechos eclesiásticos, restituyendo dentro del plazo de treinta días todo aquello que hubieran adquirido injustamente, que guardaran los domingos, que se abstuvieran de jurar y que cumplieran los legados y fundaciones de sus antepasados". A continuación le pidió que se restituyera el culto en la capilla y que se celebraran romerías y procesiones los viernes yendo en ayunas. También le pidió, antes de desaparecer, que comunicara al obispo de Girona o a su vicario general el "celestial mensaje”. Esta aparición provocó la apertura al culto del templo, del que se encargaban un grupo de presbíteros, presididos por un prior comendatario y un capilla mayor hasta finales del siglo XVIII. En 1487 recibió la protección del Papa y seis años más tarde la de Fernando el Católico, que se cree que visitó el santuario en 1496. A partir de estos dos hechos fue creciendo el fervor y la devoción por la Virgen del Collell, que propició el aumento de las dependencias construidas alrededor del santuario. En 1534 se tiene constancia de la existencia de una escolanía. La decadencia del santuario se inició en 1806, cuando se pusieron a subasta sus posesiones. Esto provocó que a partir de 1814 los curas fueran abandonando el santuario para irse estableciendo en las parroquias. Por suerte esta etapa de oscuridad no duró demasiado, por que en 1852 el obispo de Girona Florenci Llorente y Montón hizo construir un seminario menor diocesano. Años más tarde, en 1876, se convierte parte del seminario en un colegio de segunda enseñanza agregado al Instituto Provincial de Girona. De este modo se impartían clases de primaria, bachillerato y comercio a más de los estudios correspondientes del seminario. En 1914 se reúne un número de fieles tan grande el día de la fiesta de la Aparición, que motivó la construcción de un nuevo templo, junto al santuario y que fue consagrado en 1949. Durante la Guerra Civil fue ocupado el recinto, destruyendo las imágenes de los altares, a excepción de la Virgen María, que se salvó de la destrucción. Las instalaciones de la escuela fueron utilizadas como cuartel de instrucción y como prisión de los prisioneros hechos por los republicanos. El 30 de enero de 1939, según relata la novela histórica Soldados de Salamina, fueron ejecutados 48 prisioneros, de los 1300 detenidos que había en el Collell. Acabada la Guerra, y a pesar de haber sido ejecutados 65 miembros de la comunidad del Collell, entre profesores, alumnos y eclesiásticos, se volvieron a poner en marcha las tareas educativas. Actualmente es una casa de colonias, hostal y lugar para estancias deportivas. El templo románico fue restaurado y modificado en el siglo XV. La nave tiene cabecera plana y bóveda apuntada, reforzada por arcos fajones. A ambos lados se abren varias capillas, la mayoría de las cuales son de época gótica y posteriores a la construcción del templo. En el siglo XVII se modificó el templo, como lo demuestra la decoración de la puerta, acabada en 1613. Adosada al muro norte de la primitiva iglesia se levanta la torre campanario, de planta cuadrada y con grandes ventanales apuntados en el último piso. En la basílica moderna podemos venerar la imagen de la Virgen del Collell, una talla románica de tipo bizantino y datada en la segunda mitad del siglo XII. |
La niña del exilio. EL REPORTAJE JOSEP PLAYÀ 17/08/2014 Nació el 11 de abril de 1938 en El Prat de Llobregat y fue inscrita con el nombre de Maria Amparo Sánchez Martínez. Se casó en el exilio en Francia, con quien ahora es alcalde de un pequeño pueblo del Rosellón, y pasó a ser Marie Panabière. Pero ella hace honor al segundo apellido de su padre, por el que era más conocido, y prefiere llamarse M. Amparo Sánchez-Monroy Martínez. Y entre los republicanos que se quedaron en Francia es "la niña del exilio" porqué pasó la frontera en 1939 en brazos de sus padres. Javier Cercas sacó del anonimato a su padre al citar en Soldados de Salamina: la posibilidad de que un tal Monroy, que también fue alcaide del barco-prisión Uruguay, diera la orden de fusilar a los presos del Collell. "No lo sé (...). Creo que Pascual insinúa que la dio un tal Monroy, un tipo joven y duro que quizá dirigía la cárcel, porque en Barcelona había dirigido también checas y campos de trabajo, en otros testimonios de la época se habla también de él... En todo caso, si fue Monroy lo más probable es que no actuase por su cuenta, sino obedeciendo órdenes del SIM". Amparo pasó al exilio con su familia con apenas once meses de edad. En 1999 ayudó a fundar la asociación Fils et Filles des Republicains Espagnols et Enfants de l'Exode (Freee), que llegó a tenir 600 adheridos, y ahora es vocal de la Asociación Guerra y Exilio (AGE) y organizó el memorable acto Cien mil luces para cien mil refugiados en Argelers en el 2001. Su madre se llama Andrea M.ª Martínez Méndez. Fue de las Juventudes Socialistas y delegada del Socorro Rojo Internacional. Se casó a los 18 años con su padre, de 24. Marchó de España con 20 años y regresó en 1979 con 60. Ahora tiene 97 y sus recuerdos se desvanecen por el alzheimer en una residencia. ¿Su madre es la que aparece en esa foto con usted en brazos? A principios de febrero de 1939, cuando ya todo estaba perdido, llegamos a Portbou en un coche en el que íbamos mis padres y yo con diez meses, dos abuelos y otros parientes. Nos llevaron al campo de concentración de Argelers y nos separaron. A mi madre y a mi nos enviaron a Guéret. Allí mi madre hacía calcetines para el ejército francés. Le daban un franco, que le servía para comprar sellos y enviar cartas a Andorra que luego se reenviaban a España, y comprarme leche. Con ese dinero tuvo para hacerse esta foto que mandó a mi padre. Su padre adquirió cierta notoriedad durante la guerra. Mi padre era de Toledo, pero se casó en Barcelona con mi madre. Durante la guerra fue movilizado y participó en el cerco del Alcázar. Cuando mi madre me dio a luz, él estaba en tierras del Ebro. Luego lo trasladan a Barcelona hasta que se exilia. En España estuvo condenado a muerte y no volvió hasta después de la muerte de Franco. Nunca quiso nacionalizarse francés. En casa siempre oí: "El año que viene volvemos". Los historiadores franquistas le han dedicado epítetos muy duros a su padre ("sanguinario", "fiera roja sin ningún sentimiento", "uno de los individuos más siniestros de la Barcelona rusificada"...) Sí, y alguien dijo también, creo que Félix Ros, que mi padre pasó la frontera con varias sacas cargadas de oro y plata y objetos artísticos robados de iglesias y "su barragana", refiriéndose a una prostituta. Resulta que pasó con mi madre, conmigo y otros parientes y no llevábamos nada encima, y de haberlo llevado tampoco nos hubieran dejado. Si hubiésemos tenido tan solo algunos ahorros no hubiésemos pasado el hambre que pasamos. De mi padre puedo decir que nunca hablaba mal de nadie. Era un idealista, tenía más de don Quijote que de comunista. Y en todo caso aquellos comunistas no sabían nada de lo que después se supo. Mi madre siempre explicaba que por la casucha que tuvieron en Francia, si pasaba un español, siempre se repartía la comida. Él llegó a teniente. Hay montones de historias similares. José María Fontana, Tarrats dice en Los catalanes en la guerra, que Monroy tenía "más crímenes en la conciencia que pelos en la barba". ¡Pero si se ve en las fotos que no llevaba barba! Y según mi madre nunca la llevó. Pero lo peor de todo es que esto se sabe y que el libro de Fontana ha sido reeditado sin tocar nada. Su padre aparece en Los soldados de Salamina de Javier Cercas. Se dice que en tanto que responsable de los presos franquistas que había en el Collell es quien los envía al bosque donde serán fusilados . Mi padre era del PC, del Quinto Regimiento, y es verdad que fue director del Collell. Pero no mandó hacer los disparos. Los presos venían de Barcelona, había entre ellos ideólogos de Falange y gente de peso como Sánchez Mazas, y los trasladaban hacia la frontera. Mi padre los recogió y los entregó a quien fue a por ellos. Él recibió la orden de evacuar, y además, la tengo. Aquellos últimos días subieron al Collell gente del SIM y de la FAI y pasó lo que pasó... también se mató en otros lugares. Es verdad que eran tiempos turbios. Lo que está mal en un bando también lo está en el otro, pero hay quien sólo ve las cosas malas de un lado. Otro que escribió de oídas fue José María Gironella. Pero el episodio del Collell fue una salvajada... La novela de Cercas es muy ambigua. Dice que es historia y que todo es verdad, pero no es así. He tratado de hablar con él sin ningún resultado e incluso le increpé en Rivesaltes, cuando acudió a presentar su libro. Él se ha carteado con mi hermano Juan, quince años menor que yo, que conoce menos la historia. Cuando se toca a personas, puedes hacer daño, y a mi padre lo presenta casi como un animal. Mi padre no da la orden de matar a los del Collell. Tengo otra versión a partir de lo que me explicó y de otros testimonios. Y un día lo explicaré porque tengo hasta los nombres. Mi padre entregó los prisioneros a quien fue a por ellos y luego recibe la orden de evacuar. En el libro de otro testigo del Collell, Jesús Pascual, se describe a su padre disparando a un perro y contra una campana... Conociendo a mi padre sé que era incapaz de disparar a una campana y menos a un perro, siempre amó a los animales. Incluso una vez que tuvo un corderito en casa no se atrevió a matarlo. Nunca le oí hablar mal de nadie. Mi madre decía que los únicos disparos que había efectuado fueron cuando en los últimos días le enseñó a disparar con una pistola. Se la regaló y le hizo prometer que no se dejaría caer en manos de los moros, si la cogían. En Francia encontré a Porfirio Pardo, que trabajaba con él. Me dijo que en el Collell mi padre comía del mismo rancho que los presos. ¿Cuando pasan la frontera? Pasamos la frontera a pie el 8 de febrero. La víspera los aviones franquistas lanzaron bombas sobre las columnas que huían. Mi madre vio morir a una mujer con una niña colgada del brazo y se llevó a sus otros dos hijos. En la frontera se hicieron cargo los servicios sociales y siempre se preguntó qué fue de ellos. Un soldado se volvió loco y empezó a disparar de rabia contra los aviones. En Cervera de la Marenda nos lo quitaron todo, a mi padre el fusil y la pistola. ¿Donde acabó su padre? En Argelers estuvo hasta finales del mes de julio. Luego lo trasladaron al campo de Vernet d'Ariège, al de Setfonds y al de Brams. Estuvo en un Reagrupement de Travailleurs, y los mandaron a hacer la línea Maginot. ¿Cómo sobrevivieron a los campos de concentración? Los primeros barracones en Argelers se empiezan a construir al cabo de unos días, al principio no había nada. Pusieron antes los letreros de "Franco o la legión" que los retretes. A la zona donde iban a cagar la llamaban la Rambla de las flores, porque eso sí, el humor no se perdía nunca. ¿Las mujeres también lo pasaron tan mal? Mi madre tuvo que vender su anillo de casada para conseguir un poco de leche para mi. Además allí no había ni agua salubre ni comida. Creo que murieron unos 87 niños. ¡Y luego algunos dicen que no eran campos de concentración! Claro que a Antonio Martínez, hermano de mi madre, lo fusilaron en el Camp de la Bota. ¿Cuando se reencontraron? Sólo cuando mi padre encontró un trabajo en un pueblo de l'Aude, pudo llevarnos a mi madre y a mí, que pasamos también un tiempo en la cárcel. Fue en la primavera de 1940, habían estado más de un año separados. Aquel año nació Andrés, sobre un montón de paja, en una casucha. Amparo pasó su infancia en Francia, pero a los 18 años su padre la mandó a Toledo para estudiar de maestra, con un hermano. La Brigada Político Social la detuvo y le hizo la vida imposible y se tuvo que ir a Barcelona. Ahora, ya retirada, escribe "unas memorias con nombres y datos comprobados". Cuenta además con el Cahier que escribió su padre.
|
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario